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CORRUPCIÓN: LAS CHICHES DE LAS CULEBRAS
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Lo dicho: Cuando no lo hacen al revés, lo hacen fuera de tiempo. Nunca han conocido el pulso de la opinión pública, ni el llamado timing de las decisiones. Se hacen fuera del bacín. Así son ellos, los miembros de la pandilla de ñoños, incorregibles por definición, que dizque “gobiernan”.
Porque, mire usted, cuando dejó de servirles el monigote Julián Olivas, concuño favorito del Guamúchil Party, a quien habilitaron como encargado de la Secretaría de la Función Pública, se deshicieron olímpicamente de él, esperando borrar toda la cauda de alcahuetadas, omisiones y “aviones” que se solventaron utilizando su triste figura.
Ahora, entronizan en ese lugar a un descolorido chaparrito saltimbanqui para que lleve a cabo la investigación de las honras y recursos malhabidos ¡de los mismos que lo nombran! Protegido de Castillejos y Videgaray, ya se podrá imaginar usted lo que la gente espera de él.
Virgilio Andrade es miembro del equipo de cuchos, gente sin placer, que Elba Esther Gordillo seleccionó para hacerse cargo del anodino IFE. Ahí estaban Ugalde, Baños, Andrade, Gómez Alcántar, aparte de damas sin atractivos.
En el imperial escenario en que Peña Nieto le dio posesión a este paniaguado, pudieron observarse una cantidad de despropósitos que amenazan con rebasar el techo del sentido común. Otra vez lo dicho: ¡no se miden!
Un Presidente con pánico escénico. Desgarbado, entecado, macilento, minado en su posibilidad de comunicarse, aunque sea con teleprompter y cámaras puestas a modo. Como ya es costumbre, los únicos aplaudidores de la tarde: los empleados de Comunicación Social.
“Ya sé que no aplauden”, soltaba al vacío el Titular, antiguo “Jefe de las Instituciones Nacionales”, al darse cuenta de que su “arrojo” democrático no levantaba una sola emoción entre los reporteros de la fuente, después de darle posesión a este nuevo chaparrito.
Como que hasta ahora se empiezan a dar cuenta que no calientan un café, que no sorprenden a nadie con sus decisiones de gobierno. Las señas que hacen desde el dog out no sólo están descubiertas, ya fueron destrozadas en las tribunas.
A lo mejor, se fueron con la finta de lo que alguna vez declaró el lunático Vicente Fox, que desde la Secretaría entonces encomendada a Pancho Barrio “iban por los peces gordos del priísmo”.
Si no fue así, ¿quién les dijo que la Secretaría de marras tiene dientes para castigar ejemplarmente a los corruptos? Fuera de inhabilitaciones y algunas devoluciones en porcentajes, no puede más que turnar los asuntos… ¡y allá espera la diligente y dinámica PGR del sagaz Murillo Karam!
Sólo la Divina Providencia Juzga a los Corruptos
Cuando se estaba gestando la idea de crear un Leviatán jurídico que fiscalizara al sistema administrativo y político, la famosa Auditoría Superior de la Federación, los Savonarola de entonces –Farell, Rico y compañía– se refocilaban como gatos bodegueros en espera de la presa descubierta.
Y como siempre, llegó el infaltable parto de los montes. Después de años de estar espantando con el enano del tapanco a los ladinos burócratas, nació la famosa Auditoría, con la encomienda de indagar horizontal, vertical y hasta transversalmente el origen y destino de todo recurso federal que fuera ejercido por gobernantes y hasta por particulares.
Muy pronto, esas temidas facultades que el legislador le obsequió, fueron tiradas por la borda, empequeñeciendo el peliculesco intento de los caifases del templo. Fue disminuida en pocos meses y acabó en el ridículo.
La Auditoría Superior, el Leviatán del sistema, acabó siendo el “órgano técnico de fiscalización de la Cámara de Diputados” para revisar, a toro pasado, los informes del resultado de gastos y desempeños del Ejecutivo.
Es decir, un año después –si bien le iba– de cometido el desvío, la malversación, el peculado o lo que fuera, la Auditoría “Superior” se abocaba a peinar a fondo los documentos que se le hacían llegar y los sometía al conocimiento de la Comisión respectiva. ¡La “barredora” había llegado!
Obviamente, en las comisiones legislativas nunca se ponían de acuerdo, debido a su “condición plural” y se acababan privilegiando los intereses de quienes tuvieran más saliva para tragar más pinole. Así es hasta la fecha.
Y es que, ¿sabe usted cuál fue la última cuenta pública que se aprobó? ¡La del 2009, del ejercicio de Felipe Calderón!
¿Sabe usted que aún no se aprueban las del 2003, 2004, 2005 y 2006 de Vicente Fox? Y, claro, que siguen pendientes de aprobación las del 2010 y 2011, también de Calderón.
Ya ni le digo la del 2013 del Preciso actual.
Tal es, pues, el aparato revisor del Estado, integrado por la Sefupu, una caja registradora de declaraciones patrimoniales superficiales y engañosas y una Auditoría que sirve a los intere$es de los partidos políticos y reporta a una comisión legislativa presidida por un pelafustán de nombre José Luis Muñoz, avorazado vividor de la delegación Cuauhtémoc. ¡Vaya dientes!
