¡¡Exijamos lo Imposible!!
Sinembargo
Reforma Energética: ¿Quién dice la verdad?
Sinembargo
The Wall Street Journal publicó en su edición de ayer que el gobierno del Presidente Enrique Peña Nieto negocia una Reforma Energética aún más ambiciosa que la que contiene la iniciativa original enviada el 12 de agosto pasado al Congreso de la Unión, y que francamente no fue bien recibida ni por los ejecutivos de las grandes corporaciones petroleras ni por los analistas del sector.
Por ello, afirmó el diario neoyorquino, “altos representantes del gobierno y miembros importantes del Partido de Acción Nacional (PAN)” tienen “negociaciones avanzadas” para sellar un acuerdo que permitiría al Estado mexicano compartir la producción petrolera y conceder contratos de licencia diseñados para acceder a depósitos de gas de esquisto y crudo en aguas profundas.
El periódico expuso que, bajo la nueva propuesta que negocian Peña Nieto y el PAN, el gobierno podría utilizar contratos diferentes según el caso. “Los contratos de ganancias compartidas –en que toda la producción va al Estado– podrían ser útiles para campos petroleros de bajo riesgo.
La producción compartida –en que la producción se reparte entre el Estado y la empresa privada– podría usarse para campos más riesgosos. Los negociadores también están esbozando un tercer tipo de contrato de licencia para los campos en aguas ultraprofundas y gas de esquisto, en los que la empresa controlaría el petróleo tras pagar regalías e impuestos”, planteó el influyente rotativo estadounidense.
Y algo sabrá The Wall Street Journal que no se está diciendo abiertamente aquí, porque la información, de alta sensibilidad política en México, generó una respuesta inmediata y en bloque de los partidos políticos más grandes del país –los que participan en el Pacto por México– y del propio gobierno –representado por el director de Petróleos Mexicanos (Pemex), Emilio Lozoya Austin–.
Lozoya Austin afirmó que las compañías privadas no se harán de una parte de la propiedad de los hidrocarburos, como publicó el WSJ. La propiedad de las reservas, la va a seguir manteniendo el Estado, la propiedad de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad (CFE), quedarán al 100% en propiedad del Estado: “… la privatización no, no se va a dar, eso es una mentira”, insistió el funcionario.
Emilio Gamboa Patrón y Jorge Luis Preciado, coordinadores en el Senado de la República del Partido Revolucionario Institucional (PRI) y del Partido Acción Nacional, respectivamente, también negaron que exista algún acuerdo previo entre el gobierno federal y sus partidos para ampliar los alcances de la Reforma Energética.
Mientras que la postura del Partido de la Revolución Democrática (PRD) sobre este tema fue, para variar, muy confusa.
El líder parlamentario del Sol Azteca en la Cámara Alta, Miguel Barbosa Huerta, se levantó ayer de la mesa de la mesa de negociación de la Reforma Política en protesta por el presunto acuerdo entre Acción Nacional y el gobierno federal.
“Es un agravio al Senado. No vamos a contribuir a un acuerdo de Reforma Política en el que el PRI y el PAN acomoden sus intereses”, dijo el Senador poblano.
Pero, minutos antes, el propio presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano Grijalva, negó que hubiera algún acuerdo con el gobierno federal en materia de la Reforma Energética para crear en la ley la figura de contratos de renta compartida.
“No lo hay ni lo habrá en los términos en que hoy se reseñan estas informaciones periodísticas”, aclaró el dirigente perredista.
Plantear una Reforma Energética como la que dejó entrever The Wall Street Journal podría generarle al gobierno de Enrique Peña Nieto y a su partido, el PRI, una nueva ola de protestas sociales, mayores incluso que las que ya enfrenta en reclamo por la Reforma Educativa, la Reforma Hacendaria, la inseguridad y la violencia, la falta de empleo, la corrupción y la opacidad en el manejo de recursos públicos, entre otras.
Pemex y la CFE son los dos últimos baluartes económicos del gobierno mexicano, y su defensa, en términos políticos, está ya en manos de dos líderes de la izquierda mexicana que no son poca cosa: Andrés Manuel López Obrador y Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano. Algunos dirán que su peso en el Congreso es nulo, pero afuera, en las calles, tienen más capacidad de movilización que el PRD y el PAN juntos.
Seguro Peña Nieto no quiere ese problema. Pero afuera, según diarios como WSJ, los grandes corporativos petroleros le están exigiendo más de lo que la ambigua iniciativa enviada en agosto les ofrece.
Entre la espada y la pared, hay alguien aquí que no está diciendo la verdad. Y, entre el jaloneo de las fuerzas políticas en uno de los temas más sensibles en México, las certezas llegarán antes de finalizar este año, cuando, como han prometido los legisladores, quedará aprobada la Reforma Energética.
SINEMBARGO.MX
No hay comentarios:
Publicar un comentario