¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
De Olmos a Hank y la publicidad oficial amañada
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
En
el periodismo de investigación, sustentado en la veracidad de los
hechos y contrastados con el derecho de sus protagonistas a dar su
versión, los reporteros han cosechado frutos porque ya no tienen
necesariamente que recurrir a las “gargantas profundas” (término sacado
del filme pornográfico del mismo título) para obtener información. El
informante Mark Felt pasaba al reportero Bob Woodward, del diario The
Washington Post, los pormenores del espionaje de Richard Nixon en el
caso Watergate, llevado al cine en base al libro de Carl Bernsteins y
Bob Woodward: El escándalo Watergate, que tuvo como final la caída de
Nixon para eludir el Juicio Político.
Así, el periodismo de investigación de la revista Contralínea (números
331 y 334, de abril y mayo/13), informa cómo el calderonismo dispuso
para sus intereses de la publicidad gubernamental. Seis años “premiaron”
a unos medios de comunicación y castigaron a quienes criticaban al
calderonismo. La reportera Nancy Flores obtuvo datos duros de cómo
utilizaron “recursos públicos de –Salud, Desarrollo Social y Turismo–,
para pagar miles de millones de pesos a los medios de comunicación que
con sus boletines, “información”, loas y elogios apoyaban los programas
de gobierno; atacaban a los no calderonistas y, en el 2012 respaldaron
la campaña electoral de Josefina Vázquez Mota, candidata del PAN.
El trafique se organizaba en Los Pinos, obvio, por instrucciones de
Calderón (“y en la última copa nos vamos…”), a través de Alejandra Sota,
Max Cortázar y Carlos Olmos, entonces en la secretaría de Salud. Éste,
ahora director de Comunicación de Emilio Gamboa en el Senado (su
compinche Manuel Argüelles está en la Cámara de Diputados y a punto de
brincar a la PGR con su protector Murillo Káram), tuvo que dar su
versión sobre el uso faccioso de esa publicidad. La Sota y Cortázar
ordenaban todo. Este, a su vez, dio su punto de vista, deslindándose de
los dos últimos años de Calderón y sobre todo del 2012, el año del botín
que dejó cuantiosas deudas y los medios de comunicación afectados están
a punto de iniciar demandas judiciales con recibos firmados por Carlos
Olmos. Estamos en vísperas de un escándalo más del calderonismo. El
peñismo está obligado a proceder contra sus beneficiarios que han
brincado del panismo al priísmo como si tuvieran las manos limpias.
¿Habrá impunidad? ¿Se salvarán los Olmos, Cortázar, Sota, Poiré y el
mismo Calderón? como ya lo hizo García Luna.
El otro caso es el de Carlos Hank Rhon (hermano del dueño de Tijuana con
tentáculos a ambos lados de la frontera), cuya empresa Grupo
Transportes está siendo investigado por el robo de petróleo, vinculado
al crimen organizado. La empresa es dirigida por Sergio Padilla Corona. Y
para deslindarse del asunto, el Hank avecindado en el Estado de México,
mediante su vocero: Solís Cámara, asegura que Padilla se fue “por la
libre” en sus vínculos con los roba-petróleo de los ductos de Pemex.
Contralínea sigue investigando los dos casos para ofrecer más
información, donde el factor común es la corrupción, con el abuso del
poder privado y el poder público.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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