¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Voracidad
Por Jorge Lara Rivera
Ahora resulta que las duras placas que acorazan la piel de cocodrilo son
alergénicas, hipersensibles y hasta mediúmicas. Al menos en el caso de
Luisa Ma. “Cocoaína” Calderón Hinojosa, quien en su malsana obsesión por
el poder se revela alérgica a la Democracia, cuyo nombre llena la boca
de su partido nacido empero a la sombra del fascismo, la cual disfrazan
con edificantes y elevados conceptos.
Tan misérrima creatura no sólo ha salido con el cuento de que la “traen
de una ventanilla a otra”, incapaz de formalizar una denuncia para que
se investiguen los infundios que propaló, infamante, contra familiares
del gobernador Fausto Vallejo, de quienes calumnió tienen vínculos con
el narco, sino que el martes 17 de octubre en el Senado, sólo porque
dijo que “Calderón” les “había declarado la guerra”, ¿identificó? como
parte del cártel de los “Caballeros Templarios” a un sujeto que formaba
parte de una comisión de ciudadanos michoacanos de dos asociaciones
civiles que se manifestaban allí denunciando que el panista Juan Manuel
Alcántara Soria, secretario ejecutivo de la Comisión de Seguridad
Pública exigía a los alcaldes durante el sexenio de Calderón un
porcentaje de los fondos asignados a los ayuntamientos para ese rubro
primordial.
La expresión bien pudo tener acepciones diversas, irónicas incluso,
sobre todo por la selectividad en el combate a la delincuencia que tal
administración practicó, pero igual porque convirtió esos actos en
verdaderas trampas contra civiles, a quienes el gobierno calderonista
consideró “inevitable” daño colateral.
Mitotera y de natural mendaz, “Cocoaína” Calderón quiso embarrar al
priísta Omar Fayad, quien preside la Comisión de Seguridad Pública y al
presidente del Senado en el escabroso asunto con fines sensacionalistas. Tanto Tito Fernández, líder del grupo “Michoacán Paz y Dignidad” al que
aquélla acusó de tener vínculos con el narcotráfico, como Francisco
Salazar García, entonces director del Conalep de Apatzingán, del que
dijo es miembro del cártel, han desmentido como falaces las imputaciones
y el primero interpondrá una demanda contra la “senadora” por
nepotismo, dedazo y palomeo panistas.
Previsoramente el presidente del Senado ha presentado al respecto ante
la PGR la correspondiente denuncia de hechos. Ambas cosas trascienden al
público cuando se habla de proteger a los presidentes municipales y de
crear una fiscalía especializada después que 46 munícipes han sido
asesinados desde que inició la “estrategia” de Calderón. Y justo cuando
un Senado refractario al malestar social se apresta a reprimir a la
sociedad pretendiendo desnaturalizar el derecho humano a inconformarse y
protestar contra el poder, sobrerregulando las marchas y
manifestaciones; y al mismo tiempo sin ningún empacho puesto que no
elimina de nómina a los plurinominales en la reforma política que
prepara, allana injustificablemente el camino para la reelección por dos
períodos consecutivos de alcaldes, diputados y de sus propios
integrantes.
Evidentemente el caso Michoacán despierta la voracidad panista.
Demócrata de ocasión y de dientes para fuera, Acción Nacional, mal
perdedor, busca despojar al gobernador constitucional Fausto Vallejo de
la legitimidad que le confiere su inobjetable triunfo en las urnas a
pesar de toda suerte de malas artes y triquiñuelas del gobierno
calderonista para, primero, impedirlo y mancharlo luego. De ahí que con
gran aparato, secuaces de esa PANdilla declaren, con el impuesto
Coordinador de bancada Jorge Luis Preciado al frente, flanqueado por las
más deleznables muestras antidemocráticas de su agrupación como Roberto
Gil Zuarth y Javier Lozano Alarcón, que “presentarán una iniciativa
para solicitar la desaparición de poderes” en esa entidad y que
“formarán una comisión” a modo “para investigar la situación” michoacana
in situ. Se trata de un acto de obvia mala fe y revanchismo mezquino,
pues saben de sobra, porque son causantes de las circunstancias que
imperan allí, y es consecuencia del artero sabotaje emprendido por
Calderón para desestabilizar a esa entidad federativa con tal de
arrebatar al PRD ese bastión y entregárselo a “Cocoaína”, para cumplirle
el caprichito de ser gobernadora.
Su telón de fondo es un paradójico contexto: no obstante el crecimiento
histórico de las cifras de inversión foránea en el país, Hacienda ha
tenido que ajustar a la baja (de 1.7 a 1.3%) las expectativas de
crecimiento económico de México en el año y se polariza el debate por la
reforma energética con llamamientos urgiendo su aprobación fast-track y
a una consulta nacional para rechazarla. No obstante, algunas luz se
enciende en el panorama cuando la CNDH otorga reconocimiento al
colectivo de 14 mujeres y 2 hombres que lidera Norma Romero Vázquez por
la labor humanitaria que desde hace más de 15 años realizan, sin ningún
ánimo de lucro y sin remuneración alguna, alimentando a los migrantes
centroamericanos que a lomos del tren La Bestia pasan por “La Patrona”,
barrio de la cabecera municipal de Amatlán de los Reyes, Veracruz.
Merecidísimo.
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