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Por Esto!
Fin de año, ¿triunfo del neoliberalismo?
Manú Dornbierer
Satiricosas
El
neoliberalismo que ha llevado al mundo al caos económico por todos los
países padecido, se desató en el año 1973 debido en primera instancia a
la disminución de las ganancias de las grandes empresas y corporaciones
transnacionales. Fue entonces cuando se empezó a echar la culpa de ello
al (concepto) Estado que había sido “el culpable del mal gasto y de las
recurrentes crisis”. Se propuso pues reducirlo a su mínima expresión en
la participación económica de los países…que se dejaran.
Se rechazaron las ideas de los “keynesianos” que aseguraban que ante una
crisis había que seguir aumentando el poder adquisitivo de las personas
para aumentar de esta forma el consumo y la producción. Así se
aseguraría el pleno empleo a pesar de la inflación que pudiera provocar.
Para los neoliberales capitaneados por Margaret Thatcher, primera
ministra del Reino Unido, y por Ronald Reagan, presidente de USA, el
único motor de la economía era en cambio el aumento de las ganancias de
los “privados” y sus cada vez más inmensas compañías. Y para obtener ese
objetivo había que reducir al máximo los costos de la producción, los
salarios y los impuestos. En suma se daba carta blanca a las empresas
para hacer lo que quisieran con tal de llegar a tan humanitaria y
solidaria meta. A todo llegaron para obtenerla. ¿Hasta comprar gobiernos
enteros, con sus respectivos Parlamentos o Congresos y poderes
aledaños? Sí, ¿por qué no? La compra de gobiernos se fue haciendo
mundial, colosal.
Y ese mismo año se crearía la OPEP, asociación de productores petroleros
(al principio los árabes y Venezuela) dispuesta a manejar los precios
de su petróleo. El invierno de 1973 fue duro para los países europeos,
Holanda, por ejemplo, que no quisieron pagar lo que se les exigía por el
combustible. Se agudizó por consiguiente la eterna ambición de los
países ricos de controlar la totalidad del petróleo en el planeta,
aunque no pudieron cancelar a la OPEP y se aliaron con algunos de sus
miembros, Arabia Saudita, entre otros.
Y en Latinoamérica los manejadores del mundo decidieron atacar con los
gobiernos que no se plegaban a sus designios, el de Allende en Chile.
Por supuesto no es casualidad que el 11 de septiembre de ese fatídico
año, Henry Kissinger y la CIA acabaran con Salvador Allende para imponer
a su asesino mercenario, el general Augusto Pinochet.
Y se implantó este nefasto sistema neoliberal consistente en la práctica
en el dominio implacable de un puñado, unos cuantos miles de seres
humanos cada vez más ricos, sobre los casi 7 mil millones de terrícolas
actuales. Estamos siendo “gobernados” por los más ricos de los ricos del
planeta cuyas identidades reales no conocemos. Y si las conoce la
revista Forbes, no las revela.
Los nombres que sí conocemos son los de algunas empresas bandidas como
Monsanto cuya más sencilla meta es controlar todas las semillas del
mundo para venderlas a los agricultores como si fueran su producto
exclusivo, inventado y “patentado”, dicen. Desde luego ésta y las
petroleras son las que más nos afectan y aterran en estos momentos de
fin del año en que en México está por votarse la reforma energética que,
digan lo que digan, si nos dejamos pondrá el petróleo de México en
manos del Nuevo Orden Mundial.
La política económica neoliberal acaba con necesidades de la humanidad
evolucionada como es la protección social, el verdadero cuidado de la
salud pública, la mejoría de las condiciones de vida en general y la
libertad. Un ejemplo testimonial de los setenta:
“Estas medidas económicas, tomadas en los gobiernos dictatoriales de
América del Sur en general, produjeron en el nivel social un deterioro
en la calidad de vida de sus pueblos, un retroceso en la distribución de
los ingresos hacia los más pobres, una acelerada desocupación y una
dependencia económica que se mantiene hasta nuestros días”. Por todo eso
actualmente los países suramericanos están luchando por alejarse de USA
y en general del Norte hegemónico y abusivo, en suma de la hidra de mil
cabezas que la acechan y se quieren apropiar de todo lo que producen
millones de seres humanos.
LA APERTURA DE LA CONCIENCIA
Pero el asunto no es solamente una discusión de economía y finanzas. Es
mucho más. Es una discusión de moralidad. Es un momento en que la
humanidad está en una encrucijada y debe escoger un nuevo camino si
quiere sobrevivir.
Mucha gente en el mundo está consciente de lo que en realidad sucede y
lo entiende a través de diferentes “herramientas”. La realidad es
especialmente clara para aquellos que tienen “una puerta espiritual” y
saben que no sólo es cuestión de dinero:
“En el Imperio Neoliberal estamos viviendo una hora histórica y cada uno
debe saber cuál es su sitio sin dejarse engañar, dice el español
(bloguero de El País) Patrocinio Navarro, en un extracto de su ensayo
“¿Antisistemas o espíritus libres?
En el Nuevo Imperio de la globalización, la sociedad gira al revés: lo
negativo en primer plano y favorecido; lo positivo en segundo plano y
obstaculizado. No importa el área que miremos, se cumple inexorablemente
que todo lo que se refiere a bondad, altruismo, creatividad, defensa de
la vida y de sus derechos en todas sus manifestaciones, está bajo
sospecha. Rodeado de indiferencia y desconfianza por la mayoría, lo
honrado, lo justo, lo pacífico, lo sano y hermoso es también perseguido
en cuanto se opone frontalmente a la maldad más que evidente de quienes
dirigen este mundo (…)
Esto que se afirma aquí afecta a infinidad de personas e ideas que han
ido emergiendo a lo largo de la historia de la Humanidad bien sea en el
terreno científico, en el espiritual, el social, el económico, el
artístico, o en cualquier otro. Lo nuevo, cuando sacude nuestra
conciencia difícilmente lo recibimos bien, pero para los poderosos jamás
es bienvenido. El enemigo de la verdad combate la verdad (…).
Y llega a las enseñanzas de Jesús: “De entre todos los perseguidos
destaca Jesús de Nazaret porque representa el más claro ejemplo de los
valores que dignifican y elevan la conciencia de un ser humano (…) Yendo
contra la corriente del mundo predicó la igualdad en una sociedad
esclavista; se puso al lado de los pobres en una sociedad clasista;
defendió a la mujer pecadora, no discriminó a ninguna en una sociedad
patriarcal y machista, y denunció abiertamente la impostura de la casta
sacerdotal a la que calificó de “sepulcros blanqueados”. ¿Acaso hoy no
volvería a denunciar las mismas cosas? ¿Acaso han dejado de existir
alguna de esas lacras?”.
Cuán simple y cierto, doloroso. Aquí no se trata de religión, se trata
lógica. Pensadores ecuménicos y hasta ateos están de acuerdo. ¿O no?
Se trata de ver la Verdad de frente. O la Humanidad cambia de rumbo
hacia la justicia o se hunde. Ahora o nunca. Que cada quien asuma su
responsabilidad en estos momentos, el Congreso de México, por ejemplo.
http://satiricosas.es.tl @manouscrita
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