Pronunciamiento de frases incoherentes

¡¡Exijamos lo Imposible!!

EPN, solitario en el palacio

Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Expresiones y perspectivas, alteradas
Ordenes y reglamentos no se cumplen
Ayotzinapa, reclamo vigente, actuante
Villanueva liquida esfuerzos en Q. Roo
China: serán dueños del mundo y agua

“Al vencido nadie le aplaude”.- Yo

Es muy difícil definir si Enrique Peña Nieto tiene mala suerte, un mal fario, está salado, le hicieron mal de ojo, padece de una fuerte hechicería o ha concentrado en su persona tal cantidad de envidias que los tropezones no cesan. Alguien debe ser culpable de su comportamiento que es el que lleva a las malas decisiones, al pronunciamiento de frases incoherentes, a la exhibición de un país inexistente, a las expresiones de promesas que, con la información que debe tener a su alcance, sabe que nunca podrán llevarse a cabo, cumplirse. Aunque también podría estar influyendo la dosis de algún medicamento que, posterior a la operación a la que fue sometido y para hacer que su tiroides se comporte equilibradamente, alteran su visión de la realidad, no le indican “en dónde está parado”.

La expresión vertida al término de la presentación del nuevo titular de la Secretaría de la Función Pública, misma que ha dado la vuelta al mundo en las redes sociales, afirmándose asimismo que los periodistas no aplauden, es la mejor muestra del desconocimiento sobre lo que puede esperar de sus mensajes y de quienes lo captan en vivo o a través de las pantallas o los distintos medios informativos. Dar el visto bueno al lugar donde finalmente se instalaría el lábaro patrio, es otro punto que lleva a la garantía de la ignorancia sobre el lugar “donde está parado”. Y, cuando no se sabe en dónde se está parado, todo puede suceder. No se había visto que un primer mandatario estuviera presente en un salón de actos sin que todo estuviese en orden, que permaneciera parado, estático, viendo cómo acondicionaban el sitio y hasta dando instrucciones a los elementos del Estado Mayor encargados de estas tareas.

¿Qué hacía que no se retiraba? ¿Qué pasó que nadie le informó que aún estaban en el proceso de instalación? Nadie sabe y todos se culpan. Sólo nos falta conocer que tiene quien le haga indicaciones muy puntuales de conducción y que sea este responsable el que diga “se me salió en un descuido”. En todas las ruedas de prensa en las que he estado presente, que no han sido pocas, y en las que no he asistido, jamás se ha brindado un aplauso al exponente, sea quien sea. No imagino en la lectura de un comunicado conjunto de dos mandatarios, entre ellos el de México, aplaudiendo a los de La Jornada, Proceso, Reforma, Financiero, Milenio, Excelsior, bueno ni siquiera a los de Televisa ni a los de Azteca, después de la lectura o al finalizar las sesiones de preguntas y respuestas.

Son estos los pequeños pero muy significativos e importantes detalles que nos llevan a dudar sobre el estado de salud del primer mandatario. Porque su círculo íntimo ha quedado dividido en tres. En el primero aparecen solamente tres personajes: Luis Miranda, Aurelio Nuño y David López, quien ha preferido un bajo perfil para poder desempeñarse, según él, de manera más eficiente fuera de reflectores. En el segundo: Jesús Murillo Karam, Miguel Ángel Osorio Chong, Benito Neme, Luis Videgaray, Emilio Lozoya, Emilio Chuayffet, Gerardo Ruiz Esparza. Ya en un tercer término está la Rosario Robles, Pedro Joaquín Coldwell, Claudia Ruiz Massieu, Alicia Bárcena, José Antonio Meade, Alfonso Navarrete Prida. Los de utilería son: doña Angélica Rivera, Juan José Guerra Abud, Idelfonso Guajardo, Alfredo del Mazo, Enrique Martínez y Martínez, Mercedes Juan López, Virgilio Andrade, Jorge Carlos Ramírez Marín, Y los indeseables pero indispensables: el titular de SEDENA Salvador Cienfuegos Zepeda y el de Marina, Vidal Francisco Soberón, así como Manuel Mondragón y Kalb y Monte Alejandro Rubido. Humberto Castillejos Cervantes, más que al servicio del primer mandatario dentro de la Consejería Jurídica, lo está para el equipo, es por ellos por quienes es consultado permanentemente, ya que ninguno domina la ley y mucho menos busca respetarla sino encontrar los vericuetos para todo lo contrario.

Sobre la situación real que priva en torno al titular del Ejecutivo, sólo saben la verdad: Miranda, Nuño, la Rivera, Videgaray y los Neme. Habrá que estar muy atentos en los eventos siguientes, en los cuales sin duda va a privar el silencio y el retiro inmediato de los escenarios. Algunos tomarán en cuenta que las formas son de fondo y que algo debe estar sucediendo contra los gobernadores que las actitudes han cambiado. En estos casos hay que tomar en cuenta los antecedentes porque lo que hay es lo que se ve y en ello aparece ya, de manera inocultable, la delgadez, el maquillaje que es ya de uso permanente y la mirada que, en más de una ocasión se antoja ausente y sólo fija cuando se trata de dar lectura al prometer.

