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Ineludible responsabilidad del Estado
El representante de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Derechos Humanos, Javier Hernández Valencia, se reunió en la escuela Normal Rural “Isidro Burgos”, en Ayotzinapa, con familiares y estudiantes subrayando que la desaparición forzada de los 43 jóvenes no hay duda de que hay responsabilidad del Estado / Manifestó su respaldo inequívoco a las víctimas y a las familias / Anunció que el próximo 9 de febrero habrá una reunión en Ginebra, Suiza, donde la ONU denunciará que México ha incumplido con 166 recomendaciones de las 176 que el organismo ha emitido en relación con la desaparición forzada de personas
“Los muchachos de la Normal Rural fueron atacados, capturados por servidores públicos, y esa diferenciación es fundamental para determinar no solo la responsabilidad estatal, sino el tipo de acción y esfuerzo en búsqueda que hay que emprender”.
Hernández Valencia prometió a los padres de familia de los desaparecidos que la ONU los respaldará en su exigencia de justicia.
El representante de la ONU acudió a la Normal Rural de Ayotzinapa para reunirse con familiares y compañeros de los estudiantes desaparecidos y los heridos los días 26 y 27 de septiembre en Iguala.
Al término de la reunión, en conferencia de prensa, Hernández lamentó que en México no se cumplan las recomendaciones de la ONU en materia de desaparición forzada, así como la falta de protocolos para ubicar a personas no localizadas.
“Sabemos más rápido y cómo buscar autos robados que desaparecidos (personas)”.
Anunció que el próximo 9 de febrero habrá una reunión en Ginebra, Suiza, donde las Naciones Unidas denunciarán que México ha incumplido con 166 recomendaciones de las 176 que el organismo ha emitido en relación con la desaparición forzada de personas.
Informó que apoyarán a los familiares mediante círculos concéntricos cercanos que la Oficina en México del Alto Comisionado de las Naciones Unidas tiene para buscar un proceso de unificación en la búsqueda de los 43 desaparecidos.
Hernández Valencia señaló que en México no hay una ley que reglamente las desapariciones forzadas y dijo que hay un proceso de registro de personas desaparecidas obsoleto.
En la conferencia de prensa estuvieron presentes padres de familia de los desaparecidos y representantes de organizaciones como el Centro de Derechos Humanos de la Montaña Tlachinollan.
Onda admiración por estudiantes desaparecidos y familiares
De acuerdo con un comunicado del organismo, Javier Hernández Valencia, representante de la ONU-DH en México, aseguró:
“Hay en nosotros una honda admiración por los familiares y estudiantes por cómo se han sobrepuesto a la adversidad, expuesto su dolor con dignidad y exigido a las autoridades el cumplimiento de sus obligaciones”.
Tras 68 días de los hechos que le han dado la vuelta al mundo, agregó que “la indignación que se ha despertado en México y a nivel internacional por los hechos de Iguala tiene un anclaje directo en la fortaleza de las familias y estudiantes que con plena conciencia cívica han exigido de manera enfática el respeto a sus derechos humanos”.
A nombre de la ONU-DH, Hernández Valencia alentó a padres de familia y compañeros de los normalistas a continuar la reivindicación de sus derechos “de manera pacífica y por los cauces democráticos hasta esclarecer el paradero de sus seres queridos y obtener justicia por los trágicos hechos perpetrados”.
También reconoció el trabajo de las organizaciones de derechos humanos que han acompañado a familiares y estudiantes de los afectados y a las que se siguen sumando a esta labor.
La ONU-DH alentó al Estado mexicano “a apoyar a las escuelas normales rurales, reconociendo su loable misión educativa en las comunidades”.
Y ante los recientes casos de detenciones arbitrarias de las policías federales y del DF durante los hechos violentos al final de las manifestaciones, la ONU-DH recordó que:
“El derecho de reunión pacífica es esencial en toda sociedad democrática y que el ejercicio, defensa y reivindicación pública de los derechos humanos es crucial para alcanzar su realización efectiva. La detención arbitraria y el uso excesivo de la fuerza contra manifestantes que protestan de manera pacífica vulneran los derechos humanos y socavan el ejercicio de las libertades públicas que debe ser incentivado y protegido por las autoridades”.
El organismo destacó que continuará subrayando “al Estado mexicano el marco de sus obligaciones internacionales en materia de derechos humanos, la necesidad de su cumplimiento y su indelegable rol en la materialización del derecho a la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas que le corresponde frente a toda violación a los derechos humanos”.
El Estado pretende evadir su negligencia y responsabilidad en los hechos: The Guardian
“El Gobierno Federal pretende establecer una narrativa oficial de la masacre [de los 43 normalistas en Iguala] y una verdad jurídica con el fin de evadir su negligencia y responsabilidad en los hechos. Se trata de ocultar que fue un crimen de Estado y un crimen de lesa humanidad. Sin embargo, su explicación está llena de omisiones, inconsistencias y contradicciones”. Estas son las conclusiones del reportaje del diario londinense The Guardian, firmado por Luis Hernández Navarro.
El diario destaca que el pasado 23 de septiembre, el Presidente mexicano Enrique Peña Nieto recibió por parte de la Appeal of Conscience Foundation (Fundación por un Llamado a la Consciencia) el Premio Estadista Mundial 2014 (World Statesman Award) por el liderazgo que ha demostrado al tomar “difíciles decisiones que buscan impulsar a su nación y su pueblo, y por ser un actor en la responsabilidad global comprometida al desarrollo económico y social”.
