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Contralínea
Peña… ¿Está terminando el sexenio?: vamos al despeñadero
Álvaro Cepeda Neri *
Si las cosas fiscales y la política económica del peñismo van hasta sus
últimas consecuencias, para enero de 2014 la nación y su gobierno se
encaminarán al despeñadero con todo y el Fondo Nacional para Desastres,
ya que las “reformas” peñistas del genio del mal, Luis
Videgaray, superaron a su maestro y asesor Pedro Aspe, al ir más allá de
que los “pobres son un mito genial”; pues Peña se ha enfrentado a
empresarios, campesinos, trabajadores, indígenas, mineros, maquiladoras,
mexicanos residentes en la frontera Norte, refresqueros, dulceros,
perros, gatos y etcétera. Y es que Peña va contra el mundo, sin
frenos con su “no hay marcha atrás” y el reto de que “asumo las
consecuencias”. Una de dos: Peña es ya un dictador, o ha enloquecido. Y
cuando apenas lleva 1 año, todo parece indicar que está concluyendo su
sexenio, pues desafortunadamente empezó al revés.
Acostumbrado a gobernar autoritariamente, como en el Estado de México
con la complicidad de Televisa (a la que llegando a Los Pinos pagó
hasta el último centavo de su publicidad), el cártel de Atlacomulco y el
clan del grupo Toluca, al que se sumaron los de la mafia Hidalgo, Peña decidió imponer, contra viento y marea,
su poder presidencial, creyendo que son los tiempos del Partido
Revolucionario Institucional de Miguel Alemán a López Mateos, para
ejercer el Poder Ejecutivo federal como una autocracia, donde Peña Luis XIV
se autodeclara: “El Estado soy yo”; y como Luis XV desafiar a los
mexicanos con el lema: “Después de mí, el diluvio”. Ignorando el
hervidero de problemas, rebeliones, manifestaciones, inseguridad,
desempleo, alza de precios y el golpismo militar-policiaco asomando la cabeza, va derecho y no varía el rumbo.
Supone que los 114 millones de mexicanos soportarán su embestida
económica, su dictadura y caprichos. No le importa que estallen las
revueltas vía la democracia directa, la del pueblo en acción, y que
solamente se necesitan 2 o 3 millones levantados para dejar en jaque mate
a las instituciones. Michoacán es ejemplo de lo que puede pasar en todo
el país. Los atentados guerrilleros a la Comisión Federal de
Electricidad y más revueltas, pueden incendiar a la nación que está a
punto de estallar por las inconformidades que repudian el mal gobierno
que representa a la elite que gobierna. No se puede pensar que no pasa
nada, cundo están pasando rebeliones que pueden romper la frontera
pacífica y presentar violencia política, sumada al resto de las otras
violencias por la creciente inseguridad, los cacicazgos, los narcos,
las guardias comunitarias, el desacuerdo magisterial que incluye a las
escuelas rurales y normales. Y que más de 56 millones de pobres tienen
hambre. Lleva Peña al país al despeñadero.
Falta saber si los mexicanos irán al vacío como mansas ovejas. Los hechos indican que los mexicanos resistirán esa eutanasia peñista. De no cambiar la política económica, política y social, estos 2
meses de fin de año traerán un principio de 2014 con explosiones del
pueblo en las calles protestando e incluso exigiendo la renuncia del
peñismo.
*Periodista
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