¡¡Exijamos lo Imposible!!
Gatopardismo legislativo
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Terminan eufóricos Beltrones y Cordero
Desempleo y menor crecimiento en 2013
Es urgente cambiar el modelo económico
Botín político y monetario en educación
NRA: vender más armas para protección
“Aconsejar economía a los pobres es, a la vez, grotesco e insultante. Es
como aconsejar que coma menos al que se está muriendo de hambre".- Oscar
Wilde.
La Cámara de Diputados clausuró ayer el periodo ordinario de sesiones y
se instaló la Comisión Permanente del Congreso de la Unión, integrada
por senadores y diputados, que fungirá hasta el último día de enero
próximo en el Palacio Legislativo de San Lázaro. El ambiente fue de
júbilo, de alegría, de satisfacción y felicidad sin limite, como si
existiera algo que celebrar. Los coordinadores parlamentarios, como
Manlio Fabio Beltrones, del PRI, manifestaron su euforia por las
reformas, leyes y decretos aprobados de septiembre a la fecha, y su
confianza por que sirvan para “redondear” políticas públicas para el
crecimiento económico y generación de empleos, a pesar de que el
Presupuesto aprobado, diseñado para un largo periodo de desaceleración,
estima un menor crecimiento y, por lo tanto, creación de menos fuentes
de trabajo, que son cada vez menos, como lo reportó el INEGI, toda vez
que el desempleo oficial creció al 5.12 por ciento.
Es sumamente difícil entender en qué radica la felicidad de los señores
legisladores y de no pocos integrantes del gabinete del presidente
Enrique Peña Nieto. El arranque de gobierno del mexiquense no dejó
ninguna duda de que se seguirá con las mismas políticas económicas
neoliberales que empobrecieron al país y enriquecieron brutalmente a una
pequeña élite económica pegada al poder político, panista y priísta y,
en algunos estados, al perredista, cuyos dirigentes con suma facilidad
lograron cambiar el morral por una Suburban del año, y el tequila, la
charanda o el mezcal, por whiskies, coñacs y selectos vinos de
importación. Lideres políticos, como Manlio Fabio Beltrones, que este
viernes no se dejó de jactar de haber cumplido con uno de los periodos
legislativos más productivos, o mediocres tecnócratas como Ernesto
Cordero, presidente de la Mesa Directiva del Senado de la República, ni
siquiera tienen la capacidad de argumentar sólidamente su entusiasmo por
el trabajo legislativo realizado, tanto en la Cámara baja como en la
alta.
Tanto el priísta como el panista destacan con bombos y fanfarrias la
reforma laboral, la educativa, la del IFAI y la de Contabilidad
Gubernamental, entre otras como un gran mérito legislativo para el
crecimiento de la economía. Eufórico, Cordero declaró que la actual
legislatura “es ya histórica y será punto de referencia indispensable al
revisar el proceso de transformación del México del siglo XXI”. Eso es
totalmente falso.
Para empezar, la principal, la reforma laboral, que generará un alud de
amparos por parte de las organizaciones sindicales que representan al
menos a tres millones de trabajadores porque vulnera sus derechos
fundamentales, no generará crecimiento económico, a lo sumo, generará
inversión, capitales golondrinos por supuesto, que son atraídos por el
paraíso laboral que se creó con la sepultura de la histórica Ley Federal
del Trabajo, cuyo único mérito es el abaratamiento de la mano de obra
mexicana, con la consabida depreciación del nivel de vida de millones de
familias mexicanas, para poder mejorar la “competitividad” de las
empresas radicadas en el país, locales, sobre todo foráneas, que sin
duda alguna multiplicarán sus ganancias.
Priístas, panistas y muchos perredistas también resaltan con una
inexplicable alegría, la aprobación de un Paquete Económico 2013 que no
generará mayor crecimiento económico, a pesar de los históricos recursos
tributarios de los que dispondrá el nuevo gobierno federal, más de
3.956 billones de pesos, sino por el contrario, es el reflejo de la
desaceleración económica que registrará el primer año de Enrique Peña
Nieto que enfrentará un peligroso entorno económico con la crisis
económica de la Unión Europea y el desaceleramiento y el déficit fiscal
de los Estados Unidos de América, que al cierre de estas líneas no se
tenía ni siquiera diseñado un plan medianamente aceptable para
afrontarlo.
El Paquete Económico 2013, que únicamente reasignó un total de 38 mil
millones de pesos para obras de infraestructura en estados y en
educación, fue diseñado para un periodo de desaceleración económica que
puede convertirse en recesión, por lo que no contribuirá a combatir la
pobreza en México. Los cuantiosos recursos destinados en el Presupuesto
de Egresos de la Federación para el próximo año, que contemplan un gasto
de 1 billón 700 mil pesos para el rubro de desarrollo social, sólo
serán, si bien nos va, una panacea para el complejo problema, aunque lo
más seguro, dada la personalidad de quien los manejará en su mayor
parte, doña Rosario Robles, será utilizado para la compra de votos en
las 14 elecciones estatales y, como siempre, para la construcción de
“cochinitos” particulares.
LA RUTA: CAMBIAR EL MODELO
A fin de poder variar el rumbo del país en materia económica y social,
se requería cambiar de plano el modelo económico seguido en los últimos
30 años. No se hizo, se siguen las mismas recetas y lineamientos
impuestos por el poder económico de Estados Unidos, a través del Fondo
Monetario Internacional (FMI), el Banco Mundial y la Organización para
la Cooperación y Desarrollo Económico, (OCDE).
Para poder disminuir el número de pobres, 60 millones o 75 millones,
según la metodología de los cálculos, entre ellos casi 20 millones de
jóvenes y más de 30 millones menores de edad, se tenía que apostar por
incentivar el mercado interno, a través, por supuesto, de elevar el
nivel adquisitivo de los trabajadores. Desarrollar el mercado interno no
sólo se refiere a apostar por elevar la producción nacional, sino
también por el consumo y, para eso, debe haber empleos bien remunerados.
Tampoco se hizo y se les volvió a castigar, sin que las cúpulas
sindicales ni siquiera metieran las manos en su defensa. A los millones
de trabajadores y sus familias se les destinó a empobrecerse cada día
más al acordarse, en la inútil Comisión Nacional de Salarios Mínimos,
darles un mini aumento salarial del 3.9 por ciento a su mini salario,
que les servirá sólo para comprar 5 tortillas más, cuando se espera una
inflación, en el mejor de los casos de 3 por ciento y lo más seguro es
que sea más alta, y se autorizan que se prolonguen los gasolinazos que
no son más que devaluaciones disfrazadas de nuestra moneda.
sigue leyendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario