Emilio Lozoya Austin, director de Pemex
¡¡Exijamos lo Imposible!! Homozapping
Primera parte del reportaje publicado originalmente en la edición 1907 del semanario Proceso.
Pemex-Siemens, la caja de Pandora
(Primera parte)
Jenaro Villamil
Al llegar a la dirección general de
Pemex, en diciembre de 2012, Emilio Lozoya Austin se encontró, entre el
cúmulo de litigios, deudas y expedientes de corrupción heredados de la
anterior administración, uno con carácter de urgente: el pago por 311
millones de dólares al consorcio extranjero Conproca (Consorcio Proyecto
Cadereyta), formado por la compañía coreana SK Engineering, dueña del
80 por ciento, la alemana Siemens AG, con 15 por ciento de las acciones,
y la mexicana Tribasa.
Su antecesor Juan José Suárez Coppel le
dejó a Lozoya Austin el pendiente del pago, en cumplimiento del laudo
definitivo de la Corte Internacional de Comercio (CIC), con sede en
París, que el 11 de enero de 2012 le ordenó a la paraestatal mexicana
pagar 282.1 millones de dólares a Conproca, más gastos financieros e
impuestos, tras diez años de litigio entre Pemex y el consorcio formado
por las empresas coreana y alemana.
Asesorado
por sus abogados, Lozoya Austin decidió evadir el pago del laudo y
comenzar un litigio ante la Corte de Distrito Sur de Nueva York, once
años después de iniciado el juicio arbitral, y quince años después de la
licitación para la remodelación de la refinería de Cadereyta, Nuevo
León, considerada uno de los proyectos más ambiciosos y costosos de
Pemex.
Pemex demandó al consorcio privado
extranjero por presuntos actos de soborno para obtener el pago de los
costos adicionales, incumplimiento en el contrato de remodelación de la
refinería y “por transferir millones de dólares a la cuenta bancaria de
Conproca en Nueva York”, amparándose en la llamada Ley RICO (Rackeeter
Influenced and Corrupt Organizations Act), que permite resolver hechos
de corrupción de empresas radicadas en la ciudad norteamericana.
En cinco meses de desahogo de pruebas y
testigos, en vísperas de que el juez neoyorquino decida si hay materia
para este juicio –se prevé que será el próximo 23 de mayo–, Pemex
arreció su litigio en medios mexicanos, especialmente a través de los
espacios informativos de Televisa, reviviendo expedientes de corrupción
de Siemens de 2008 que no estaban relacionados con el caso de Conproca,
provocando una crisis de confianza entre los inversionistas de Alemania
ante la falta de “certeza jurídica” por el desconocimiento del laudo de
la corte de París, y abriendo la caja de Pandora sobre la corrupción al
interior de la paraestatal petrolera durante los doce años de gobiernos
panistas.
Las acusaciones de Pemex han resultado
contraproducentes para la propia paraestatal porque ha mezclado
expedientes, con confusión de fechas y responsables, revivió un presunto
acto de soborno por 2.6 millones de dólares del empresario y consultor
Jaime Camil, quien ya había sido exonerado por la Secretaría de la
Función Pública en noviembre de 2012 (expediente DE/118/2008/NA/81),
involucró al ex dirigente nacional panista y ex abogado general de
Pemex, César Nava, a partir del testimonio de un ex ejecutivo de la
empresa alemana, ha filtrado a la prensa documentos para recordar actos
de corrupción de altos ejecutivos de Siemens y de la coreana SK
Engineering, que no están relacionados con el caso de Conproca y, sobre
todo, provocó el contrataque de los alemanes y coreanos.
Para inversionistas y observadores alemanes, consultados por Proceso,
el caso de Cadereyta ha provocado una “crisis de confianza” con el
nuevo gobierno de Enrique Peña Nieto y puede mandar una “muy mala señal”
para futuras inversiones alemanas en los rubros automotriz.
El revire contra Pemex y el Caso Camil
Hasta el pasado 15 de mayo, tanto
Siemens México como la empresa coreana SK Engineering habían rechazado
hacer pública su posición frente al litigio de Nueva York y dejaron que
toda la información publicada fueran versiones filtradas por Pemex.
El 8 de mayo, Pemex presentó una
ampliación de su demanda, afirmando que un ex empleado de Siemens relató
actos de corrupción e involucró a cinco ex funcionarios más de la
paraestatal en la aprobación de pagos irregulares y un supuesto soborno
ocurrido en 2004.
Entre esos funcionarios, Pemex señaló a
César Nava Vázquez, ex dirigente nacional del PAN y abogado general de
la paraestatal entre 2001 y 2003, a quien acusan de ser responsable de
la liberación de 17 pagarés por un total de 2 mil 60 millones de dólares
a favor de Conproca.
