¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Obama y las “bestias” como el gran atractivo de su pisa y corre
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
Fox
invitó a Ronald Reagan. Dos mediocres actores. López Mateos al
temerario provocador de la todavía potencial Tercera Guerra Mundial
Kennedy. Ahora Obama, con tendencias a la Bush, aceptó la invitación
peñista jurando no entrometerse en nuestro país, plagado de agentes de
la DEA y la CIA, con una Embajada que en sus portales puso la pregunta:
“¿Quieres saber más de la “bestia”?, como el gran atractivo que explotó
Televisa con su locutor (ya con cirugías plásticas en la cara) López
Dóriga, alabando el comunicado insulso de los presidentes.
Dos “bestias” trajo el equipo de seguridad de Obama, casi 20 automóviles
con un arsenal y la aparatosa escolta que puso Peña a su invitado;
quien como que todavía no sabía cuál es la “estrategia” peñista para
combatir la inseguridad. Los locutores de Azcárraga decían una y otra
vez: “La bestia de Obama”. Sabiéndose protegido, Obama andaba “como Juan
por su casa”. Se invirtieron millones de pesos para atender a su
comitiva de 500 funcionarios, más los pistoleros que hacía un mes
estaban en nuestro país. Peña fruncía el seño para captar lo que habló
Obama, y trataba de no causar molestias. Pero, las “bestias” se llevaron
toda la atención durante las 24 horas de la visita, donde la reforma
energética (¡el petróleo!) es todo el interés.
Obama vino a apoyar las reformas de Peña y éste recibió un respaldo,
porque cuando le va bien a los estadounidenses, a los mexicanos nos va
mal y cuando les vaya mal, a nosotros nos va de la chin… re-mal. Obama
defiende los intereses de su país, como debe ser. Peña quiere privatizar
Pemex, dar migajas a los pobres, dejar el tema migratorio al azar y,
congratularse de que trajo a Obama que, alto, pero no grande, se dio el
lujo de abrazar cariñosamente a Peña.
En nuestro país existe el ferrocarril “La bestia”, medio “gratuito” de
transporte para los inmigrantes de todo Centroamérica, que buscan el
infierno estadounidense, pues en sus países no hay empleo… ni en la
informalidad. Otras “bestias” son los funcionarios y políticos, los
policías; los militares que hasta entre ellos se acusan para encarcelar a
inocentes. Y “bestias” de los tres poderes de todo nivel.
El apodo del automóvil-fortaleza de Obama, dio motivo para anécdotas y
chistes a la mexicana, entre las cuales sobresalieron las caricaturas de
periodistas como Magú, quien ironizó con el exceso de seguridad en una
fabulosa caricatura. Sobre el fondo del Palacio Nacional, colocó vallas
con dos letreros. Uno decía: “Personas: NO”; el otro: “Bestias: SI”.
Toda la prensa escrita caricaturizó a Obama y sus grandes orejas. Y a
Peña con su famoso copete, casi en una competencia de orejas contra un
copete aunque ya muy disimulado, todavía sobresaliente y casi siempre
con un “gallito” en la coronilla, como el que constantemente tiene López
Obrador. El periodismo de la caricatura, siempre agudo y brillante
porque en una de ellas se sintetiza una crítica, no dejó fuera a Obama y
Peña, y siempre más chapito Peña alcanzando la estatura de Obama con su
copete, en caricaturas geniales que dejan huella en los lectores.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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