Las presiones, visto está, son muchas, demasiadas se diría, para que puedan ser soportadas por una sola persona que, además, ha visto disminuida su vanidad, derrumbada su autoestima ante tantas críticas y calificativos internacionales, con escándalos graves sobre los hombres y muchos dedos apuntándole directamente. Y lo que no se ve es que se cuente con un equipo que esté dispuesto a lograr que todo esto disminuya, ocupado en lograr la puesta en marcha de soluciones que aminoren el mal estado de las cosas sino todo lo contrario, empeñados en marcar un mandato con una corona monárquica nunca antes aceptada. El colmo ha sido la elección del titular de la Función Pública y el anuncio de las tareas que debía realizar de manera inmediata.

¿No pudieron encontrar algún abogado o personaje con peso moral reconocido? ¿Alguien que no tuviera que recurrir, el mejor estilo de Herodes, a los chinitos sobre la frente? ¿Una gente con estatura por lo menos similar a la del mexiquense para que no se viera tan disminuido en todos los aspectos? ¿Se negaron a indicarle que no hiciera ninguna inclinación que demostrara total obediencia al monarca, tal y como lo hizo? ¿Tampoco pudieron hallar otro feo, pero que tuviera la cara de gente seria y hasta de mala y no a este que parece perverso y extraviado querubín, con todo lo que ello indica? ¿A quién o a quiénes están beneficiando todos los tropiezos de Peña Nieto? Hoy sí que, sin que se trate de una metáfora, Peña Nieto es “el solitario en el Palacio” y además, enfermito.

Aunque de lo que si podemos estar seguros es que son muchos, decenas, los jefes de Estado, los primeros ministros, los presidentes que envidian a su homólogo mexicano que lo mismo puede estar presente en el Super Bowl a través de la cantante que más se identifica en el presente con los jóvenes como es Katy Perry hablando de los desaparecidos de Ayotzinapa, que con grandes críticas en la mayoría de los principales diarios del mundo con este caso o con los miles de desaparecidos, o con las torturas, o con las desapariciones forzadas, o con las actividades del narco o por la “casa blanca”, o la de Ixtapan de la Sal o la de su titular de Hacienda, o por los salarios excesivos que recibe su gabinete o por la impunidad de funcionarios y gobernadores, sin que le pase nada, sin que su pueblo accione y reaccione en su contra y lo saque de la casa de gobierno y del país. Nada le pasa, pero no sólo a don Enrique, sino a ninguno de los anteriormente mencionados y a sus empresarios cómplices. Y nada es nada y eso sí que debe tenerlos intrigados y ansiosos de convertir a sus pueblos en la masa de sumisión que observan en el mapa cuando sus ojos se posan en el “cuerno de la abundancia”.

VERBORREA ABUNDANTE

Resulta que en la ceremonia de celebración del 98 aniversario de la promulgación de la Carta Magna de 1917, la cual ha sido reformada y parchada en un sinfín de ocasiones, se reunieron los representantes de los Tres Poderes encabezados, obviamente, por el Ejecutivo y seguido por el Legislativo y Judicial. También se presentaron los gobernadores, los líderes parlamentarios, líderes de partidos, integrantes de lo que llaman órganos autónomos, pero en los que todas sus dirigencias aparecen en las nóminas gubernamentales. Habló el mexiquense de que nuestra Constitución nos “permite ver, desde ahora, un país que aprovecha todos sus recursos energéticos para impulsar su crecimiento. Un México donde se extrae petróleo en aguas profundas; donde los gasoductos elevan la competitividad de las industrias y regiones; donde los campesinos cuenten con fertilizantes nacionales y reciban una renta por el aprovechamiento de sus tierras”.

¿Y cómo es que el señor que le hace los discursos omitió señalar que todo ello merced a la inversión extranjera, cuyas empresas también comparten con este próspero país todas las ganancias y que los ciudadanos, dadivosos como somos, les dejamos un porcentaje infinitamente mayoritario conservando solo aquello que nos permite sobrevivir y a cambio recibimos el aplauso mundial y las consideraciones de ser la nación globalizada con más y mayores aportaciones a las riquezas que ningún otro? ¿Por qué no dijo que los fertilizantes nacionales también serán fabricados por extranjeros y que no sólo tenemos petróleo sino que demostrado está, la riqueza de nuestro subsuelo marcada por el oro, la plata, los minerales, ha servido para que otras naciones liquiden sus deudas y progresen porque somos incapaces de cobrarles un impuesto lógico por su explotación? Y agregó en esa palabrería que “es el México que todos estamos construyendo”. Yo no, ¿y usted?

Pero en eso de hablar nadie los detiene, los del Legislativo y los del Judicial representados por Miguel Barbosa, perredista y Luis María Aguilar –impericial- advirtieron de manera enérgica –lo cual causó un gran pavor- que están en contra de cualquier viso de corrupción en la función pública. Les faltó decir que para ello ya tienen al súper héroe de un metro con 10 centímetros que responde al nombre de Virgilio y que ya empezó por advertir que lo que le pidió el Presidente no se puede y con ello demuestra que no está al servicio de Ejecutivo sino todo lo contrario, en su contra, dejándolo en un ridículo mayor que el que se esperaba cuando reportara que no había conflicto de interés en la compra de propiedades hecha por el mismo, por su esposa y por su pilar derecho: Luis Videgaray.

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