Pueblos condenados por el mismo imperio

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Ante todo el negocio que es la guerra

María Teresa Jardí

Las diversas constituciones, antecedente de la Constitución de 1917, hoy masacrada y enterrada en la fosa común del gran cementerio por el que caminan los migrantes amenazados por otro policía: Ardelio Vargas. Era de policías, la mexicana. Paramilitares a modo de la traición y el entreguismo de corruptos de rodillas ante el imperio gringo. 

Las diversas constituciones defendían el derecho a la vida como el más importante de todos los derechos. Lo que en México es historia tan lejana que ya ni se recuerda por una inmensa mayoría que ha aceptado que se masacre al pueblo, a base de imponer un genocidio, para poder llegar a la dictadura, que ya está aquí aunque aún no se entere la inmensa mayoría. 

Lo “normal” ha pasado a ser, incluso para gente pensante, el sentimiento de derrota ante la creencia taladrada en la mente, por mafiosos empresarios/políticos, de que: “México no tiene remedio y así son las cosas”. En lugar de luchar, todos unidos, para cambiar las mismas. 

Y no es que sólo pase aquí. El laboratorio de los yanquis, encabezado hoy, en México, por un Peña cualquiera de pocas luces y mala entraña, se va imponiendo otra vez en Colombia. 

Al que seguirá, en el caso mexicano, con otro con igual grado de incultura, pero de aún peor calaña, que nadie lo dude, para eso se legalizó el fraude y se convirtió al fracasado IFE en caricaturesco INE acorde con el país en que nos han convertido. 

Impresentable IFE, que habiendo nacido vivo y viable no supo estar a la altura de lo que la ley le mandaba aplicar, con Woldenberg como cabeza de una institución nacida ciudadana. Y de ahí para el real con el INE para el pueblo mexicano, otra de mal gusto, asesinadas las instituciones y secuestrada la capacidad de asombro. 

Y no es que América Latina en su conjunto esté mejor. Hay pueblos condenados por el mismo imperio maldito y Colombia, repito, es uno de ellos, aunque los colombianos sean más cultos porque todavía no han alcanzado a imponer la baja educación escolarizada y el Chavo del ocho no se ha convertido, del todo, en la niñera de los niños colombianos. 

O Santos fingió buscar el tránsito a la paz para los colombianos o jugó a la tregua. O, peor aún, es otro traidor que recibe la orden del imperio terrorista de no respetar la misma para obligar a las FARC a una respuesta. Orden que acata, Santos, para poder de plano acabar con lo que nunca fue del todo tregua, no bilateral, al menos, porque por parte del esperpéntico, también, gobierno, ese sí, porque al menos allá no se ha legalizado todavía el fraude, nunca funcionó la tregua.

El imperio quiere imponer la guerra en América Latina como forma de vida. Al estilo de lo hecho en México convertido en el laboratorio del esperpéntico terrorista imperio gringo. 

Hay que acabar con cada negocio del imperio yanqui si aspiramos los latinoamericanos a transitar a otro lugar posible donde no sean policías paramilitares los que se vayan incrustando en aquello que fueron antaño instituciones con cierta estructura ética, hoy del todo desarmada. 

Policías de baja estofa como Medina Mora y Ardelio Vargas, incrustados lo mismo en la Corte que en el INM para mejor amenazar, con el inmoral arraigo que en contra de algunos y en beneficio de los amigos opera, a los migrantes obligados a transitar de nuevo otro Viacrucis. 

La militarización en marcha está decidida para los mexicanos y el 7 de junio el pelo se les va a caer a los que aún creen que se va a respetar la democracia que está enterrada en la fosa común del gran cementerio en que se ha convertido al territorio de lo que fuera una nación soberana.