Políticos delincuentes peores q los rateros

¡¡Exijamos lo Imposible!!

Por Esto!
Nos han estado gobernando asesinos y rateros

Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

1.- Al menos en dos noticieros alemanes. En noticieros de la Radio-Francia Internacional desde la heroica y encantadora París, y en otras transmisiones por radio y en medios impresos de la mayor parte de Europa, incluso de Japón, y con nuestros temibles vecinos del Norte, han estado informando sobre el vil secuestro de los 43 estudiantes de la Normal Rural de Ayotzinapa, en el Guerrero convertido desde hace medio siglo, en cementerio clandestino donde los delincuentes comunes y corrientes y los delincuentes con uniforme de policías, soldados y cargos públicos: municipales y de los tres poderes guerrerenses, han enterrado a sus conciudadanos. El reportaje de Vania Pigeonut, titulado: Un estado que se volvió cementerio (El Universal: 27/XI/14), es, apenas, una aproximación del macabro drama de esa entidad que le dio a los mexicanos la Gloriosa Revolución de Ayutla (1854), para quitarnos de encima a los primeros delincuentes disfrazados de políticos, con Santa Anna a la cabeza y su cártel de criminales. Mucho más debe la historia nacional a los guerrerenses, cuyo pueblo, otra vez ha caído en manos de sanguinarios en calidad de gobernantes y funcionarios.

II.- A lo que voy es a la descomposición actual del sistema presidencial, cuyo colofón es el peñismo salido de las entrañas del más maldito de los priísmos: Atlacomulco. A partir de 1946, con Miguel Alemán, se empezó a pervertir ese poder sangriento y antidemocrático, y se inició el arribo de delincuentes para robar, despojar, hacerse millonarios y construirse mansiones como la de los esposos Peña-Rivera. No es la primera corrupción y no será la última si los mexicanos no paramos a los cárteles que llegan a los cargos públicos por medio de una representación viciada ya de origen, y que necesita la inyección de las intervenciones directas de los ciudadanos: sus estudiantes como los del Instituto Politécnico Nacional, la Universidad Nacional Autónoma de México; y ahora las escuelas privadas, en un recorrido del 68 al 2014; sus campesinos e indígenas víctimas siempre en Acteal y la rebelión chiapaneca con el matón de Zedillo, y toda la sociedad civil harta de que nos estén desgobernando delincuentes.

III.- Y delincuentes peores que los rateros, que los narcotraficantes, que los sicarios, pues los “políticos” y la burocracia administrativa en los estados, municipios y el mal gobierno federal, junto con sus jueces, magistrados, ministros, ministerios públicos, han desgraciado a la Nación y la tienen al borde de otra Revolución, si es posible sin derramamiento de más sangre, para deshacernos de los malos gobernantes. Los mexicanos estamos hartos de que nos desgobiernen puros delincuente disfrazados de legisladores, presidentes municipales, gobernadores y presidentes de la república a la que han llevado al límite. Es necesaria la irrupción de la democracia directa para cuestionar a la representativa que en su versión actual para nada sirve. Ha llegado el momento de impedir que los delincuentes aparezcan en las boletas electorales y se les legitime en las urnas. Ya basta de tolerarlos.

cepedaneri@prodigy.net.mx