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Ardor erótico letal
Por Eliseo Martín Burgos
El hijo de la reina Isabel la Católica y Fernando VII, don Juan, sufría de una pasión desmedida por su esposa, la archiduquesa Margarita, tanta que los médicos aconsejaron la separación temporal de la pareja. Su madre, la reina Isabel, se opuso alegando que “no deben separar los hombres lo que Dios unió”, pero el Rey Fernando lo aprobó.
A los pocos meses, don Juan moría y con ello nacía la leyenda, según la cual, el Príncipe acabó consumido del ardor sexual, que motivó, en gran medida, la modificación de la vida sexual de varias generaciones de reyes españoles.
Antología del Chascarrillo
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