¡¡Exijamos lo Imposible!!
Macabra realidad
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
A los cadáveres se agregan los billones
Por crimen se pierde el 27.7% del PIB
Corrupción e impunidad registran alza
EPN, “decepcionante”, indica WOLA
“Cocoa” es relacionada con “La Tuta”
PRD abandona el “Pacto por México”
“Me decían que eran necesarios unos muertos para llegara un mundo donde no se mataría”: Albert Camus
MEXICO, D.F., 28 de noviembre.- Tal y como lo hemos señalado en
diferentes ocasiones a través de estas líneas, organismos
internacionales como Human Rights Watch (HRW), la Oficina de Washington
en América Latina (WOLA) y el Institute for Economics and Peace (IEP),
destacaron esta semana que a pesar de las promesas del candidato del PRI
a la Presidencia de la República, Enrique Peña Nieto, de que se
apartaría de la estrategia de seguridad aplicada por Felipe Calderón, su
gobierno ha mantenido en gran medida las mismas tácticas y ha producido
los mismos resultados: más de 17 mil muertos en los primeros once meses
de su gestión. Los costos en vidas humanas son incalculables pero los
económicos superan los 4.4 billones en los últimos años, lo que
representa el 27.7% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, sin que
exista hasta el momento ni un solo responsable de esta masacre en las
esferas oficiales en donde predomina la corrupción y, con ella, el
imperio de la impunidad, misma que ya se extiende en su liga con las
organizaciones criminales hasta el Senado de la República al señalar uno
de los principales capos michoacanos a Luisa María Calderón como
beneficiaria de entregas económicas.
De acuerdo con un informe del Institute for Economics and Peace (IEP)
difundido este jueves, el costo indirecto de la violencia en México ha
sido conservadoramente de 333 mil millones de dólares por año, cantidad
que representa casi una tercera parte del PIB nacional, por los efectos
indirectos y directos de las víctimas - cifra que supera la que dio hace
unas semanas la secretaria de Salud, Mercedes San Juan, que la situó
entre 8 y 15% del PIB, y quien luego tuvo que recular al ser corregida
por su propia oficina de prensa que redujo dichos costos a sólo 1.3% del
PIB -. Las evaluaciones de IEP llevaron a México a caer al lugar número
133 entre 168 países, en los indicadores de paz en el país, lo que se
refleja en los niveles de corrupción, que ubica a nuestra nación en los
últimos sitios a nivel mundial, la impunidad de quienes cometen un
crimen y la debilidad del sistema judicial. Y, en este renglón, habrá
que citar que no hace ni 48 horas que el Ejecutivo Federal aseguró al
presidente de Israel que este era un territorio de paz y armonía cuando
en la opinión internacional estamos por los suelos y con señales de
alarma que ya también provocaron la caída en el renglón turístico.
El estudio de este grupo alerta que la Policía mexicana registra los
niveles más altos de corrupción, con más del 90 por ciento, y que otras
instancias que enfrentan el crimen, las Fuerzas Armadas, han mejorado al
reducir esta percepción en más de un 50 por ciento. Durante la última
década, según el Indice de Paz México, que mide el grado de paz a nivel
nacional y estatal, en el país se redujo 27 por ciento dicho nivel, a
causa de la ola de violencia y los homicidios derivados de la estrategia
de seguridad contra el Crimen Organizado que se sigue aplicando. Los
Estados más violentos son Chihuahua, Sinaloa, Guerrero, Michoacán y
Morelos, mientras que la entidad más pacífica es Campeche. En 2011 y
2012 se apreció una leve mejoría de la paz en México, que sin embargo se
vio mermado por el 90 por ciento de impunidad que hay en la persecución
de los homicidios, además de una percepción de corrupción en el sistema
judicial. Una medición en estos días arrojaría muchos más elementos
para asegurar que en nuestro país se tienden mantos protectores a las
actividades de la mafia que han logrado penetrar hasta a las posiciones
políticas y en las denuncias se tienden mantos de impunidad que en
cualquier otro lugar del mundo son inconcebibles.
