Por Esto!
Peña está convirtiendo a México en una base yanqui
María Teresa Jardí
Escuchar a la Wallace declarar con desparpajo que el combate a la corrupción pasa por ir a votar, invita a no hacerlo en tanto no desaparezcan de la cosa pública los esperpentos. Aunque, claro, es posible que la estén usando de manera electorera justamente para desanimar la asistencia a las urnas. A final de cuentas saben PRIANPRD y anexos que tienen la elección perdida entre otras muchas cosas como la ideología homogeneizada a la derecha más inculta y a pesar de INE y del fraude legalizado y de la compraventa de votos... por haber apoyado a hombres y mujeres, como la Wallace, esperpénticos.
Escuchar a la Wallace declarar con desparpajo que el combate a la corrupción pasa por ir a votar, invita a no hacerlo en tanto no desaparezcan de la cosa pública los esperpentos. Aunque, claro, es posible que la estén usando de manera electorera justamente para desanimar la asistencia a las urnas. A final de cuentas saben PRIANPRD y anexos que tienen la elección perdida entre otras muchas cosas como la ideología homogeneizada a la derecha más inculta y a pesar de INE y del fraude legalizado y de la compraventa de votos... por haber apoyado a hombres y mujeres, como la Wallace, esperpénticos.
La CIA es criminal, queda claro, pero no menos criminal es quien presencia la tortura e incluso quizá es capaz de participar en la misma sin importar las razones que tenga o no tenga y aunque se trate de salvar de la cárcel al hijo y su propio pellejo que, como es obvio para ella, es lo que cuenta.
Cuenta el mito o la historia que por ser lo mismo son también chisme que cuento, que realidad o que invento... Que una vez desplumado el gallo negro de Morón de la Frontera, se convirtió por los habitantes del mismo lugar que peleaban de un lado y de otro porque peleados estaban antes del envío del comendador sin recordar ya nadie por cuáles agravios, que una vez unidos para dejar desnudo al comendador que aprovechó la falsa guerra para enriquecerse a base de hacer morir a hermanos en manos de los hermanos, que decidieron convertir al gallo negro desplumado en el símbolo que los representara como recuerdo a lo fútil que es la guerra y como la apuesta a la paz que conservan. A pesar de la base yanqui impuesta, por otros iguales al comendador que aún permanecen vestidos, pero que en cualquier momento saben que pueden ser desplumados como González y Aznar, por poner solamente dos ejemplos esperpénticos, conservan los andaluces que por ser ni siquiera tienen que luchar por una soberanía, como los catalanes que la queremos del todo, mientras ellos la viven de manera diaria e intensa.
La lucha contra la corrupción no necesita de leyes ni menos aún de instituciones que nacen muertas. La lucha contra la corrupción pasa por la decisión del pueblo de no permitirla y por eso va otra anécdota de ese admirable pueblo sevillano.
Recién impuesta la base yanqui, se recuperó un local abandonado, en el que empezaron a reunirse los de Morón y otros vecinos de municipios cercanos. Y como el vino era de primera se aficionaron a ir, cuando francos, los milicos ocupantes de un territorio que a los yanquis no les pertenece. Pasado el estupor inicial de los vecinos decidieron convertir el lugar en un casino de reflexiones políticas. Enterados los jefes yanquis de los milicos gringos los regresaron a casa y a los nuevos recién llegados les prohibieron pisar lo que consideraron centro de adiestramiento del pensamiento que tanto asusta a los estadunidenses.
Los yanquis producen robots asesinos, no militares pensantes. Lo mismo que se está haciendo aquí a lo bestia, porque, algunos países, obligados o no, por miedo o por tener gobernantes también traidores, han permitido otras bases.
Pero con el regreso del PRI México se ha convertido a cambio de corrupción, evidenciada en casas, relojes, bolsos, autos y pulseras... en una base, a lo bestia, del imperio yanqui. De ahí la fosa común de la que a lo largo del territorio brotan los cadáveres.
Es posible que detrás de las desapariciones forzadas de estudiantes de la normal de Ayotzinapa y de las otras masacres, detrás del Ejército Nacional, del paralelo Estado Mayor Presidencial, de los paramilitares y de los judiciales federales, estatales y municipales, se encuentre la CIA dictando las reglas de la dictadura que Peña, como producto televisivo, encabeza.
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