Que se puede esperar del Madero Muñoz

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

Vaquitas, vaqueros y suertes charras

Jorge Lara Rivera

Bajo efecto de un calor canicular y a sólo días de haber estado de “vacas” por la PRImavera, no acaba uno de aceptar el impudor rastrero en las fintas maromeras del impostor que es Gustavo Madero Muñoz, quien un día afirma en Canal 11 (todavía madriguera de muchos derechistas) que “el enemigo no es MORENA, ni Andrés Manuel López Obrador” a quien él, junto con los de su calaña motejaron de “un peligro para México” además de estigmatizar a sus seguidores con el patrocinio del “Consejo de la Comunicación, voz de las empresas” (el cual recién renovó directiva), como buscando adeptos para su causa –además del maridaje con el PRD chuchista, la petición compartida con aquél al INE hecha de retirar el registro al Partido Verde Ecologista de México, e igual, en el colmo de la frivolidad, de que se solicitase el cambio de fecha del partido futbolístico programado un año atrás a verificar el 7 de junio, día de los comicios–.

Y al siguiente, acompañándose de su impresentable gavilla (Margarita Zavala Gómez del Campo de Calderón y “Chepina” Vázquez Mota) viene a Mérida a pontificar sobre “honestidad”, aunque se enfurruña cuando alguien le pide explique de dónde han salido los 7 millones de pesitos que sus bodoques –Sofía y Cristina Madero– han derrochado (sólo en pasajes y hospedaje; sin comidas ni compras) en sus viajes exóticos por los 4 rincones del mundo. Pero qué se puede esperar de este garduño, lerdo, perdulario, patán y marrullero que quiere pasar como charro norteño y vaquero sincerote, cuando con los hermanos Ricardo y Carlos Alberto Villarreal García, diputados e incluso coordinador de la bancada el segundo, aunque ligados a la mafia casinera, se repartía el botín de la extorsión a alcaldes y empresarios de la construcción para que accedieran a los recursos del presupuesto federal para obra pública ya asignados por el H. Congreso; el mismo que tuvo el descaro de encubrir la inscripción a las calladas de su acaudalado hermano Evaristo en la nómina del PROCAMPO para hincar el diente a los apoyos oficiales de “sólo 50 mil pesos”.

En medio de tanto lodo arrojado en el lienzo, no obstante, algo bueno también se deja saber. El Presidente Enrique Peña Nieto tomó el jueves 16 la determinación de defender a dos antiguas familias mexicanas que habitan en el Golfo de California. Lo hizo a punto tal que ha alertado a la Marina Armada de México encomendándole la misión de protegerlas, sumando fuerzas con las de PROFEPA y los datos que aportan los ‘drones’ adquiridos en enero para defenderlas de la exacción. Lo hizo impelido por la urgencia de la situación que las ha llevado al borde del exterminio. Si el vertiginoso siglo XX precipitó la desaparición acelerada de cuantiosas especies superiores, la larga batalla sostenida contra la depredación perpetrada por humanos ha dejado en 97 el número de especímenes del cetáceo conocido como “Vaquita Marina” y el cada vez más reducido conjunto de ejemplares de su vecino constante, el pez “Totoaba”. Se trata de 2 especies endémicas del Golfo de California. El Presidente asimismo ha lanzado un llamado para que sigan este gesto los gobiernos de Estados Unidos y de China prohibiendo la importación de “totoabas”. Bien por él