Lograrán prohibir las marchas los ineptos?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Un solo paquete

María Teresa Jardí

No podemos dejar de exigir la explicación sobre lo ocurrido con cada uno de los desaparecidos, que quieren volver a llamar “levantados”, en aras de borrarles el rostro y el paso como seres humanos por la vida; “levantados” sin nombre ni apellido, que no por eso dejan de tener madre, padre, abuelos, hermanos, amigos...

Ayotzinapa es apenas la punta del iceberg de un Estado podrido por los que se han arrogado el derecho de manejar la “política” convertidos en mafiosos y sin entender que la política es un arte que demanda sensibilidad e inteligencia. Brutos ensoberbecidos, majaderos, ladrones, sin un ápice de piedad por el otro que siente el dolor por sus hijos asesinados sin razón y forzadamente desaparecidos... Instauradores de una barbarie que horroriza al mundo. Canceladores de la vida digna para millones de mexicanos que tienen como único crimen el de haber nacido en un país convertido, por mexicanos traidores a cambio del permiso para robar y robar y robar al pueblo, en patio trasero del imperio yanqui. Impresentables impunes que justifican la trata de blancas y el feminicidio. Que ejecutan sin piedad personas e instituciones. Individuos sin ética ni principios ni valores. México está hoy en manos de canallas que lo han convertido también en un gran casino. Un país convertido en cementerio de pobres. Cementerio en el que también se revuelcan clamando justicia los compas centroamericanos que se adentran en busca de llegar al imperio como sueño vendido de una vida digna y posible.

El PRI y el PAN “desempolvan” una iniciativa para prohibir las marchas, acompañados de sus verdes/panales y sus chuchos fingen que no la aceptan de acuerdo con el papel que les toca. 

La dictadura, que afecta también a los migrantes, a quienes no debemos olvidar, porque a su paso por México sufren toda clase de cruentas vejaciones. Vejaciones que pasan por la tortura y violación sexual y la pérdida de la vida y el entierro, sin respeto a la dignidad, en fosas comunes del gran cementerio, en que lo han convertido traidores, repito, y no debemos olvidar nunca que son traidores, porque amén de que deben pagar por sus crímenes atroces: los Salinas, los Zedillo, los Fox, los Calderón y los Peña Nieto, deben pagar por la traición a la nación mexicana que no merece el fraude y la compra de votos que los sienta en la silla de un Ejecutivo esperpéntico y que ha perdido del todo el prestigio. 

Los mexicanos hoy despertamos lástima y horror en el extranjero y miedo despierta todo cuanto aquí ocurre, cuando antaño nos envidiaban como cabeza a seguir de una América Latina libre y soberana.
Van camino de lograr prohibir las marchas los canallas empresarios beneficiados con el regalo de los bienes del pueblo, por traidores que no merecen ni perdón ni olvido. 

Y también las caravanas van a prohibirse. Las caravanas de madres, padres y hermanos provenientes de Nicaragua, Honduras, El Salvador y Guatemala... que en busca de sus hijos migrantes se adentran en nuestro país rumbo al Norte. 

“... La mayoría son madres, quienes sin tomar en cuenta riesgos ni cansancios... apoyadas por más de cien grupos integrados por organizaciones civiles, asociaciones, albergues y personas que se acercan a extender una mano amiga y fraternal... La décima Caravana de las Madres Centroamericanas inició en Tenosique, Tabasco, el día 20 de noviembre, fecha histórica de nuestra Revolución Mexicana y jornada de movilización nacional por los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, causa con la que las une el común denominador de las dolorosas desapariciones sin respuesta... Hace ya 10 años que denuncian las violencias que padecen los migrantes en este territorio minado que es México, convertido en una gigantesca fosa clandestina para quienes huyen en una migración forzada por la violencia estructural extrema, económica, política y social que expulsa de sus tierras a hombres, mujeres y niños por igual cuando no pueden soportar las condiciones que obligan a la gente a no luchar más por derechos y calidades de vida, porque ahora tienen que luchar por la vida misma...”.