¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
La impunidad no se acabará por decreto
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Por si faltara alguna evidencia sobre el continuismo reaccionario del
grupo en el poder, independientemente del cambio de partido, el director
para las Américas de Human Rights Watch (HRW), José Miguel Vivanco,
afirmó que el actual gobierno federal ha seguido las prácticas del
anterior en la materia, y que el cambio de estrategia es meramente
retórico. Puntualizó que “se continúan produciendo nuevas violaciones
graves de derechos humanos con impunidad”, y que hasta ahora “no se ha
definido un plan concreto sobre cómo lograr el objetivo de reducir la
violencia”.
Podría jurarse que no lo habrá durante el resto del sexenio, porque el
fenómeno es consustancial al modelo económico vigente. Lleva en sí mismo
el virus de la violencia, pues con métodos violentos el grupo en el
poder se apropia de la riqueza nacional, en detrimento del desarrollo
social y del futuro de las clases mayoritarias. Sólo mediante la
violencia la oligarquía mantiene sus privilegios, de ahí que sea
ilusorio suponer que se va a acabar el flagelo por decreto. Al
contrario, a medida que avance el sexenio se habrá de recrudecer, porque
se incrementarán las contradicciones sociales, y la respuesta natural
será una más firme lucha de clases.
Al grupo en el poder le interesa un bledo lo que digan organismos
defensores de derechos humanos, ni suda ni se acongoja mientras la elite
oligárquica no le quite el interesado apoyo que le brinda. Menos le
importa a gobiernos extranjeros que el mexicano sea un violador
sistemático de los derechos humanos, mientras no se oponga a sus
ambiciones depredadoras, como por ejemplo las mineras canadienses que
están acabando con regiones enteras con el total disimulo y complicidad
gubernamental. Tampoco importan las críticas del gobierno
estadounidense, mientras no rebasen el ámbito de los valores entendidos.
El grupo en el poder está consciente de que para mantener su control
sobre la sociedad tiene que violentar el Estado de derecho. En
consecuencia, las críticas como la que ahora le hace el organismo
internacional mencionado, son un costo que paga sin ningún rubor ni
remordimiento. Lo seguirá haciendo, porque su función primordial es
asegurar los privilegios de la cúpula oligárquica, al precio que sea. De
ahí la importancia que tiene para ésta el mantenimiento de una
inestabilidad que no se salga de control, pues justifica la represión
del Estado, como se ha estado haciendo en contra de los maestros
disidentes.
Con todo, si la inestabilidad se desfasa y surgen amenazas reales de
mayores protestas sociales, tampoco habría ningún empacho en endurecer
la respuesta del gobierno. Lo preocupante, para la oligarquía, es que no
hubiera la respuesta esperada por parte del inquilino de Los Pinos. Así
es que HRW pierde su tiempo si considera que con sus críticas las cosas
van a cambiar en México. Para ello habría que sacar a la derecha del
poder, arrojarla al cesto de la basura y no permitir que se saliera en
busca de una venganza que sería feroz. Mientras continúe al frente del
aparato del Estado, la violación a las garantías individuales será el
común denominador.
Enrique Peña Nieto seguirá cumpliendo su papel protagónico en la
película de horror que está viviendo el pueblo, porque así está señalado
en el guión que le entregó la cúpula principal de la oligarquía. Tiene
que seguir en su rutina de hablar sin ton ni son, tal como lo han hecho
sus antecesores panistas, porque no tiene otra cosa que ofrecer al país.
Al fin que para alcanzar sus fines cuenta con los medios electrónicos y
con cientos de merolicos que le hacen segunda en sus desplantes
demagógicos.
Así seguirán las cosas, hasta que el pueblo se decida a luchar por la
defensa de sus legítimos derechos, como así lo están haciendo en
Michoacán, de manera cada vez más organizada. Entonces no habrá
discursos que valgan, ni violaciones graves a los derechos humanos por
parte del aparato represor del Estado, como se observa ya en dicha
entidad federativa, donde las cosas se salieron de control para el
gobierno federal por tanto abuso, tanta arbitrariedad y tanta impunidad.
La gente comienza a despertar del largo letargo provocado por la
televisión, ante las canalladas de un sistema político que no tiene
empacho en abusar impunemente de sus ciudadanos.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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