¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Tres de enero de 1924
Antonio Novelo Medina
Fragmentos Meridanos
MERIDA 8:00 A.M.- A los primeros días del mes de enero actualmente se le
da mucho vuelo a la luz, a la música, a los brindis y celebraciones del
comienzo del año nuevo, a los legendarios Reyes “Magos” de Oriente,
junto a la celebración de la fundación de la capital de Yucatán que esta
vez cumple 471 años, pero por hoy tocaremos el tema luctuoso del día
tres de enero al recordar el proditorio asesinato del gran líder
socialista Felipe Carrillo Puerto, de sus tres hermanos, Edesio,
Wilfrido y Benjamín, del Lic. Manuel Berzunza, alcalde de Mérida,
Antonio Cortés, Francisco Tejeda, (a) “El Charro”, Cecilio Lázaro,
Rafael Urquía, Fernando Mendoza, Daniel Valerio, Marciano Barrientos y
Pedro Ruiz, en la madrugada de ese fatídico día, para la familia
Carrillo Puerto.
Durante 76 años en su mausoleo, al recordar este suceso, se mencionaba a
coro general frente a su tumba, al pase de lista: ¡Asesinado por la
reacción!, pues durante los años del 2001 al 2006 los bastardos
herederos de la “casta divina” suprimieron la frase, como si al
eliminarla se olvidaría la vasta obra social de este dirigente que dejó
una gran huella en la historia yucateca.
Como muestra inagotable de su obra está la creación de la Universidad
Nacional del Sureste (hoy UADY), ahí palpita la sensibilidad del soñador
y su recio apasionamiento por los humildes y desposeídos, para que
tuviesen una educación superior. Hoy la Universidad es orgullo de
Yucatán y las innumerables generaciones de graduados de esta casa de
estudios no pueden negar la obra carrillista.
Otras aportaciones para el pueblo fueron: la sindicalización de los
obreros, para defensa de sus intereses, se hizo realidad el reparto de
tierras para crear ejidos, se construyó la primera carretera a Kanasín, y
la de Dzitás a Chichén Itzá, se comenzó la carretera de Muna a Uxmal,
se instituyó la Escuela Laica Racionalista, se fundaron bibliotecas,
Leyes como la del Inquilinato, que en aquellos tiempos los caseros se
aprovechaban de los que no tenían una casa propia, Leyes sobre caminos y
carreteras, Ley de Hacienda, Ley de la Tesorería General del Estado,
Ley del Divorcio, Ley que limita el comercio de alcoholes, Ley de la
Revocación del Mandato Público, Ley del Patrimonio Familiar, Ley de
fomento para la vida vegetal del Estado, Creación del Museo Arqueológico
e Histórico de Yucatán, establecimiento de la Escuela y Hospital
Homeopático de Yucatán, la Escuela de Bellas Artes, se realizaron
Congresos Obreros en Izamal y Motul.
Carrillo Puerto, amaba la música, creía en la finalidad de lo elocuencia y
practicaba los ritmos de las palabras y el verso, Rabindranath Tagore
era su poeta y pensador favorito.
Desde muy joven practicó el periodismo en su ciudad natal en su periódico “El Heraldo de Motul”.
Esta remembranza nos enfoca a su familia, que formaban su padre
Justiniano Carrillo Pasos y su madre doña Adela Puerto Vda. de Carrillo,
sus hermanos, Enriqueta, Felipe, Ernilda, Josefa, Gualberto, Eraclio,
Elvia, Benjamín, Audomaro, Acrelio, Eliodoro, Edesio, Angelina y
Wilfrido.
Ya se podrá el lector imaginar el impacto de una madre que en un solo día pierde a CUATRO hijos.
Felipe, aunque ya divorciado de su esposa Isabel Palma, dejó huérfanos a sus hijos Felipe y Alba.
Un gran romance que esos días vivía Felipe con la periodista
norteamericana Alma Reed, quedó trunco, ya que pensaban casarse en San
Francisco, California, ciudad a la que había partido Alma para preparar
la boda y adquirir el vestido de novia. La inmortal canción de Luis
Rosado Vega y Ricardo Palmerín, “Peregrina”, nos recuerda este romance,
ya que fue dedicada la canción a la norteamericana.
Yucatán perdió a un gran líder, que instauró el primer gobierno
socialista en América Latina, en esos años y fue México que dio al mundo
un “Mártir del Proletariado” que nunca dejó de luchar por el
necesitado. He aquí uno de sus muchos dictados: “Que esos pobres indios
son la inmensa mayoría de los yucatecos, descendientes de los primitivos
dueños de la tierra y que les fueron usurpados sus derechos y fueron
esclavizados so pretexto de religión por los que entonces pueden y deben
dar la Ley en todo el país”.
Y así, recordando un hecho infame con la muerte de un gran líder, por hoy hemos vivido un Fragmento Meridano.
Bibliografía: “De la cuna al paredón”, de Edmundo Bolio Ontiveros.
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