¡¡Exijamos lo Imposible!!
Cabalga la pobreza
Lilia Arellano
Estado de los ESTADOS
Fallida estrategia económica
Contradictorias cifras de Coneval
Empujan privatización de Pemex
Compensarán ingresos con IVA
Gravarán alimentos y medicinas
Seguridad, sin resultado alguno
“La pobreza iguala las diferencias sociales” Pedro Muñoz Seca
La danza de las cifras va convirtiéndose día con día en un baile de
máscaras, en el cual predominan la mentira y la ambición. Para expertos
consultados, resulta inexplicable que se presenten porcentajes que
hablan de disminución de la pobreza o de la violencia cuando no se ha
ejecutado acción alguna que respalde estos dichos. Más aún, es del todo
incomprensible que siendo Pemex una empresa de reconocimiento mundial
reporte una pérdida acumulada de su patrimonio o capital contable de 324
mil 360 millones de dólares en lo que va de este año, en el que se han
mantenido las exportaciones del crudo y su precio se ha manejado con
aceptable estabilidad.
El Coneval (Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo
Social) refiere que el 45.5 por ciento de los mexicanos somos pobres, lo
cual transformado en individuos se trata de 53.3 millones; esto
significa que el año pasado había medio millón más de pobres que dos
años antes. Pero resulta que si toman en cuenta el incremento y la
población total, ese 45.5 por ciento es menor que el porcentaje que se
reportaba en el calderonato, que era del 46.1 por ciento; ante este
juego de espejos estadístico, surgen los cuestionamientos sobre el tipo,
el momento, el lugar, el monto, la supervisión para constatar la
veracidad de acciones para combatir y, por ende, disminuir una pobreza
de la cual lo único palpable es su crecimiento.
Este mismo organismo reporta que en pobreza extrema sobreviven 11.5
millones de personas, es decir, casi el 10 por ciento de la población y
esta vergonzosa cifra la celebra refiriendo que es menor a la registrada
hace dos años cuando alcanzó al 11.3 por ciento. Si establecemos una
referencia entre estos reportes y el contar con un mexicano que es el
hombre más rico del mundo podremos, sin necesidad de tanto estudio,
tener muy clara la distribución de riqueza que existe en nuestro país.
Una vez hecho este “reconocimiento oficial”, uno se preguntaría: “¿Y…?
¿Qué se hace? ¿De qué manera puede aliviarse esta situación?”.
Para los flamantes administradores gubernamentales, que no gobernantes,
la mágica solución estriba en establecer la igualdad, es decir, todos
jodidos. Por ello, es que se hacen exhaustivos esfuerzos para lograr
mediante un consenso mayoritario que les aprueben el IVA a los alimentos
y medicinas y que el porcentaje de este impuesto llegue a ser hasta del
19 o 20 por ciento, exentando a una raquítica e insuficiente canasta
básica, y en el caso de los medicamentos a algunos genéricos y
obviamente a los mejorales, las aspirinas y el alka-seltzer.
Con esta nueva carga tributaria está garantizado un gran golpe para la
clase media que ya vera de qué manera se concibe la igualdad. Queda
suficientemente claro, también, el esfuerzo de Luis Videgaray y, en
general, del gabinete económico de Peña Nieto, para obtener recursos a
toda costa respaldados también en el llamado Pacto por México, en el
cual la lucha que presentan los partidos políticos no es para proteger a
los mexicanos de esta nueva carga tributaria o de mantener intocable el
ya muy disminuido patrimonio petrolero, es decir, nada que tenga que
ver con los ciudadanos sino con lograr mayores prebendas y presupuesto
para los partidos políticos, ya que es mediante este manejo y los
recursos asignados a las bancadas que los lideres logran incrementar sus
patrimonios familiares.
Y esto lo constata el propio dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano,
quien declaró ayer que el gobierno federal y el PRI generan
especulaciones sobre la reforma energética al no presentar su propuesta.
El líder perredista rechazó que las reformas se condicionen, pues
advirtió que las fuerzas políticas, refiriéndose a su partido, al PAN y
al PRI, acordaron que primero se presentará una reforma política, es
decir, “de a cómo les va tocar a cada partido en el reparto
presupuestal” y después las demás reformas.
Con la reforma energética –la cual ya están justificando con las
supuestas pérdidas millonarias de Pemex- no veremos disminuir ni mucho
menos desaparecer los “gasolinazos”, tampoco se reducirán las tarifas
eléctricas y, en ambos renglones, la ola de incrementos será cuantiosa
porque sólo así lograrán suplir los impuestos que actualmente paga la
petrolera y que ya no les llegarán en cuanto exista una inversión
privada que exija que los tributos sean similares a los que se pagan en
otros países productores de petróleo, mismos que son infinitamente
menores que los que aquí se liquidan. Salvo que realmente se logre una
movilización popular que demande que se anulen estas reformas, no hay ni
el menor asomo de duda de que serán impuestas.
Lo que no se han dignado a explicar, los funcionarios del gabinete
energético, es de dónde saldrán los extraordinarios recursos tributarios
que actualmente aporta Petróleos Mexicanos a la Secretaría de Hacienda y
que les permite tener esos cuantiosos presupuestos federales de
billones de pesos que, finalmente, no se aplican ni se destinan a cubrir
las grandes necesidades de la población y que terminan despilfarrándose
en salarios a los burócratas, en el mejor de los casos, y ocultos en
fideicomisos en el peor de ellos.
