¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
Viene lo peor después del domingo
Guillermo Fabela Quiñones
Apuntes
La violencia sigue siendo el común denominador de la vida en el país,
hecho por demás significativo de que nada ha cambiado en México en los
últimos treinta años. Tal situación demuestra que la oligarquía no está
dispuesta a permitir que la sociedad avance, busque salidas a la
descomposición social imperante, promueva cambios democráticos, como
urge hacerlo para desactivar la crisis política que se avecina de
continuar por el rumbo que seguimos, con el avieso propósito de mantener
un estado de cosas altamente beneficioso para la minoría que detenta el
80 por ciento de la riqueza nacional.
Tal terquedad está llevando al país al empoderamiento de un sistema
policiaco, cuyas consecuencias son ya terribles. El legado de horror que
dejó el desgobierno del espurio Felipe Calderón, en poco tiempo se verá
superado de seguir las cosas como hasta la fecha, luego de siete meses
de que Enrique Peña Nieto se entronizó en Los Pinos. Está demostrando no
tener ningún interés en corregir una realidad muy dramática,
consecuencia de que las instituciones están al servicio del grupito que
detenta el poder real en el país, situación que ha desembocado en más
pobreza para las clases mayoritarias, y más voracidad de una elite
oligárquica.
Es muy preocupante que no se detengan ante nada con tal de mantener sus
privilegios. Están decididos a lo que sea con tal de que sus designios
no sean modificados un ápice. A ello obedece la ola de crímenes contra
candidatos en estados donde habrá elecciones el próximo domingo 7 de
julio. El objetivo es crear un clima de zozobra que llegue hasta la
cancelación del proceso electoral, bajo el argumento de que no hay
condiciones mínimas de seguridad. Se trata de una típica acción de corte
fascista, cuando el grupo en el poder presiente que su hegemonía está
en riesgo. Saben, sus integrantes más conspicuos, que el pueblo está
harto de tanto engaño, tanta pobreza, tanta explotación. De ahí su
temor.
El grupo priísta en Los Pinos sabe que debe aprovechar este proceso
electoral para posicionar su hegemonía; no escatimará gastos, prebendas,
presiones, actos ilegales incluso, con el fin de lograr su objetivo:
“carro completo” que le permita mayores márgenes de maniobra a Peña
Nieto, a fin de imponer al país los designios de la oligarquía y de sus
socios extranjeros. Están decididos, como es fácil advertirlo, a lo que
sea con tal de afianzar su poder. Al fin que el pueblo mexicano es muy
apático, no como el brasileño o el egipcio, los cuales están demostrado
una dignidad y un sentido de su deber ciudadano, a prueba de todo tipo
de amenazas del grupo en el poder.
Es ominosa la advertencia de Manlio Fabio Beltrones, de que el PRI no
aceptará “ningún chantaje” para modificar los resultados de las
elecciones. Esto significa simple y llanamente que no aceptarán
derrotas, aunque sean más que manifiestas, porque se adelantarán a la
oposición en el terreno judicial. El mensaje que envió el coordinador de
los diputados del tricolor es muy claro: no estamos dispuestos a
compartir el poder con nadie, en el último de los casos negociaremos
dádivas a la oposición domesticada, siempre y cuando se acepten nuestras
condiciones, al pie de la letra. No es fortuito que las dirigencias
nacionales del PAN y del PRD hayan coincidido en afirmar que “hay un
clima electoral enrarecido”. Esto les permitirá negociar después del
proceso electoral.
Mientras, el país sigue en caída libre hacia una crisis económica que
buscarían desvirtuar con la crisis política, que se recrudecerá
posteriormente a las elecciones del próximo domingo. Aquella permitirá
afianzar el argumento falso de que sólo podrá superarse con las reformas
estructurales faltantes, sobre todo con la energética; la otra con las
negociaciones espurias al amparo del Pacto por México, ajenas a los
resultados electorales cuando así le convenga al PRI. Al fin que para
eso se ideó dicho mecanismo, para justificar los acuerdos cupulares que
sean necesarios, a fin de que la oligarquía siga ejerciendo su poder
real sobre la sociedad.
Tan dramática realidad no habrá de cambiar en tanto el pueblo siga
sumido en su letargo, desarticulado y sin una idea de su fuerza real,
como la que descubrieron los pueblos brasileño y egipcio, por causas
mucho menos crueles que las que sufren los mexicanos.
(guillermo.favela@hotmail.com)
No hay comentarios:
Publicar un comentario