viernes, 21 de diciembre de 2012

Pero está que se va,que se va y no se ha ido

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
El pacto en lo oscurito con Elba Esther Gordillo (y sin Chuayffet)
Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

¿Así que la Gordillo, expriísta, panista de la mano de Fox y la Sahagún y socia política de Calderón, asustada por el nombramiento de Chuayffet en la SEP, no fue al acto de Peña donde anunció la reforma al Artículo 3 de la Constitución? Ella no estuvo. Pero llegando tarde para dar a notar que venía de estar con la profesora, se presentó el aparente secretario general del SNTE, el tal Juan Díaz de la Torre; títere de la presidenta del poderoso sindicato, resultado de transas y corrupciones mucho más perversas desde que Salinas y Manuel Camacho la entronizaron en el SNTE, quitando de en medio a Jonguitud Barrios quien la había hecho su favorita. Pero todo estaba arreglado de antemano, ya que ella y Peña, en un toma y daca, se pusieron de común acuerdo, pues éste, aún con su “petate del muerto” de Chuayffet, se las vería feo con la perversa chiapaneca.

No, la maestra no estaba en Miami ni en Los Ángeles. A sabiendas de que no sería invitada de honor, como con Fox y Calderón, se mantuvo acuartelada en el penthouse de uno de sus edificios, revisando el desarrollo del evento donde era persona non grata. Pero ya había pactado no estar. No fue el caso de “¡mi reino por un caballo!”, pero un Chuayffet a cambio de mi silencio, mi ausencia. Siempre y cuando el pacto número 114 (pues Peña suma 113 con cinco ejes, 13 decisiones y 95 compromisos), de Peña donde la dejarán jubilarse, mientras su nieto, su hija, su Panal y su SNTE (ya sin la Lotería Nacional ni el ISSSTE), sean respetados. Y ella aguantará que digan que la reforma educativa es para echarla. Se irá sin hacer ruido.

Se arregló con Peña directamente. “Me voy, pero me quedo con todo lo que he amasado: fortuna, mansiones y concesiones políticas”. Al fin y al cabo está enferma. Sobrevivir con un riñón no es poca cosa. Fue una transa-transacción de muy alto nivel. Le llegó la hora, pero no al estilo de Jongitud ni de la Quina. Fue una despedida convenida. Se le acabó el reinado, la pasarela para mostrar su vestuario de Nueva York y París. ¿Se jubila? , pero no irá a un asilo; estará monitoreando el proceso para que sus “muchachitos” (los profesores comisionados que cobran sin laborar; los del sindicato, etc.), no sufran mucho. Y no es cierto que Chuayffet la derrotó, pues tras el encontronazo con éste, subió a lo más alto para obtener todo lo que quiso.

Es mentira que no fue invitada. No fue para no ver a Chuayffet. Lo demás lo pactó con Peña en lo oscurito. Serás intocable… pero vete en silencio. Y se ha ido, con un ojo al SNTE y otro al Panal. Se lleva su riqueza, corrupción y recuerdos de “lideresa”, de reina por 24 años seguidos. En el nombramiento de Chuayffet ni cuando se presentó la reforma educativa, hubo una sola palabra contra ella. Todo se arregló con el eje seis, la decisión 14 y el compromiso por México número 96. La abuelita, suegra, mamá, presidenta del SNTE, dueña del Panal… la del arreglo con Peña, hizo mutis. No encabronada, sólo nostálgica. El poder político para el peñismo a cambio de que se vaya a cuidar sus negocios, su riqueza… sus bolsas, sus vestidos, sus lentes.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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