Minipartidos inútiles
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Morena contra la partidocracia
No hay incautaciones en listas
El encanto y la ciencia mayas
Ilustres apellidos al escándalo
Tiene EPN el gabinete errado
Estado de los ESTADOS
Morena contra la partidocracia
No hay incautaciones en listas
El encanto y la ciencia mayas
Ilustres apellidos al escándalo
Tiene EPN el gabinete errado
“Para un gobernante, un día sin aplausos es un día perdido” Jorge Saldaña
El andar de Morena es totalmente diferente. Tuvo que pasar un buen tiempo para que su líder moral, Andrés Manuel López Obrador, tomara la decisión de retirarse del PRD. Se recordará que aún solicitando el registro para esa organización y con expedición de credenciales, el tabasqueño se mantenía dentro del Sol Azteca y aguantó la andanada de críticas que se cernían sobre su persona cada vez que quedaba al descubierto alguna tropelía de los “chuchos”. Según comentan, los que están trabajando para ese partido no buscan por ahora el poder sino la concienciación de los ciudadanos, llevarlos a la reflexión sobre su situación actual, tanto económica como social, para evitar que estallen iras que se conviertan en incontrolables. Es a partir de esa conciencia, que muestran cuáles son los cambios que se ofrecen y que tienen viabilidad.
Ya este partido no tiene necesidad de comenzar, como el PES y el dos veces H, de hacer campaña señalando a los mexicanos cuáles son sus dolencias, todos las tienen debidamente detectadas y las sufren día con día. Las denuncias que de manera casi permanente realiza el ex candidato a la Presidencia, no sólo han demostrado su verdad sino que también han dado cuenta del grado de impunidad que impera en el país y que no parece que se resuelva con la decisión de dar a la Secretaría de la Función Pública un titular oficial que además peina chinitos en la frente, sino que requiere de una cirugía mayor, de una que abarque tanto al Ejecutivo como al Legislativo y al Judicial. A los órganos de gobierno pero también a los que desde hace años y, dentro de la iniciativa privada han venido fomentando esa corrupción y obligando a crear auténticas mafias, cofradías con complicidades inenarrables.
Tal parece que no puede ni debe seguirse transitando sin antes revisar que la brújula se encuentre en perfectas condiciones. El ir de un extremo a otro, dar saltos, brincos, de repente soportar caídas hasta casi el fondo, no garantiza al país ningún sano desarrollo y mucho menos estabilidad. Ahora ya no sólo se trata de generar inquietudes a nivel federal sino que, no conformes, éstas llegan a las entidades, a los puntos donde se esperaban cambios de fondo que impidieran, en un primer punto, la forzada migración de decenas de miles y miles de familias que no encuentran ningún futuro en sus lugares de origen y se lanzan a otros Estados donde terminan siendo expulsados porque también el empleo es escaso. Reuniones van y vienen y se publicitan con la intención de no despertar mayores zozobras; garantizan una y otra vez que no habrá afectaciones con los recortes que se han anunciado. Sin embargo y en vista de que lo que prevalece es la incredulidad, la duda, cual fantasma permanente, se niega a salir de los hogares y de las oficinas, las fábricas, las construcciones y hasta de los mercados.
Hoy por hoy valdría la pena dar una buena revisada a los hechos de los últimos dos años y estar ciertos de que haciendo lo mismo se tendrán los resultados que sólo hablan del fracaso y del rechazo que éste provoca en los ciudadanos quienes, al final, pagan todas las facturas.
REGRESO A LAS RAICES
Es difícil, cuando no imposible, determinar en qué momento empezó el alejamiento en algunas entidades de sus raíces; que los llevó a dejar atrás, a pretender olvidar pasados que son motivos de gran orgullo. Eso ha llevado a que en las zonas centro y norte del país, principalmente, se relegara a las comunidades indígenas, que incluso sólo se les utilizara en el discurso, para los eventos especiales, para hablar de usos y costumbres y de un respeto que se ha visto están muy lejos de sentir. Y no es una ni dos, son prácticamente la mayoría de las culturas que se desarrollaron en nuestro territorio.
La excepción que viene a confirmar la regla la encontramos en la cultura maya, con todo ese reconocimiento que tiene a nivel mundial es imposible no voltear los ojos hacia quienes se han encargado de mantener incólumes sus usos, sus costumbres, su pasado religioso aunque tengan también presente la evangelización. Están sus centros ceremoniales, los vestigios indestructibles de sus antepasados; las aportaciones a la humanidad que no han logrado ser rebasadas por la tecnología. Y esa admiración la llevan consigo los quintanarroenses y, de entre ellos, quienes han llegado al poder estatal se han visto comprometidos a mantener el respeto, a llevarles las condiciones de bienestar que ellos reclaman y no las que desde un escritorio se pretenden imponer.
Ha quedado muy claro que en los últimos años se ha puesto una puntual atención a este rubro, al del respeto. No se ha pretendido y lo celebramos, que vivan los descendientes directos de esos iluminados como lo hacemos los que nacimos en el pavimento, en las zonas urbanas. Ellos tienen sus demandas, sus necesidades, lo que requieren para mantenerse con esa felicidad que admira a propios y extraños. Tal parece que la sabiduría les viene de nacimiento, forma parte de su ADN, es congénita. Quintana Roo tiene fuertes raíces indígenas provenientes de la etnia maya y en sus principales asentamientos, Felipe Carrillo Puerto, José María Morelos, Bacalar, Tulum y Othón P. Blanco, y se ha puesto especial atención en la culminación de programas que, sin afectar ni su estatus de vida ni el natural, les arrojen la consolidación de sus actividades, les permitan la comercialización de sus productos, llevar infraestructura que les permita integrarse regionalmente con sus pares.
Hablaron de una nueva zona cultural con mascarones mucho más grandes que los que aparecieron en Kohunlich Y ni qué decir de la conservación de la lengua maya, de su difusión a través de la radio y la televisión, donde el gobierno giró la orden para que en sus medios se hagan traducciones casi simultáneas de todas las noticias y de gran parte de la programación. Para Roberto Borge, desde su llegada al gobierno, representó un reto mantenerse con gran respeto por estas etnias, por sus comunidades. La primera garantía que se ofreció y se cumplió ha tenido que ver con el respeto a los derechos humanos en todos los órdenes y, no hubiese podido ser de otra manera ya que no sólo es nativo de esas tierras, sino que está más que consciente de que su reconocimiento es internacional y que cualquier alteración a su sistema de vida, a sus usos y costumbres, a su entorno tanto espiritual como material, sería desastroso para otro de sus objetivos que le mantienen más activo que nunca: los atractivos turísticos que mantienen a Quintana Roo en un primer sitio y que brindan a sus pobladores la certeza de un empleo seguro y la tan ansiada seguridad patrimonial.
Sigue siendo la palabra respeto, la gran clave de un buen gobierno.
DE LOS PASILLOS
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