Ya no aguantan lo duro y lo tupido

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Dentro del peñismo la disputa a muerte del poder

Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

I.- Sin coordinación ni control político, asistimos al despeñadero de la estructura del Poder Ejecutivo Federal. Su titular: Enrique Peña Nieto y sus amigos, no tienen asesoría po-lí-ti-ca y están llevando a la Nación a la ingobernabilidad que ha derivado en el grave desastre de la austeridad económica, la sangrienta inseguridad, la terrible pobreza y el desempleo masivo; sumado a la impunidad y servilismo de la Corte, corrupción judicial y un amontonamiento legislativo coronado por sus once inútiles reformas. En ese contexto se libra al interior del peñismo la disputa por el poder presidencial. Cada titular en las secretarías del despacho presidencial, escenifican una lucha a muerte por heredar un cargo que ha desempeñado muy mal Peña; y que perderá si en el 2018, el PRI no convoca a un político. Que Peña y su peñismo se sigan hundiendo en sus desaciertos, no tiene importancia; el problema es que están de por medio 120 millones de mexicanos a quienes se están llevando entre las patas de su ineptitud.

II.- Por otro lado, siguen los rumores de que dos de los tres empleados favoritos de Peña: Osorio Chong y Murillo Káram hartos y cansados porque las cosas no les salen bien, quieren que su jefe dé trámite a sus renuncias. El otro cercano a Peña es Luis Videgaray, quien con su pleito a muerte con Lozoya-Pemex, todavía no quiere irse a pesar de que sus reformas: fiscal y financiera han sido atacadas con miles de amparos para derogarlas. En Gobernación hace rato que el secretario de facto es Luis Miranda, al que ya le anda por ser el titular. Con la caída de Alfredo Castillo, como procónsul en Michoacán, Osorio supo que sus estrategias para recobrar la seguridad, fueron un fracaso. Y, Murillo, el otro hidalguense, quedó tan mal con su: “verdad histórica” respecto al problema de Ayotzinapa que no pocos piden la cabeza de Peña. Los dos hidalguenses se desgastaron en el primer tercio (como en las corridas de toros) del peñismo. Se la jugaron por Peña pero se les acabó el oxigeno, y éste no tiene con quien sustituirlos.

III.- A veces se inclina por Navarrete Prida para la PGR, e incluso Alfredo Castillo. Y para Gobernación a Cesar Camacho, a quien tiene enfilado para diputado pluri, y pastor de la Cámara de Diputados. Luis Miranda que anda de bombero podría ser sucesor de Osorio Chong y éste al PRI o de diputado federal y dejarle de premio-jubilación, nombrar candidato a desgobernador de Hidalgo. Y Murillo Káram a descansar de su cansancio, pues la PGR lo ha dejado en el camino para ser el Fiscal, en el cambio de nombre del Ministerio Público Federal –o sea la “misma gata, pero revolcada”–. Pusieron sus renuncias –dicen– a disposición de Peña, quien las tiene en la caja fuerte –para que Nuño, López o Videgaray no las vayan a filtrar–. Hartos y cansados, Murillo y Osorio, ya quieren irse no muy lejos del peñismo, pero no tan cerca donde ya no aguantan lo duro y lo tupido de los conflictos, a los que no dieron respuesta. Osorio soñó ser candidato presidencial. Murillo el Fiscal de la Nación. A los dos se les cebó. Resignados sólo esperan irse lejos del primer círculo priista.

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