Medina Mora, ministro
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
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Descomposición social y podredumbre política
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Hipólito Mora liberado; Aguirre a la cárcel
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“Las alianzas entre partidos políticos sólo son chacales que se unen a las leonas para cazar mejor.
La presa son los ciudadanos”.- Jorge Saldaña
Mucha razón tiene el cineasta Guillermo del Toro al señalar, en el Festival Internacional de Cine de Guadalajara (FICG), que México está pasando por un momento de descomposición social que marcará un parteaguas en el país. Únicamente la putrefacción de la clase política del país explica que un personaje que es la antítesis de lo que un ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación debe ser, sea electo para tal posición con el apoyo en el Senado de la República de legisladores del PRI, PAN, PVEM y Panal, a pesar de los testimonios, firmas y pruebas que se han presentado en su contra y que exhiben su desastroso paso por la administración pública y su complicidad con el bloque en el poder.
Al escribir estas líneas, en el Pleno de la Cámara Alta votaban la elección del ministro vacante de la SCJN, donde el nombramiento recayó en el embajador de México en Estados Unidos, Eduardo Medina Mora. No obstante que hacía apenas unos minutos la organización civil Change.org entregó nuevas firmas para rechazar la candidatura del ex procurador general de la República, las cuales suman más de 52 mil.
Sólo una gran podredumbre de la clase política explica que los integrantes de las bancadas del PRI, PAN, PVEM y la senadora de Nueva Alianza, Mónica Arriola, alcanzarán la mayoría calificada para elegir a Medina Mora, y se impusieran a los grupos parlamentarios del PRD y PT, más el senador panista Javier Corral Jurado, quienes anticiparon su voto contra el también ex secretario de Seguridad Pública.
La fracción parlamentaria del PRI, que preside Emilio Gamboa Padrón, tiene 43 votos; el PAN, que lidera Fernando Herrera Ávila, cuenta con 37; el PVEM, coordinado por Carlos Puente Salas, tiene siete sufragios, y un voto de la senadora Mónica Arriola Gordillo, los cuales en la votación alcanzaron 83 sufragios efectivos para elegir a Medina Mora. Cabe recordar que para conseguir la mayoría calificada se requerían 80 de 128 votos del pleno de la Cámara Alta.
El Senado nombró a Eduardo Medina Mora como ministro de la Suprema Corte de Justicia de la Nación por 15 años. Este personaje logró 83 de los 118 votos de los senadores presentes, que es más de las dos terceras partes requeridas. Horacio Hernández obtuvo 15 votos y Felipe Fuentes logró 15 votos. Hubo 16 nulos y la petista Layda Sansores rompió su papeleta ante el pleno.
Desde la mañana de este martes, la bancada panista adelantó que respaldaría al ex procurador general de la República, ex secretario de Seguridad Pública, ex director del Centro de Investigación y Seguridad Nacional y actual embajador para que sea designado ministro de la SCJN, por lo que todo parecía indicar que Medina Mora, como sucedió, se impuso a Felipe Alfredo Fuentes y Horacio Armando Hernández, con quienes integró la terna propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto.
Al concretarse la elección del cuestionado funcionario, se dejaron de lado las críticas que han expresado la barra de abogados, el propio Poder Judicial, intelectuales, académicos, personalidades, organizaciones civiles e incluso las más de 50 mil firmas en contra de que se ratifique a Medina Mora.
Los legisladores del PRD y PT manifestaron que votarían contra la elección de Medina Mora como ministro de la Corte, debido a los señalamientos y recomendaciones que recibió de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH) y de la Auditoría Superior de la Federación (ASF), además que consideran que no es la persona que reúna los atributos para ser ministro de la Corte.
La mañana de este mismo martes, organizaciones civiles y de defensa de los derechos humanos se manifestaron en el Senado contra el nombramiento de Medina Mora como ministro de la SCJN ya que, sostienen, no reúne las condiciones y es una persona que no es independiente.
Iván García Gárate, del Observatorio de Designaciones Públicas, señaló que “Medina Mora es una persona ligada a grupos políticos de este país y su presencia pone en riesgo a la Corte para que cumpla sus funciones de manera más precisa. Nos preocupa la candidatura de Medina Mora porque pondría en riesgo la autonomía de la Corte”.
La senadora perredista Dolores Padierna recordó que Medina Mora es un hombre que, como funcionario, tiene recomendaciones de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de la Auditoría Superior de la Federación, e incluso en Estados Unidos se le señala de haber participado en violación flagrante a las leyes mexicanas. Recordó que “está relacionado con la represión brutal en San Salvador Atenco, con la irrupción de la Policía Federal contra la huelga de trabajadores Sicartsa, en el conflicto de la APPO en Oaxaca, en el encarcelamiento injusto de tres mujeres indígenas, en la persecución contra el padre Solalinde, entre muchos otros”.
También la Asociación Nacional de Abogados Democráticos (ANAD) rechazó que Eduardo Medina Mora sea electo nuevo ministro de la SCJN, porque “no cumple con el requisito de idoneidad establecido en el Artículo 95 de la Constitución”, como lo apuntó Karla Michel Salas Ramírez, presidenta de esa organización.
Recordó que el ex titular de la PGR es una persona que durante los años que ha sido servidor público no mostró ser imparcial, objetivo y eficaz, sino todo lo contrario. Dijo que no hay que olvidar que “la PGR de Medina Mora realizó el operativo fallido denominado “michoacanazo”, ejecutado con tintes políticos a menos de un mes de las elecciones estatales y en la que se arraigó a 38 servidores públicos municipales, los cuales un año y medio después alcanzaron su libertad.
Genaro Lozano, de la organización change.org, recordó su papel en la agresión contra los ejidatarios de Atenco, el “michoacanazo”, el permitir el operativo “Rápido y Furioso”, y el haber ordenado que se descongelaran los 73 millones de dólares de la “partida secreta” del ex presidente Carlos Salinas de Gortari, y que se habrían asegurado a su hermano Raúl.
La lista es larga, sin embargo no hubo poder humano que hiciera a Enrique Peña Nieto desistirse de este nombramiento que sólo marca la liga del mexiquense con el grupo de empresarios y empleados de alto nivel oprobioso ya que, como se recordará, su hermano Manuel es el artífice principal del fraude cometido por Amado Yáñez Osuna, principal accionista de Oceanografía, y tampoco debe olvidarse que la llegada de este personaje a Banamex permitió que Medina Mora montara su empresa de investigación crediticia al servicio de esa institución bancaria cuyo socio es otro personaje sumido en la corrupción: Roberto Hernández.
Si como dice Vicente Fox hay que sentarse a dialogar con los delincuentes y la mafia, y eso mismo sugiere al gobierno, ojalá no olviden citar a éstos y a muchos otros personajes que han hecho a México y a los mexicanos un daño mucho mayor que el provocado por el “Señor de los cielos”, “El Chapo”, “Los Zetas”, “La familia michoacana”, entre otros, y que igualmente han provocado y siguen provocando la muerte de millones de mexicanos por hambre o suicidios.
MÉXICO, EN VENTA DE GARAJE
Las reformas estructurales que impulsó el presidente Enrique Peña Nieto y le aprobó prácticamente sin ningún cambio el Congreso de la Unión, se han concretado en una gigantesca venta de garaje de los activos de México. Ahora tocó al secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, reportar los avances de la reforma en esa materia.
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