Los raramuris como exitosos empresariso?

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!

La Torre de Babel

Laura Bolaños Cadena

El ángel o el diablo, da lo mismo, ambos eran mensajeros de Jehová, fue a acusar a los hombres con el Creador. Los muy atrevidos están construyendo una torre con el propósito de llegar al cielo. Entonces no había telescopios; el Señor en persona bajó desde su alto trono para cerciorarse de la información. Y encontró a los hombres realizando muy afanosos dicha construcción. Los conocía bien: sabía que si algo se proponían, eran capaces de lograrlo, por lo tanto debía tomar medidas para impedir su osadía. Los hombres procedían de diferentes partes de la Tierra, pero se entendían muy bien entre ellos porque todos hablaban la misma lengua. Llevaban la tarea muy avanzada y en poco tiempo la terminarían. Jehová decidió detenerlos. De pronto cada uno habló un idioma distinto y no pudieron entenderse. Confundidos, casi enloquecieron. No les quedó más remedio que abandonar la obra. 

Fuera de la ingenuidad del cuento hecho para explicar la existencia de las ruinas de una alta torre mesopotámica, se puede sacar de él una buena lección profética. El avance tan acelerado de la técnica -lo cual no es malo- y la desmedida voracidad de un capitalismo salvaje por las ganancias -esto es lo peor-, está generando un gigantesco desafío no a un Creador, sino a la naturaleza. Y ésta se vuelve con terrible fuerza contra los ensoberbecidos insensatos. 

Estamos resintiendo ya los desastrosos cambios climáticos originados por la frenética explotación industrial de los hidrocarburos, y las mayores potencias causantes de la contaminación ambiental, EU y China, no hacen nada por reducir el consumo. EU, que se ha negado a firmar las medidas internacionales propuestas para frenar en lo posible el deterioro del planeta, obra en contrario al empeñarse en producir más petróleo por medio del fracking, método en sí altamente dañino al agua y al ambiente. Al perforar rocas a profundidades mayores que nunca, a más del gran desperdicio y contaminación del agua, al parecer ha provocado hasta sismos.

Poco se dice -más bien se oculta o minimiza en lo posible, la existencia de una fuga de petróleo en el Golfo de México que lleva más de una década sin que se haya podido detener, ni aun reducir. La agencia de noticias Associated Press informa que la empresa de Nueva Orleáns Taylor Energy Company minimiza la fuga y sus efectos, pero una investigación de la Ap revela que es mucho peor de lo que Taylor y el gobierno admiten. La Guardia Costera la estima en unas 20 veces más grande que lo reportado por Taylor. Contra el dicho de la empresa, la fuga representa una amenaza muy grave al medio ambiente. Expertos afirman que el derrame podría ser uno de los más grandes registrados en el Golfo. La mancha aceitosa se extiende por kilómetros. Y no se encuentra, hasta la fecha, forma de detenerla.

Esta es una de las tantas cuestiones que envenenan el ambiente y agreden la vida en el planeta con consecuencias fatales para todos, incluso para quienes las provocan. Pero la voracidad capitalista degenera en locura suicida. Nomás que nos llevan a todos entre las patas.

Pero hay cosas buenas

Aquí no somos tan malos. Al contrario, nuestra IP es constructiva y extiende su benéfica labor a los mexicanos más pobres. Es toda generosidad. Por ejemplo, la Asociación Mexicana de Hoteles y Moteles (AMHM) planea invertir en una zona tan pobre y marginada como la Tarahumara. Se sacaría de la miseria a uno de los grupos indígenas que viven en las peores condiciones. Suena muy bien. ¿Se haría buscando actividades productivas con las cuales los rarámuris optimicen sus condiciones de vida y obtengan ganancias que les garanticen un porvenir para ellos y sus descendientes? ¿Tendrán buena vivienda, escuelas, centros deportivos y de salud, comodidades, retiro, en fin, todo lo necesario para una vida digna? 

Bueno, no es para tanto, pero de que van a ganar si se aprueba la propuesta de la AMHM, seguro que ganan. Se trata de hacer un corredor de casinos en Barranca del Cobre. No será difícil conseguir los permisos, pues ya funcionan estos establecimientos en varios estados de la república, y a esa zona atraerían un gran beneficio. ¿Beneficio para quién? Pues para muchos tarahumaras que tendrían empleo. No todos, claro, serán más los que sigan igual de pobres, pero qué tal los que alcancen la buena suerte. Hasta algunos podrán vender mejor sus artesanías. Quienes se llevarán millones y millones serán los inversores. Ya se sabe que alrededor de las casas de juego se crean condiciones para la delincuencia, prostitución y otras, pero así es en todas partes. ¿Cuál es el problema? El gobierno les dará permiso, porque como dijo EPN, la IP es generadora de riqueza y empleos.
Todo menos invertir en actividades productivas para el país y reactivar el mercado interno pagando buenos salarios. Hasta ahí no llegamos.

El beneficio de las reformas

Eso sí, hay que dar garantías a las inversiones. El Consejo Coordinador Empresarial (CCE) reclama que las consultas a los indígenas sobre proyectos de hidrocarburos, mineros o de agua, no sean obligatorias. Nomás faltaría que cualquier grupito de pinches indios pueda oponerse a proyectos empresariales alegando que afectan su medio ambiente y las condiciones de vida en su territorio. Por fortuna las últimas reformas, en particular la energética, protegen a los empresarios de esa contingencia.