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Zambrano: ¿Romper para arreglarse?
Es sabido el contexto en el que se dio la supuesta ruptura del PRD de Jesús Zambrano Grijalva con el gobierno de Enrique Peña Nieto. En primer lugar, el Sol Azteca está por definir cuándo lleva a cabo su Consejo, después de que en el Congreso Nacional, aunque terminó arreglándose con las distintas corrientes, a Zambrano Grijalva le gritaron, entre otras muchas cosas más duras, “¡vendido!”. En segundo lugar, el desgaste provocado por su cercanía con el poder trae fracturas internas en el partido y un cuestionamiento muy duro de toda la izquierda nacional, incluyendo al Movimiento de Regeneración Nacional (Morena), liderado por Andrés Manuel López Obrador. Para no ir más lejos: una ruptura en este momento es de lo más conveniente. Ya rompieron en el pasado a causa de la Secretaria de Desarrollo Social, Rosario Robles Berlanga. Ya se arreglaron una vez: ¿por qué no otra? De que los acuerdos con el poder ya tuvieron ganancia, eso está claro: el PRD le aprobó una cuestionable Reforma Hacendaria y Fiscal al Presidente Peña Nieto y, ¿a cambio de qué? Si el PRD de Zambrano decidió, a sólo cuatro días de cumplirse un año de la firma del Pacto por México, el acuerdo con el que el gobierno de EPN inició triunfante su camino para “transformar” al país, anunciar su salida, tampoco está claro si la hará efectiva. Lo hizo ayer, luego de darse a conocer el contenido de la Reforma Política, que no contempla la consulta ciudadana sobre la Reforma Energética y, además, debido a las negociaciones que “en lo oscurito” han sostenido Los Pinos y los líderes del Partido Acción Nacional (PAN) sobre los cambios que en conjunto impulsarán en el sector energético mexicano. Y ahora el momento no debe ser fácil para el presidente nacional del PRD, Jesús Zambrano, quien desde el mismo 2 de diciembre de 2012 es blanco de las críticas de sus propios correligionarios, quienes le llamaron “traidor”. No se puede echar para atrás… o sí, ya antes también hizo berrinches. Uno de los mayores críticos del dirigente perredista ha sido Marcelo Ebrard Casaubón, quien ante las decisiones de su partido –tomadas dentro del Pacto por México–, pidió una “apertura radical” y operar una consulta nacional para elegir a la próxima nueva dirigencia, con el fin de que ese instituto político deje de ser un “partido satélite” y “aplaudidor” de Peña Nieto. Los juicios y la división perredista se hicieron aún más agudas al finalizar octubre pasado, luego de que el PRD de Zambrano –encabezado por la corriente Nueva Izquierda, donde los mandamases son el propio líder nacional y su tocayo Jesús Ortega Martínez– se unió en el Congreso, en un hecho inédito, al Partido Revolucionario Institucional (PRI), para aprobar la Reforma Hacendaria. Esa reforma incluyó el aumento del Impuesto al Valor Agregado (IVA) de 11 a 16 por ciento en las zonas fronterizas norte y sur, para equipararlo con el resto del país, lo que generó, y todavía genera, un reclamo airado de la sociedad civil, de los sindicatos y de los empresarios fronterizos contra el PRD, partido al que en esos estados carga con el calificativo de “vendido”. El 11 de agosto pasado, en su Consejo Nacional, las principales corrientes perredistas debatieron sobre su permanencia en el Pacto por México y la condicionaron al rechazo total a una Reforma Energética que implique cambios constitucionales. La presión interna ante la evidente operación del PRI en el Congreso en pro de una Reforma Política light, planteada con prisa, sin un dictamen previo por estudiar, presionada por los gobernadores que no quieren perder el control de los comicios locales y, encima, negociada dentro del Pacto con el PAN, terminaron por torcerle el brazo a Zambrano Grijalva, o al menos le hicieron hacer un nuevo sainete. Marcelo Ebrard, quien es candidato a dirigir el partido, planteó ayer en su cuenta de Twitter [@m_ebrard]: “El fin de semana propusimos salir del Pacto y Zambrano decía que no, hoy muy molesto nos da la razón y el PRD se va del Pacto!”. Sin embargo, dados los antecedentes de Jesús Zambrano y “Los Chuchos” en este primer año y su relación con EPN, nada está resuelto. La última palabra sobre la salida o un pronto regreso del PRD al Pacto se pronunciará en Los Pino
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