¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Alarmante insensatez, el signo del sexenio
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
Luego
de un año de labor “gubernativa”, lapso en el que el país se hundió más
en la inseguridad, la violencia y la pobreza, el grupo en el poder
sigue creyendo que podrá seguir adelante en su empeño por desmantelar
totalmente al Estado. Lo que está ocurriendo en Michoacán es el preludio
de una realidad que no tarda en ampliarse a otras entidades
federativas, porque las causas profundas de la gran tragedia que se
avecina están cada día más firmes. En su soberbia, producto de un total
desconocimiento de la realidad, la oligarquía no quiere darle al pueblo
una tregua, aflojando tan siquiera un poco la “cuerda” que lo está
ahorcando.
Obviamente, la situación se complicará terriblemente en poco tiempo, no
importa que la burocracia dorada extienda sus tentáculos corruptores,
comprando conciencias y “lealtades”, como lo ha venido haciendo de
manera por demás escandalosa, al fin que dinero le sobra a la oligarquía
para esos menesteres. Así lo acabamos de constatar con el anuncio que
hizo Enrique Peña Nieto del rescate de la deuda que tienen más de 300
mil profesores miembros del SNTE, por alrededor de 5 mil millones de
pesos. Se fue Elba Esther Gordillo, pero las prácticas corruptoras
siguen vivas en la organización sindical, como es fácil advertirlo.
Así se comprueba también, por si hiciera falta, que a la “maestra” se le
castigó no por corrupta, sino por no disciplinarse y querer medir
fuerzas con el nuevo inquilino de Los Pinos. Esto no sucederá con la
nueva dirigencia, pero cobrará muy caro su apoyo a las políticas
derechistas y depredadoras del “gobierno” de Peña Nieto, como lo
patentiza el nuevo arreglo que satisfizo al “dirigente” Juan Díaz de la
Torre, tanto que garantizó la total solidaridad del SNTE con la reforma
educativa impuesta desde el exterior, con el fin supremo de mantener a
México atado a los designios de la OCDE y demás instrumentos
controladores con que cuenta la plutocracia internacional.
Por eso es imposible tomar en serio las declaraciones del procurador
general de la República, Jesús Murillo Karam, en el sentido de que no se
podrán extender a otras partes los grupos de autodefensa que subsisten
en territorio michoacano, ya que los operativos del gobierno federal
para recuperar la seguridad en el país, “están dando resultados y les
quitarán el pretexto a quienes dicen estar buscando la justicia”.
¿Cuántas veces no dijo lo mismo el espurio Felipe Calderón Hinojosa, con
los resultados que todos padecimos durante su desgobierno?
El titular de la PGR debería saber que los padres de familia, los
jóvenes que decidieron suplir con su valor y patriotismo la ineficiencia
y corrupción de las autoridades que deberían salvaguardar la paz
social, no lo hacen por gusto o porque les guste el relajo, sino porque
no se les dejó otro camino. Es un hecho incontrovertible que gracias a
las guardias comunitarias, varias regiones de Michoacán recuperaron la
tranquilidad y la seguridad de que sus familias no serán ofendidas y
mancilladas por pelafustanes con o sin placa. Los operativos de que
habla Murillo Karam sólo han complicado las tareas de saneamiento social
del pueblo organizado en defensa de sus vidas y bienes, por raquíticos
que sean.
Es muy preocupante que el grupo en el poder, la burocracia dorada, esté
tan alejado de la realidad y no tenga una mínima capacidad política para
enfrentar las presiones fascistas de la oligarquía. Ante ésta se
humilla y agacha la cerviz, como ha quedado demostrado cada vez que
Claudio X. González o Germán Larrea amenazan con largarse del país,
porque el Ejecutivo no procede con la mano dura que ellos pensaban podía
ser capaz de utilizar. Pero contra el pueblo, cuando forzado por la
desesperación se organiza en defensa de sus legítimos intereses
pisoteados, se lanzan furiosos con todo el peso de la fuerza del Estado,
sin importar las consecuencias.
Mientras tanto la “izquierda”, algunas organizaciones que se dicen
progresistas y democráticas, le facilitan las cosas al grupo en el poder
con su irresponsabilidad y falta total de sensatez, además de una
cortedad de miras que alarma sobremanera. De ahí el imperativo de que
más que pensar en un nuevo partido que pronto sería cooptado, la
verdadera izquierda trabaje para organizar al pueblo en su lucha por
salvar al país de la debacle anunciada.
(guillermo.favela@hotmail.com)
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