Tal parece que la única que juzga a los corruptos es ¡la Divina Providencia! Ahí está el caso emblemático de la Línea 12 del Metro: William Levy aparece como jurado del Miss Universo, mientras Chelo Ebrard es juzgado por sus desbocados contratos!
Y así y todo, dicen ahora que la Comisión Nacional Anticorrupción, con Fiscalía y toda la cosa, se asentará sobre las bases de las instituciones existentes, Sefupu y Auditoría, para levantarle las faldas al sistema. ¡Bienvenidos a la fama!
Andrade: Ya Antes Ayudó a EPN, ¿por qué no Otra Vez?
El Derecho Romano, cuyos principios generales siguen siendo el faro de luz de toda interpretación hermenéutica de la ley –que todavía se aplica a todo acto humano que se realiza desde el infierno hasta el cielo– es de referencia obligada.
Tiene un principio fundamental: Nemo auditur propriam turpitudinem allegans que, usted sabe, quiere decir, simple y llanamente, que nadie tiene derecho a juzgarse a sí mismo. ¡Nadie puede ser escuchado en juicio, si alega su propia torpeza!
¿Quién va a creer en una investigación patrimonial de las residencias presidenciales o de sus chichimecas palafreneros, de los conflictos de interés en obras o concesiones, de las declaraciones patrimoniales, fiscales o de posibles conflictos, que realice alguien como Virgilio Andrade, habitué de las fiestas, reuniones y saraos de Pepe Meade y Luis Videgaray? Virgilio Andrade, ¿quien ayudó a “cuadrar” las cuentas de Monex, Soriana y sombrerudos de la sierra de Sinaloa y Durango ante el IFE?
Si, efectivamente, Andrade que ha sido recogido del olvido burocrático por el Virrey Videgaray, el mismo que ha causado con sus impertinencias la desolación en estas tierras, y a quien ahora deberá proteger hasta el límite de la abyección.
Si Andrade, quien mide diez centímetros menos que su protector (parece que ya es la medida para todo aquél que busque un cargo) ha sido designado para desmadejar todos los intríngulis de los procesos de licitaciones, cualquiera le puede dar la enhorabuena de que ya no se acostumbran.
En todos los asuntos importantes, el “gobierno” ha declarado que prefiere adjudicar o asignar, ¡para no entorpecer la marcha hacia el progreso! Es la decisión política de alto nivel que legítima las justas adjudicaciones de la constructora (y destructora de la reputación) presidencial.
La Solución: Deshágase de los Corruptos y de los Pen…
¿Para qué tanto brinco, estando el suelo tan parejo? ¿Para enviar un mensaje internacional sobre las duras decisiones del gobierno? ¿Tan pendejos creen que son los decision makers del extranjero? Se ponen “de a pechito”. El león cree que todos son de su condición.
¿Para qué revuelven el agua si no la van a limpiar? Los grados de sofisticación a que han llegado las prácticas corruptas y el cinismo que blinda a sus clases dirigentes en este país no pueden curarse con trámites oficinescos. Son de juzgado penal público, ergástula y condena social por vida.
Requieren un aparato jurídico compacto y eficaz, que pueda fiscalizar y decidir sin empachos, no a uno cuya puerta de salida sea la inútil aplicación de Murillo Karam, cuya torpeza ha sido más que comprobada por casos emblemáticos de corrupción de morralla. ¡Imagínese usted en los grandes!
Ahora, si la idea es seguir pastoreando el gallo y dejar las decisiones en manos de los partidos, vamos ateniéndonos a que juzguen a los corruptos el partido de “entrones” que promete el PRI, los que se cansan de decir que son “de izquierda”, los que “se mueven”, los que detestan a los corruptos, los que son muy verdes y los que van a dar voz a los que no la tienen, según retintinean sus spots de cagada.
Los toluquitas le dan demasiadas vueltas a la noria. Les buscan chiches a las culebras. Mientras sigan así, jamás van a encontrar la hebra. La salida no es por ahí.
La solución siempre la han tenido frente a las narices: es el cambio de gabinete.
Correr a todos. Es demasiado el daño patrimonial y espiritual que le han causado a la Nación . Es monumental el cinismo con que se han robado todo.
Un nuevo equipo que represente algo de este gran país. Sus legítimos intereses económicos, políticos, sociales y culturales. El perfil de su presente y de lo que se desea como futuro. Los rasgos de su proverbial gente.
A falta de imaginación, programa y capacidad de gobierno, eso es lo único que los toluquitas tienen al alcance de la mano. Lo demás, ya se vio, ¡es imposible!
Índice Flamígero: Ya está a la venta el nuevo libro del colega Fabián Giles: Ciné Tica Ni Política: Cuando la Realidad Supera la Ficción. Lo describe el propio autor: “La política y la farándula en México tienen mucho en común. Y juntas podrían contar historias que serían éxitos de taquilla que superarían a las grandes producciones Made in Hollywood. Estos son 36 carteles a todo color que aparecen en la triste cartelera política y que hemos tenido que ver a la de a hu…erzas. La presentación del libro y la inauguración de la exhibición de carteles es el 23 de febrero a las 7:30 PM en La Casa del Cine, ubicada en Uruguay 52, 2do piso. Entre Isabel la católica y Bolívar. Centro Histórico del DF.” Y usted lo puede adquirir en https://itunes.apple.com/mx/book/cine-tica-ni-politica/id962842141?mt=11. Le va a gustar, se lo aseguro.
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