Durante los últimos doce años, es decir, en los gobiernos panistas de
Vicente Fox y Felipe Calderón y en lo que va del de Enrique Peña Nieto,
se ha deteriorado el control de la corrupción, el Estado de Derecho, la
estabilidad política y la rendición de cuentas. Destaca también el hecho
de la desconfianza de la población hacia sus autoridades, lo que se
refleja en el elevado índice de cifra negra en la denuncia de delitos,
en tanto que el tráfico ilegal de armas se triplicó durante la última
década, además del detrimento de los niveles de pobreza y acceso a la
educación.
El Indice de Paz México, elaborado por IEP, fue construido tomando en
cuenta las tasas de homicidios, violencia, delitos con armas de fuego,
financiamiento de los cuerpos policíacos y encarcelamiento, todos por
cada cien mil habitantes, además de tasas de delincuencia organizada y
eficiencia del sistema judicial. Los resultados corroboran las
apreciaciones de otras organizaciones como la Oficina de Washington en
América Latina (WOLA) y de Human Rights Watch (HRW), que destacan que en
el primer año de gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se han
registrado muy pocos avances en materia de seguridad y derechos humanos,
toda vez que se siguen cometiendo una enorme cantidad de violaciones a
esas garantías, en medio de total impunidad.
A tan sólo unas horas de que HRW denunciara en una carta dirigida a Peña
Nieto que el supuesto cambio de la nueva administración en estos temas
ha sido únicamente “retórico”, WOLA sumó señalamientos a la gestión del
priísta en los mismos términos. A través de un documento firmado por
Maureen Meyer y Clay Boggs, el colectivo destacó que a pesar de las
promesas del candidato presidencial Enrique Peña Nieto, los resultados
de su administración en estos meses “han sido decepcionantes”, y subraya
que tras una leve caída en septiembre de este año, los homicidios
relacionados con la delincuencia organizada repuntaron en octubre.
Apunta que “la violencia sigue siendo desenfrenada en muchas partes del
país, y el secuestro y la extorsión se encuentran en niveles récord, lo
cual ha provocado el surgimiento cada vez mayor de grupos de
autodefensa”.
WOLA critica que el gobierno de Peña Nieto “ha mantenido en gran medida
la estrategia de seguridad de su predecesor y ha producido resultados
igualmente pobres”, con el Ejército desempeñando tareas de seguridad
pública en medio de acusaciones de abusos y corrupción. Lamenta también
que la nueva administración federal no ha depurado la lista de 26 mil
víctimas de desaparecidos revelada a inicios de este año por la
Secretaría de Gobernación, y su Unidad de Búsqueda de Desaparecidos no
ha dado resultados tangibles y no ha concretado la reforma para acotar
el Código de Justicia Militar. Asegura que se siguen cometiendo
violaciones graves a derechos humanos de forma generalizada - muchas de
ellas cometidas por el Ejército y la Policía Federal - y los
comunicadores y los activistas de organizaciones sociales aún son
víctimas de intimidaciones y ataques. Puntualiza que “las declaraciones
del gobierno y las buenas intenciones aún no han resultado en acciones
concretas”. El discurso del gobierno sobre los derechos humanos en el
país seguirá siendo poco más que buenas palabras, hasta que haya más
avances para combatir la impunidad que prevalece en México, concluyó.
Y el problema preocupa al gobierno de Peña Nieto sólo en términos de
imagen pública más que en resolver las cuestiones de fondo. Ayer, en
Mazatlán, Sinaloa, durante los trabajos de la XXX Conferencia Nacional
de Procuración de Justicia, el secretario de Gobernación, Miguel Angel
Osorio Chong, afirmó que “no pueden seguir existiendo casos que se
litiguen en instancias internacionales por falta de resultados en
nuestro país ni casos de violaciones al debido proceso o de personas que
son revictimizadas al momento de denunciar un delito”. Entonces ¿hacia
dónde o con quién hay que buscar que se apliquen las Leyes? Porque ahora
resulta que se corre el riesgo de que al inconformarse por la
inseguridad y las masacres reinantes se termine siendo señalado como
delincuente.
