Por Esto!
Falso que la Derecha tenga estructura
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Ni qué decir tiene que el PRI no existe, no como el partido vertical que contaba con sectores sociales muy definidos que se encargaban de arrasar en las urnas ante la inexistencia de una verdadera oposición. El golpe de Estado de la tecnocracia neoliberal en 1982 acabó con esa añeja organización, no de un solo manotazo, es cierto, sino con medidas eficaces que liquidaron la sectorización corporativa, para dejar libre el camino al proyecto de una burocracia al servicio de intereses trasnacionales. El PRI de la actualidad es una agencia de la oligarquía sin un real compromiso con sus bases.
La Confederación Nacional de Gobernadores (Conago), suplió la falta de dirección del gobierno federal, con un éxito notable; sin embargo no fue en beneficio de la sociedad, como lo demostró la propia realidad, sino de los ejecutivos estatales conforme a sus recursos y capacidad organizativa. Nunca antes los gobernadores tuvieron tanta libertad, tantos recursos incluso para crear sus propias redes de control político, situación que debilitó a los partidos, principalmente al PRI como partido mayoritario. ¿Cuál estructura tiene realmente el partido tricolor? No es otra que su capacidad para comprar votos, comprar conciencias, aprovechar la indignante pobreza de las clases mayoritarias.
Sin dinero el PRI no es nada, no podría convocar a nadie que fuera ajeno a las dirigencias. Sin embargo, como aún cuenta con amplias posibilidades para comprar votos, puede darse el lujo de sostener que cuenta con una “estructura”. Nada más falso, nada más engañoso, nada más demagógico. El binomio PRI-PAN, acompañado del Partido Verde, es un conjunto de cúpulas al servicio de intereses mezquinos que tienen al país al borde de un dramático estallido social. Claro que han aprovechado eficazmente la perenne división de las fuerzas de izquierda, misma que han contribuido a fortalecer como lo prueba el éxito logrado con Los Chuchos. Tal comportamiento no es de ahora, por supuesto, sino de los propios orígenes históricos de las organizaciones de izquierda con clara tendencia socialista y marxista. En la Secretaría de Gobernación siempre ha habido una oficina dedicada exclusivamente a espiar a las organizaciones contestatarias.
De ahí la obligación de las organizaciones progresistas de cerrar filas para evitar que la derecha siga teniendo éxito en la tarea cotidiana de frenar los avances de la izquierda consecuente y patriótica, en este momento representada por el Movimiento Regeneración Nacional (Morena). Esta es la hora de actuar con un sentido crítico de la Historia, porque ya no habrá nuevas oportunidades si fracasara una necesaria unidad en torno a principios y programas progresistas y de una clara orientación democrática participativa.
Es preciso demostrar que la derecha carece de una estructura concreta, que lo único que tiene son recursos que le roba a la propia sociedad mayoritaria. Lo único que hace falta es abrirle los ojos al pueblo, hacerle ver que es una actitud masoquista, irracional, dejarse manipular por sus verdugos.
(guillermo.favela@hotmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario