jueves, 28 de noviembre de 2013

Lo único q' ofrece EsPurioN es + violencia

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La impunidad no se acabará por decreto

Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes

Por si faltara alguna evidencia sobre el continuismo reaccionario del grupo en el poder, independientemente del cambio de partido, el director para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco, afirmó que el actual gobierno federal ha seguido las prácticas del anterior en la materia, y que el cambio de estrategia es meramente retórico. Puntualizó que “se continúan produciendo nuevas violaciones graves de derechos humanos con impunidad”, y que hasta ahora no se ha definido un plan concreto sobre cómo lograr el objetivo de reducir la violencia”.

Podría jurarse que no lo habrá durante el resto del sexenio, porque el fenómeno es consustancial al modelo económico vigente. Lleva en mismo el virus de la violencia, pues con métodos violentos el grupo en el poder se apropia de la riqueza nacional, en detrimento del desarrollo social y del futuro de las clases mayoritarias. Sólo mediante la violencia la oligarquía mantiene sus privilegios, de ahí que sea ilusorio suponer que se va a acabar el flagelo por decreto. Al contrario, a medida que avance el sexenio se habrá de recrudecer, porque se incrementarán las contradicciones sociales, y la respuesta natural será una más firme lucha de clases.

Al grupo en el poder le interesa un bledo lo que digan organismos defensores de derechos humanos, ni suda ni se acongoja mientras la elite oligárquica no le quite el interesado apoyo que le brinda. Menos le importa a gobiernos extranjeros que el mexicano sea un violador sistemático de los derechos humanos, mientras no se oponga a sus ambiciones depredadoras, como por ejemplo las mineras canadienses que están acabando con regiones enteras con el total disimulo y complicidad gubernamental. Tampoco importan las críticas del gobierno estadounidense, mientras no rebasen el ámbito de los valores entendidos.

El grupo en el poder está consciente de que para mantener su control sobre la sociedad tiene que violentar el Estado de derecho. En consecuencia, las críticas como la que ahora le hace el organismo internacional mencionado, son un costo que paga sin ningún rubor ni remordimiento. Lo seguirá haciendo, porque su función primordial es asegurar los privilegios de la cúpula oligárquica, al precio que sea. De ahí la importancia que tiene para ésta el mantenimiento de una inestabilidad que no se salga de control, pues justifica la represión del Estado, como se ha estado haciendo en contra de los maestros disidentes.

Con todo, si la inestabilidad se desfasa y surgen amenazas reales de mayores protestas sociales, tampoco habría ningún empacho en endurecer la respuesta del gobierno. Lo preocupante, para la oligarquía, es que no hubiera la respuesta esperada por parte del inquilino de Los Pinos. Así es que HRW pierde su tiempo si considera que con sus críticas las cosas van a cambiar en México. Para ello habría que sacar a la derecha del poder, arrojarla al cesto de la basura y no permitir que se saliera en busca de una venganza que sería feroz. Mientras continúe al frente del aparato del Estado, la violación a las garantías individuales será el común denominador.

Enrique Peña Nieto seguirá cumpliendo su papel protagónico en la película de horror que está viviendo el pueblo, porque así está señalado en el guión que le entregó la cúpula principal de la oligarquía. Tiene que seguir en su rutina de hablar sin ton ni son, tal como lo han hecho sus antecesores panistas, porque no tiene otra cosa que ofrecer al país. Al fin que para alcanzar sus fines cuenta con los medios electrónicos y con cientos de merolicos que le hacen segunda en sus desplantes demagógicos.

Así seguirán las cosas, hasta que el pueblo se decida a luchar por la defensa de sus legítimos derechos, como así lo están haciendo en Michoacán, de manera cada vez más organizada. Entonces no habrá discursos que valgan, ni violaciones graves a los derechos humanos por parte del aparato represor del Estado, como se observa ya en dicha entidad federativa, donde las cosas se salieron de control para el gobierno federal por tanto abuso, tanta arbitrariedad y tanta impunidad. La gente comienza a despertar del largo letargo provocado por la televisión, ante las canalladas de un sistema político que no tiene empacho en abusar impunemente de sus ciudadanos.

(guillermo.favela@hotmail.com)

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