Por lo que respecta al terreno de la seguridad, en el que también
presumen de triunfos cuando lo único real ha sido la entrega pactada de
Miguel Ángel Treviño Morales, el “Z-40’”, siguen empeñados en
presentarnos un panorama y un sinnúmero de reportes en los que
consideran que la violencia y los actos delincuenciales han disminuido.
Sin embargo, la realidad nos muestra un rostro totalmente diferente, y
no hay día en el que no sean reportadas un mínimo de 30 ejecuciones,
todas ellas sanguinarias, con colgados, mutilados, cremados; siguen
descubriéndose las fosas clandestinas y, obviamente, no hay rastro
alguno de miles de desaparecidos.
Recientemente está el caso de una ejecución, por demás sobresaliente, la
del vicealmirante Carlos Miguel Salazar Ramonet, comandante de la
Octava Zona Naval, con sede en Puerto Vallarta, Jalisco, y en la que
presuntamente están implicados tres integrantes de la organización
criminal los “Caballeros templarios”, que están detenidos y son
interrogados en las instalaciones de la Procuraduría General de la
República, que de inmediato atrajo el caso. Destaca el hecho de que sea,
precisamente en Michoacán, donde hay un gobierno acéfalo ante la
enfermedad de Fausto Vallejo Figueroa, donde se presenta prácticamente
un estado fallido, y donde las ejecuciones violentas están a la orden
del día, entre las que se cuentan no sólo oficiales de la Marina, sino
también agentes federales y mandos policíacos locales, sin que falten
civiles inocentes y presuntos delincuentes.
En la administración federal por discursos no paran, desde el presidente
Enrique Peña Nieto, quien “garantizó” que habrá celeridad para llevar
ante la justicia a los responsables del ataque a elementos de la Marina
este domingo en el Estado de Michoacán. El titular del Ejecutivo federal
afirmó, desde sus oficinas en la residencia oficial de Los Pinos, que
“su gobierno” refuerza la decisión de hacer valer el estado de derecho
en todo el territorio nacional. Mientras que el procurador general de la
República, Jesús Murillo Karam, sale presuroso a declarar que la
organización delictiva de los “Caballeros templarios” fueron los
responsables del ataque contra el mando naval, con lo que intenta
prematuramente dar por resuelto el caso.
Sin embargo, a la hora de la verdad y dejando de lado los discursos, lo
cierto es que los niveles de violencia que se alcanzaron durante la
pasada administración panista se mantienen en el gobierno de Enrique
Peña Nieto, que no ha sido capaz de diseñar una nueva estrategia contra
la delincuencia organizada y los cárteles de la droga en el país, por lo
que los resultados –o mejor dicho la falta de éstos— siguen siendo los
mismos.
La administración del mexiquense sigue plegada a la estrategia
que le dictan desde el Departamento de Estado de Estados Unidos, de
combate frontal a las organizaciones delictivas, lo que conviene a los
intereses de la administración de Barack Obama, pero que no responde a
las necesidades y demandas de México.
Tan son falsas las cifras que maneja la administración federal en torno a
la percepción de disminución de la violencia, que ahí están los datos
duros, fríos, que desmienten el optimismo oficial, no sólo en los
reportes diarios de ejecuciones a lo largo y ancho del territorio
nacional que, a pesar de todo, siguen difundiendo los medios de
comunicación, sino también los reportes oficiales, como la localización,
por parte de la Secretaría de la Defensa Nacional, de al menos 198
fosas clandestinas con 486 cadáveres, tan sólo en los últimos dos años. Y
son precisamente los Estados de Tamaulipas, Veracruz y Durango, donde
se concentran estas tumbas multitudinarias clandestinas en los
municipios de San Fernando, Tamaulipas, donde se han encontrado 52 fosas
con 210 cuerpos; San Julián, en Veracruz, con 14 fosas y 65 cadáveres, y
Durango, Durango, con 7 fosas y 26 cuerpos.
Y las fallas en la administración y procuración de justicia siguen
exhibiéndose, incluso en el terreno internacional. Luego de la
liberación de la secuestradora francesa Florence Cassez, y la falta de
pruebas contra generales encarcelados en el gobierno calderonista, ahora
surge el caso de Sandra Ávila Beltrán, conocida también como la “Reina
del Pacífico”, a quien se ha mantenido encarcelada durante un sexenio,
acusada de varios delitos relacionados con el tráfico de drogas y el
lavado de dinero. Uno a uno los cargos fueron cayendo, a pesar de lo
cual los gobiernos de México y Estados Unidos la mantuvieron tras las
rejas hasta que un juez estadounidense consideró que su condena ya está
cubierta, por lo que se espera su liberación y repatriación a México.
En territorio nacional, fuentes ministeriales insisten y advierten que
Sandra Ávila Beltrán será detenida una vez que ingrese a México, debido a
que existe un juicio abierto por el delito de recursos de procedencia
ilícita y del cual se espera conocer la sentencia correspondiente.
DE LOS PASILLOS
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