Tres días después, puntualiza, su Gobierno entró en la crisis más profunda y más dramática de toda administración mexicana desde 1968.
“En las semanas posteriores, en las aulas, en las calles y en las redes sociales, millones de ciudadanos enojados, especialmente los jóvenes, han estado exigiendo la renuncia de Peña Nieto. El Gobierno Federal ha llegado a la deriva. Su estrategia parece ser la de ganar tiempo, esperando a que el descontento desaparezca y un milagro aparezca”.
De acuerdo con el periodista, hay varios hechos relacionados que explican “la masacre”. Primero: en México los normalistas de las zonas rurales son estigmatizados porque su compromiso con la reforma social desagrada a las élites económicas y políticas.
Este estigma unido a la impunidad generalizada del estado de Guerrero, donde muchos activistas han sido asesinados o han desaparecido, la presencia de bandas de narcos en disputa y la existencia de un “narcoestado” que controla la política, explican, según The Guardian, que casos como el de Iguala puedan suceder.
“La incapacidad del Gobierno para resolver el caso y la forma en que algunos políticos han sido protegidos, ha despertado una ola de cólera en todo el país. La agresión contra los estudiantes de Ayotzinapa fue la gota final para el pueblo”.
The Guardian afirma que la buena imagen del Presidente está rota, “todos los esfuerzos de sus socios por sacarle a flote han fracasado”.
El autor narra la historia de Guerrero, convertido en uno de los estados más afectados por el narcotráfico, y el origen de las escuelas normalistas. “La normal de Ayotzinapa, fundada en 1926, es uno de los últimos reductos de la Revolución Mexicana de 1910 a 1917, que sigue predicando una reforma agraria radical y una educación gratuita y laica para todas las personas”.
“Las escuelas de capacitación rural son uno de los pocos caminos abiertos a los jóvenes en el México rural para ascender socialmente. (…) Ellos ven las escuelas normales como una herencia viva de la Revolución Mexicana a la que no quieren renunciar”.
El texto del diario inglés menciona la turbulenta situación de las protestas en Guerrero. “El fuego que devora edificios públicos y vehículos expresa la creciente furia de más y más jóvenes en Guerrero. Es el termómetro de una insurgencia cívica y popular que se extiende a través de sus municipios y sectores, la evidencia de una ira que se radicaliza más cada día que pasa. Por último el diario valora la respuesta de las autoridades como desastrosa, errónea, incapaz, barata y brutal:
“La estrategia del gobierno para hacer frente a la crisis ha sido desastrosa. Cada paso erróneo adoptado por las autoridades les acerca al abismo. Incapaces de comprender la naturaleza de la insurgencia cívica, han recurrido a la política barata y a maniobras brutales. Una y otra vez, en manifestaciones por todo el país, las multitudes exigen la renuncia del presidente. La insurgencia cívica y popular ha entrado en una nueva etapa. Y no se puede ignorar”.
Se necesitan derribar los muros del silencio: Rubén Blades
A través de un artículo publicado este miércoles en el diario La Nación de Buenos Aires, el intérprete de Desapariciones, Buscando América, La Canción de Final del Mundo, entre varias decenas más, afirmó que, después de lo sucedido con los normalistas de Ayotzinapa, en Iguala, Guerrero, “nada debe volver a ser como antes” y llamó a los mexicanos a “romper los muros del silencio”.
“No puedo permitirme callar en el asunto de Ayotzinapa. Después de lo sucedido, nada debe volver a ser como antes. La humanidad no puede seguir alimentando el silencio que contribuye a soslayar y olvidar estas tragedias.
“Ese invisible muro de silencio que con tanta frecuencia se va construyendo después de la denuncia inicial de un hecho abominable. Ese silencio que funciona, lamentablemente, como remplazo de la verdad. Al escapar del silencio, lo de Ayotzinapa se le escapó también al propio Estado mexicano”, escribió Blades.
El también excandidato a presidente de Panamá, recordó que el presidente Enrique Peña Nieto ha declarado que se tomarán las medidas necesarias para encontrar a los culpables.
Y aunque eso es algo “esperado y necesario, no parece suficiente”.
Sentenció:
“El asunto, debido a la gravedad y la magnitud del problema, no se va a resolver sólo con el arresto, juicio y posible condena de un alcalde y sus cómplices, incluyendo a los policías que se llevaron a los 43 y a los delincuentes cómplices.
“México está sumido en una de las peores crisis institucionales que país alguno haya experimentado, públicamente, en las últimas décads”. El asesinato de tres normalistas de Ayotzinapa y la desaparición de 43 más el pasado 26 de septiembre en Iguala, Guerrero –abundó Blades—no es un problema mexicano.
“Es un problema humano y, por ende, internacional. Es también nuestro problema”, subrayó.
En el caso particular de Panamá, lo ocurrido en los últimos años, señaló acercó “peligrosamente” a los panameños a esa misma realidad “y allí también debemos detener la escalada de una corrupción política y cívica en aumento, propiciada por la codicia que se manifiesta con un cinismo cada vez más ofensivo”, puntualizó el cantautor en su artículo.
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