Diario Libertad
Editorial
El Medio Oriente en Iberoamérica.
Habiendo sido expulsados los EEUU del Medio Oriente, y viéndose, no necesitados, sino desesperados por petróleo, ya que no son autosuficientes, y si varían los precios del oro negro -cotización que antes de alguna manera controlaban- golpearían fuertemente su de por sí precaria economía; sobre todo ahora que se sabe que sus reservas de gas esquisto resultaron una farsa, han desatado, cual es su costumbre, la violencia en México y Venezuela.
La desencadenada criminalidad que sucede en México, acudiendo a los antecedentes, no se puede considerar como un problema interno. Ha sido deliberadamente provocada.
Baste recordar que el hipócrita Gobierno de La Casa Blanca introdujo miles de armas de contrabando a suelo azteca, y se las vendió al crimen organizado.
Convenientemente las Autoridades de México y EEUU le achacan el problema a los cárteles de la droga; pero aunque si bien es cierto que entre ellos se pelean las plazas y las rutas, no requieren de la violencia para influir en la política; y por consiguiente no necesitan atacar a las Fuerzas Armadas y policíacas para imponer sus condiciones.
Pero desde Washington de alguna manera tienen agarrados a los gobernantes de México, para que “voluntariamente” les entreguen el petróleo que no pudieron saquear del Levante.
Cabe citar que es tan grande la corrupción de los gobernantes de gran parte del mundo, que los barones de la droga solo necesitan dinero para hacer caer la balanza hacia sus intereses. Y dinero es lo que les sobra.
La dinastía de los Kennedy, como ayer se comentó en este mismo espacio, es fehaciente prueba de ello. Sin que se pueda soslayar que hasta el Estado Vaticano ha sido manejado a placer por las grandes mafias.
Los EEUU necesitan del petróleo de México, y si su ilegítimo gobernante se lo entrega, como pese a la fuerte oposición que enfrenta, ya lo tiene decidido, habrá una revuelta mayúscula que, aduciendo el combate al terrorismo que ellos mismos desatan, facilitará aún más la intervención yanqui en tierras aztecas.
Y aunque desestabilizando al Gobierno de Miraflores pretenden hacer lo mismo en la República Bolivariana de Venezuela, que es la nación con las mayores reservas de petróleo en el mundo, las condiciones son harto distintas.
Y no porque Venezuela sea sin duda la potencia bélica más importante de Iberoamérica, o cuando menos la mejor armada; eso no cuenta. Pues finalmente no podrían oponerse a una invasión norteamericana; sino porque tienen, al igual que Siria e Irán, el respaldo de Rusia y de China.
Naciones con las que podrá comercializar todo tipo de productos a cambio de petróleo. Ya que es bien sabido que quien tiene la onza la cambia en cualquier momento.
Pero de que los EEUU ya están actuando para desestabilizar a las dos Naciones iberoamericanas, siempre en abierta complicidad con el también pestilente Estado Vaticano -complicidad que establecieron desde los nefastos mandatos de Ronald Reagan y Juan Pablo II- ni quién lo dude.
Solo que México, no solo por su vecindad con el decadente Imperio del consumismo, sino por la falta de nacionalismo de sus gobernantes, es mucho más susceptible de ser saqueado que Venezuela.
Sobre el día internacional de la no violencia contra las mujeres.
A pesar de que el conceso general indica que, influenciados por sus creencias, los seres humanos, equivocadamente se sienten superiores a todas las demás especies animales.
A tal grado que algunos se creen hechos a imagen y semejanza de algún dios; y otros más, su pueblo escogido; lo que ciertamente ya es patético. Pero hay datos que nos colocan en lo más bajo de la escala animal.
Y no solo porque si ponemos en un laberinto a un ratón y al hombre más inteligente que encontremos, veremos que el roedor sale primero; o porque los seres humanos no podemos anticipar un temblor de tierra y los animales sí.
Sino porque somos, ni duda cabe, los peores padres de toda la Creación, y porque seamos los únicos que les mentimos a nuestros hijos -luego los castigamos porque nos mienten- y hasta nos mentimos a nosotros mismos.
Y para ilustrar lo anterior, basten dos frases verdaderamente lapidarias. La primera, emitida por El Señor de la Roche, El Duque François VI, más conocido como La Rochefoucauld (1613 - 1680) “Los hombres no vivirían mucho tiempo en sociedad, si no se mintieran los unos a los otros”.
Y la segunda, por el fabulista latino Cayo Julio Fedro (20.15 antes de nuestra Era - 50) “El hombre es el único animal que daña a su pareja”. Terrible sentencia que otros la atribuyen a Ludovico Ariosto (1474 - 1533) el poeta italiano autor de “Orlando Furioso”.
Y aunque es lo más frecuente, no solo los hombres dañan a sus parejas; también, aunque en menor escala, las mujeres lo hacen.
No obstante que los motivos son o puedan ser distintos, en ambos casos evidencian que la humanidad está enferma. Lo que se corrobora con la insensata destrucción que se hace del Planeta.
Pero en el caso que nos ocupa, el de la violencia hacia las mujeres, las responsables de tan desviado comportamiento, son, sin duda, todas las religiones. Pues desde que a alguien se le ocurrió que dios era hombre, la discriminación vino por ende. Van varios ejemplos:
Aurelius Agustinus, más conocido como san Agustín de Hipona (354 – 430) obispo proclamado doctor de la iglesia en 1265, y venerado por la iglesia católica, las ortodoxas y las orientales, decía que “Las mujeres son hombres defectuosos”. “La mujer es un ser inferior y no está hecho a imagen y semejanza de Dios”.
Juan de Antioquía, conocido como san Juan Crisóstomo (347 - 407): “Las mujeres están hechas esencialmente para satisfacer la lujuria de los hombres”.
Santo Tomás de Aquino (1224 - 1274) "Como individuo, la mujer es un ser endeble y defectuoso". "El padre debe ser más amado que la madre, pues él es el principio activo de la creación, mientras que la madre solo es el principio pasivo”. “La mujer es un defecto de La Naturaleza, una especie de hombrecillo defectuoso y mutilado. Si nacen mujeres, se debe a un defecto del esperma o a los vientos húmedos. La mujer es solo es necesaria para la reproducción”.
San Ambrosio de Milán (340 - 397) “La mujer solo es fuerte en el vicio y daña la valiosa alma del varón”.
Y ya no cito la Teología “Moral” de san Alfonso de Ligorio (1696 - 1787) por no provocar más indignación en las mujeres que tengan a bien leer el presente.
Pero se podrían llenar muchas páginas de célebres misóginos; pues hasta Kung Fu-Tzé Confucio (551 - 479) la arremetió en contra de ellas:
“La mujer es mala. Cada vez que se le presente la ocasión, la mujer pecará”. “El marido tiene derecho a matar a su mujer”. “Cuando una mujer se quede viuda, debe cometer suicidio como prueba de castidad”.
Tal vez, el día que las mujeres dejen de inculcarles a sus hijos la existencia de dioses imaginarios, y la humanidad deje de creer en las supercherías de quienes se dicen sus representantes, tendremos un mundo que las libre a ellas de tanta violencia.
Pero mientras eso no suceda, festejar el Día Internacional de la no violencia hacia las mujeres, es punto menos que perder el tiempo. Las mujeres son las que crían y forman hijos machistas; y luego se quejan.
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