No se toma en cuenta que, solamente para muestra, en las últimas horas
una Senadora fue señalada directamente por “La Tuta” de ser beneficiaria
de las actividades de Los Templarios. El dirigente nacional panista,
Gustavo Madero, salió en su defensa argumentando que no puede darse
credibilidad a un delincuente y ¿si a quién buscó con medios nada
legales, ni ortodoxos, la gubernatura de Michoacán? Porque resulta ya
hasta sospechoso que doña María Luisa se aventurara a señalar que los
michoacanos que se apersonaron en el inmueble senatorial eran de ese
grupo y pidió la intervención inmediata de Gobernación. ¿Tan bien los
conoce que pudo afirmar que los quejosos eran mafiosos? Iris Vianey
Mendoza, también senadora pero perredista, está dispuesta a ir a
declarar a la PGR que a ella la buscaron porque desde hace años que los
conoce y siguió el procedimiento normal que se lleva para recepcionar a
visitantes en el Senado.
En dicha conferencia celebrada en una de las Entidades señalada por los
registros a la alza en violencia, la atención de los funcionarios
federales se centró en la instrumentación del nuevo sistema penal que,
subrayaron, permitirá mejorar la procuración e impartición de justicia,
ya que dotará con instrumentos ágiles y eficaces la investigación de los
delitos y evitará que haya casos que se litiguen en instancias
internacionales, que es lo que ocupa la preocupación de la actual
administración federal.
Si la ropa sucia debe lavarse en casa, antes hay que crear el ambiente
de confianza que permita que sólo se registren casos aislados y liquidar
la impunidad reinante. El que pudieran surgir acusaciones en contra de
Peña Nieto similares a las que han enfrentado Zedillo y Calderón y que
son del conocimiento mundial es su prioridad, no los ciudadanos
mexicanos y la conservación de la paz, de sus vidas, de sus patrimonios.
Destacaron también el hecho de que el plazo para implementar totalmente
el nuevo sistema de justicia penal concluirá en junio de 2016 y hasta la
fecha sólo tres entidades lo han establecido; 17 más registran avances,
por lo que “se avanza lento” en la construcción de los mecanismos. El
procurador general de la República, Jesús Murillo Karam, resaltó que “si
alguna tarea es crucial para el país y verdaderamente importante para
que el desarrollo pueda darse asociado a la justicia” es que las
Procuradurías de justicia generen confianza en los ciudadanos, ya que
“la legitimación de la confianza es una tarea central de quienes
encabezan las instituciones”. En este tenor olvidaron que los esfuerzos
de esas Entidades se han ido al caño al establecerse un Código Unico y
que hasta ahora, nos reportan, nada se ha hecho por la formación de
cuadros de policías investigadores preparados, quedando también
pendiente el que puedan contar con laboratorios criminalísticos que por
lo menos reciban el señalamiento de “básicos”.
PRD FUERA DEL PACTO POR MÉXICO
Las reuniones en privado entre dirigentes y legisladores del PRI y PAN
para pulir el dictamen de la reforma energética que habrá de entregar a
trasnacionales el control de las reservas petroleras y la explotación y
comercialización de los hidrocarburos, y el hecho de que panistas y
priístas sacaron el tema de la “consulta ciudadana” de la reforma
política, obligó a la dirigencia del Partido de la Revolución
Democrática (PRD) que encabeza Jesús Zambrano, a anunciar su salida del
“Pacto por México”. Según declaraciones del dirigente, a raíz de las
negociaciones entre tricolores y blanquiazules en las que quedaron
excluidos, es claro que ya no participan en ese Pacto en el que,
advierten, el propio Peña Nieto aceptó y firmó que los hidrocarburos son
propiedad de la Nación, por lo que hoy no se explican el cambio que lo
lleva a pretender reformar la Constitución y entregar este patrimonio.
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