¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
El pacto en lo oscurito con Elba Esther Gordillo (y sin Chuayffet)
Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
¿Así que la Gordillo, expriísta, panista de la mano de Fox y la Sahagún y
socia política de Calderón, asustada por el nombramiento de Chuayffet
en la SEP, no fue al acto de Peña donde anunció la reforma al Artículo 3
de la Constitución? Ella no estuvo. Pero llegando tarde para dar a
notar que venía de estar con la profesora, se presentó el aparente
secretario general del SNTE, el tal Juan Díaz de la Torre; títere de la
presidenta del poderoso sindicato, resultado de transas y corrupciones
mucho más perversas desde que Salinas y Manuel Camacho la entronizaron
en el SNTE, quitando de en medio a Jonguitud Barrios quien la había
hecho su favorita. Pero todo estaba arreglado de antemano, ya que ella y
Peña, en un toma y daca, se pusieron de común acuerdo, pues éste, aún
con su “petate del muerto” de Chuayffet, se las vería feo con la
perversa chiapaneca.
No, la maestra no estaba en Miami ni en Los Ángeles. A sabiendas de que
no sería invitada de honor, como con Fox y Calderón, se mantuvo
acuartelada en el penthouse de uno de sus edificios, revisando el
desarrollo del evento donde era persona non grata. Pero ya había pactado
no estar. No fue el caso de “¡mi reino por un caballo!”, pero sí un
Chuayffet a cambio de mi silencio, mi ausencia. Siempre y cuando el
pacto número 114 (pues Peña suma 113 con cinco ejes, 13 decisiones y 95
compromisos), de Peña donde la dejarán jubilarse, mientras su nieto, su
hija, su Panal y su SNTE (ya sin la Lotería Nacional ni el ISSSTE), sean
respetados. Y ella aguantará que digan que la reforma educativa es para
echarla. Se irá sin hacer ruido.
Se arregló con Peña directamente. “Me voy, pero me quedo con todo lo que
he amasado: fortuna, mansiones y concesiones políticas”. Al fin y al
cabo está enferma. Sobrevivir con un riñón no es poca cosa. Fue una
transa-transacción de muy alto nivel. Le llegó la hora, pero no al
estilo de Jongitud ni de la Quina. Fue una despedida convenida. Se le
acabó el reinado, la pasarela para mostrar su vestuario de Nueva York y
París. ¿Se jubila? Sí, pero no irá a un asilo; estará monitoreando el
proceso para que sus “muchachitos” (los profesores comisionados que
cobran sin laborar; los del sindicato, etc.), no sufran mucho. Y no es
cierto que Chuayffet la derrotó, pues tras el encontronazo con éste,
subió a lo más alto para obtener todo lo que quiso.
Es mentira que no fue invitada. No fue para no ver a Chuayffet. Lo demás
lo pactó con Peña en lo oscurito. Serás intocable… pero vete en
silencio. Y se ha ido, con un ojo al SNTE y otro al Panal. Se lleva su
riqueza, corrupción y recuerdos de “lideresa”, de reina por 24 años
seguidos. En el nombramiento de Chuayffet ni cuando se presentó la
reforma educativa, hubo una sola palabra contra ella. Todo se arregló
con el eje seis, la decisión 14 y el compromiso por México número 96. La
abuelita, suegra, mamá, presidenta del SNTE, dueña del Panal… la del
arreglo con Peña, hizo mutis. No encabronada, sólo nostálgica. El poder
político para el peñismo a cambio de que se vaya a cuidar sus negocios,
su riqueza… sus bolsas, sus vestidos, sus lentes.
cepedaneri@prodigy.net.mx
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