Nava Vázquez afirmó a través de una
misiva pública y en distintas entrevistas que su gestión como abogado
general de Pemex fue de octubre de 2001 a octubre de 2003, y los hechos
que se le imputan se habrían realizado en 2004, “lo que rebasa y
contradice la más elemental lógica”.
La respuesta más dura provino de
Conproca. En un comunicado de 4 cuartillas, el consorcio finalmente dio
su versión sobre los hechos y acusó a Pemex de haber cambiado sus
argumentos “tres veces”, haciendo constar la debilidad de los mismos:
“Primero habló de sobornos para la
obtención de contratos. Después explicó que los sobornos se habían dado
durante el proceso legal ante la CCI (Corte de Comercio Internacional)
para que la información presentada ante la corte favoreciera a Conproca.
Ahora argumenta que los sobornos se dieron durante el proceso de
proyecto para que se le autorizaran sobrecostos a Conproca”.
Desde enero de este año, en la primera
parte de la demanda de Pemex en Nueva York salió a relucir el nombre del
empresario Jaime Camil, contratista y consultor vinculado a Pemex y a
Siemens, como uno de los presuntos artífices de un soborno por 2.6
millones de dólares a un “alto funcionario” de Pemex para que autorizara
la ampliación los pagos a Conproca.
El nombre de Camil se mencionó en notas
de prensa y de Grupo Televisa, a partir de información proporcionada por
Pemex. El acaudalado contratista, identificado antes como uno de los
amigos más cercanos del recién presidente Enrique Peña Nieto, es
señalado como una de las piezas claves del alegato de la paraestatal.
Extraoficialmente, fuentes internas de Siemens, consultadas por Proceso en febrero de este año, calificaron
como un “método inaceptable” que se mezclara a nivel de medios masivos
de información el contrato de la empresa alemana con Camil, en fechas
distintas al supuesto soborno, con el caso de Conproca.
Públicamente, el 15 de mayo Conproca aclaró así su relación con Jaime Camil:
“De acuerdo a Pemex, la alemana Siemens
contrató al consultor Jaime Camil, al que pagó 2.6 millones de dólares
para que le ayudara a solventar los reclamos de sobrecostos de la
paraestatal, argumentando que dicho dinero fue utilizado para ganar la
anuencia de funcionarios de Pemex a favor del pago de sobreprecios a
Conproca. De acuerdo a la paraestatal, como consecuencia de esto se dio
una supuesta instrucción para impedir que Pemex ejecutara cartas de
crédito o garantías a su favor, se acordaron convenios para el pago a
Conproca por los sobrecostos generados y finalmente se pagó al consorcio
los adeudos por dichos sobrecostos.
“Los argumentos de Pemex no están
respaldados en pruebas fehacientes y muestran inconsistencias
importantes en las fechas. Siemens hizo pagos a un consultor
–respaldados por un contrato y las facturas correspondientes– en octubre
y diciembre de 2004, es decir, 4 años después de que Conproca
presentara las pruebas de los sobrecostos, aproximadamente 3 años
después de que se formalizaran los convenios, que a juicio de Pemex
soportaran el pago a Conproca y 2 años después de que Pemex realizara el
pago a Conproca de sus adeudos por sobrecostos”.
Por otro lado, Proceso tuvo
acceso al expediente DE/118/2008/NA/81 de la Secretaría de la Función
Pública en el que se da por concluida la investigación en torno a
presuntos sobornos de Siemens a través de su representante Jaime
Federico Said Camil Garza.
El expediente, de noviembre de 2012,
señala que el pago por 2.6 millones de dólares que recibió Camil Garza
“no pudieron ser vinculados a personal alguno de Pemex”.
“No se contó con elementos que
permitieran definir quién era el supuesto alto funcionario al que
presuntamente Jaime Federico Said Camil Garza le habría entregado parte
del dinero recibido por Siemens”, concluyó la SFP.
En respuesta, Pemex reviró el 16 de mayo
recordando que en 2008 la Securities Exchange Commision de Estados
Unidos (SEC) le impuso a Siemens una multa por 1,400 millones de
dólares, una de las más altas en la historia, por prácticas corruptas en
varios países, “incluyendo a México”.
También recordó que el ex presidente del
Consejo de Administración de la empresa coreana SK Engineering, Chey
Tae Won, fue encarcelado en enero de 2013 por fraude y ya antes había
estado preso por malversación de fondos.
Pemex identificó a su denunciante como
Peter Paul Muller, ex director jurídico de Siemens México, quien declaró
el 6 de mayo ante fiscales de la PGR señalando que la empresa alemana
sobornó a personal de Pemex para cubrir los sobrecostos de Cadereyta y
señaló al empresario Jaime Camil como parte de esta simulación para
ocultar el pago de 2.6 millones de dólares.
Muller dijo que vio los recibos por 2.6
millones de dólares presentados por Camil, autorizados por el entonces
director financiero de Siemens México, José Querubín.
Continúa mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario