El SAT y sus miles de impunes socios

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
¿Más mansiones a cambio de condonación de impuestos?

Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

I.- El temible Servicio de Administración Tributaria (SAT), que se va con todo su poder contra los contribuyentes que no tienen influencia política con la cúpula presidencial (como el empresario Hinojosa Cantú, obsequiador de mansiones a cambio de contratos) ni menos intereses con el poder económico (como Televisa y TV-Azteca, Slim, Bailleres-Liverpool, Larrea-Grupo México, etc.), se permite perdonarles multimillonarios impuestos a: Televisa, TV-Azteca, Gamesa, ProLogis, Scotiabank, Inverlat, etc. Y es que allá arriba, año con año están los arreglos a modo. La permuta de una casa para millonarios por el “perdón fiscal”. La maniobra de “dame una mansión y te perdono los impuestos” ha rendido frutos, y más ahora que al resto de los altos empleados de Peña les tocará su inmueble en Polanco, como a la señora Angélica Rivera de Peña, al mismo Peña, a Videgaray, a los Murat; de Ixtapan de la Sal a Nueva York. Es el saqueo con impunidad, aunque hay visos de que la bomba de tiempo por esos abusos, está por estallar con revueltas a punto de una Revolución del tamaño de los más de 100 millones de mexicanos, hartos de tanto ratero en las élites gobernantes.

II.- En su columna sustentada en el periodismo de investigación, Miguel Badillo (El Universal: 20/II/15), apoyado en la veracidad de la Auditoría Superior de la Federación (sin “dientes” para sancionar e investigar más a fondo) dice que más de 85 mil millones de pesos fueron “devueltos”, lo cual es más que un misterio de corrupción. ¿Devueltos? Parece que nunca pagaron impuestos y menos de más; sin embargo, 20 empresas han recibido esos millones como “devoluciones”. No se dan los nombres de los beneficiados, porque el SAT se niega a darlos, en lo que es más que un encubrimiento, una complicidad. Aristóteles Núñez está en el filo del juicio político, para un deslinde de responsabilidades, al haber hecho ese pago a todas luces indebido, mientras los “aristotélicos” de cobranzas de impuestos están pasando cobros a los comerciantes de menudeo en mercados públicos y tianguis. Nada ha dicho el SAT sobre si los que recibieron más de 85 mil millones de pesos, en verdad hacendaria –no en “verdad histórica”–, realmente pagaron de más para regresarles esa millonada.

III.- Eso fue en la cuenta del primer año de peñismo. Y en la cuenta de 2013, cuatro empresas recibieron otro regalo de 123 millones de pesos, asimismo por “devolución”. Tenemos no “gato encerrado”, sino una rata de dos patas que sin queso en la ratonera anda regresando impuestos que mucho dudamos se hayan pagado de más, y el regresárselos implica una maniobra de corrupción. Y otro billón se dejó de recaudar porque hay “un régimen especial para favorecer a ciertos contribuyentes para no pagar el total de sus obligaciones fiscales”. Las notas de los reporteros Enrique Méndez y Roberto Garduño (La Jornada: 19/II/15), nos informan de esos abusos del SAT en perjuicio de los contribuyentes que sí pagan; y cuando Éstos reclaman legales devoluciones, les “hacen de chivo los tamales”. El favoritismo hacendario peñista y platónico-aristotélico.


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