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Venta de gasolinas ya es un impuesto
MEXICO, D.F., febrero 1 (EL UNIVERSAL).- La venta de la gasolina en México dejó de ser un costo para las finanzas públicas y se convirtió en un impuesto que, al menos en diciembre, dejó una recaudación de 4 mil 989 (mdp) millones de pesos al gobierno federal, de acuerdo con cifras de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP).
Esta es la primera ocasión en 66 meses que la comercialización de este combustible ya no implica un subsidio a favor de los consumidores, lo que para el erario representaba una erosión para las finanzas públicas.
Una coyuntura asemeja a lo ocurrido en junio de 2009 y en diciembre de 2014 por bajos precios del petróleo.
México importa alrededor de 50% de las gasolinas que se consumen en el país. Al adquirirlas a un precio más bajo y venderlas sin traspasar ese efecto, obtiene una ganancia favorable que se observa en la recaudación.
Comprar un galón de gasolina en Estados Unidos representó, en promedio, un gasto equivalente a 36 pesos para los consumidores de ese país durante diciembre de 2014.
En cambio, en México adquirir la misma cantidad del combustible le salió en 50 pesos.
A pesar de que el efecto positivo para las finanzas públicas solo se dio en diciembre, los 11 meses anteriores continuaron siendo negativos, por lo que en el acumulado aún representó un costo para el erario.
De acuerdo con el informe de finanzas públicas de 2014, el gobierno federal tuvo que destinar 37 mil 211 millones de pesos para subsidiar la venta del combustible a los consumidores.
Aun así, se trata del año menos costoso, sobre todo si se compara con lo ocurrido en 2008 y 2012 cuando el impacto de este apoyo generó un boquete superior a los 220 mil millones de pesos en cada uno de esos años.
La SHCP expresó, en diversas ocasiones, que el apoyo al precio de las gasolinas y el diésel causa distorsiones a la economía, pues se generan incentivos para el consumo de un bien con impactos negativos en contaminación y congestión vial.
Además, en reiteradas ocasiones aseveró que quienes se beneficiaban de este apoyo eran las personas de mayores ingresos, ya que 20% de la población con más altos recursos absorbía más de 60% del subsidio, mientras que el 20% con los menores ingresos solo obtenía 3%.
El gobierno federal decidió concluir con la política de deslizamiento a los precios de los combustibles, conocido popularmente como el gasolinazo, y dio paso a un solo ajuste al año indexado a la expectativa de inflación, mismo que entró en vigor este 2015.
El alza en el combustible fue de 1.9%, por debajo de la meta de inflación del Banco de México de 3%.
De hecho, la SHCP prevé acabar con el subsidio a la gasolina este año, pues de acuerdo con la Ley de Ingresos de la Federación, por la venta de ese combustible prevé obtener de 5 mil 857 millones de pesos, casi el equivalente a lo que obtuvo en diciembre de 2014.
Si los precios del petróleo permanecen por un periodo más prolongado en los actuales niveles, es posible que la recaudación por la venta de gasolinas sea superior a lo esperado en la Ley de Ingresos.
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