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Hoy, Día de los Santos Inocentes
Cuídese de no dar prestado nada, a riesgo de perderlo / La tradición
tuvo su origen en la orden del Rey Herodes de asesinar a todo niño
recién nacido hasta los dos años de edad / En el siglo VI, el hecho
sangriento se convirtió en actos de bromas y engaños
No sea una blanca palomita, hoy es Día de los Santos Inocentes, por lo
que recuerde no prestar dinero u objetos de valor, porque estos
posiblemente acaben teniendo un nuevo dueño.
Esta tradición data desde el siglo VI de nuestra era y fue derivando del
hecho terrible del asesinato de niños por órdenes del Rey Herodes,
quien pretendía deshacerse de esta manera del niño Jesús. En el Oriente,
a estas víctimas se les conoce como los Niños Ejecutados, los que
también son conocidos como los Mártires de Jesucristo.
La Iglesia Católica explica que se les contempla de este modo por la
sangre que derramaron en lugar de Cristo. Esta institución no se ha
detenido a buscar el día de la muerte de los Santos Inocentes, para
consagrarlo y hacerles un homenaje. En el Occidente se eligió el 28 de
diciembre para rendirles homenaje, pero no es una fecha uniforme, porque
en Grecia se celebra el 29, y el 27 en las Provincias del Oriente.
De este lado del mundo, cada 28 de diciembre se recuerda la matanza que
ordenó el rey Herodes en Belén, para acabar con todos los niños menores
de dos años y así liquidar al futuro Rey de Israel.
A lo largo de la historia el acto sangriento fue cambiando hasta que se
convertió en día de bromas, y la Iglesia aprovecha esta jornada para
rezar por todos los niños asesinados inocentemente antes de nacer.
No se tiene una cifra exacta de los niños asesinados, pero la tradición
establece que unos 30 menores de dos años murieron a manos de los
soldados romanos.
Desde entonces, la Iglesia Católica celebra cada 28 de diciembre la fiesta de los Santos Inocentes.
La Iglesia Católica realiza también oficios especiales, para rezar por
todos los niños que no han podido nacer y han muerto víctimas del
aborto.
La verdadera historia relata que Herodes gobernaba Israel cuando
llegaron a Jerusalén los tres Reyes Magos, preguntando dónde había
nacido el futuro rey de Israel, ya que al parecer habían visto una
estrella en Oriente. Ellos recordaron la profecía del Antiguo
Testamento, que decía que “Cuando aparezca una nueva estrella en Israel,
es que ha nacido un nuevo rey que reinará sobre todas las naciones”.
La noticia se extendió por todo Jerusalén y Herodes se sintió
terriblemente amenazado. El era tan celoso del poder, que ya había
asesinado a dos de sus esposas y a varios de sus hijos, por temor a que
lo reemplazaran. Cualquier persona que pudiera aparecer como futuro rey
de Israel, era su potencial enemigo.
Lleno de intriga y de temor, reunió a los sabios de Israel, a los sumos
sacerdotes y escribas, y les preguntó qué decían las escrituras sobre el
lugar en que debía nacer el rey de Israel que habían anunciado los
profetas.
Ellos le citaron al profeta Miqueas, que había dicho que en Belén nacería el Mesías.
Entonces, les dijo a los Magos: “Vayan y se informan bien acerca de ese
niño, y cuando lo encuentren, vienen y me informan, para ir yo también a
adorarlo”. Los magos salieron de Jerusalén y partieron a Belén, guiados
por la estrella.
En sueños, recibieron la visita de un ángel, quien les ordenó que no
contaran nada. Y así fue como después de encontrar a Jesús, adorarlo y
regalarle oro, incienso y mirra, volvieron a sus países por otro camino y
sin haber revelado la verdad a Herodes.
Desesperado y sin información, Herodes hizo rodear la pequeña ciudad de
Belén y mandó a sus soldados que mataran a todos los niños menores de
dos años.
Sin embargo, Jesús ya había salido de ahí, pues José, el esposo de
María, había soñado que un ángel le avisaba “Levántate, toma al niño y a
su mamá y llévalos a Egipto, porque Herodes lo está buscando para
matarlo”. Y partió con el niño y la Virgen, y vivieron allí hasta que
Herodes murió. Sólo entonces volvieron a Palestina.
Este día se escogió como la jornada tradicional para efectuar bromas a
seres que, como aquellos niños inocentes, no saben ni entienden lo que
les sucede.
La Edad Media se encargó de combinar este rito con otro más pagano
conocido como la “Fiesta de los locos”, celebrado en los días
comprendidos entre Navidad y Año Nuevo.
Se dice que estas fiestas eran tan escandalosas, que la Iglesia, en su
afán por calmar las excentricidades de sus participantes, decretó que se
celebrara el día de los Santos Inocentes.
Se inició de esa forma la unión pagano-religiosa de estas fiestas, donde se juegan bromas de todo tipo a los más descuidados.
Dicha fusión de historia, religión y paganismo originó una serie de
celebraciones en varias regiones del mundo, que incluyen disfraces,
música típica y la congregación de las comunidades para participar.
(Rosalba Dominguez)
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