martes, 23 de julio de 2013

La extrema derecha pri-pan y 'los chuchos'

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Por Esto!
En el clímax de la contrarrevolución
Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes

La coyuntura política actual es propicia para que la sociedad sea encauzada hacia una ruta verdaderamente progresista, para ello es indispensable que la izquierda verdadera se desembarace de los oportunistas y corruptos que medran con el señuelo de que militan desde hace muchos años en tal corriente. No importa que se minimice cuantitativamente su número, si se gana una militancia auténticamente comprometida con el desarrollo social y democrático de la sociedad nacional.

La derecha en el poder está viviendo los inicios de un declive histórico, en tanto que la oligarquía, su principal soporte, está decidida a prescindir de sus servicios en la medida que México entre de lleno a la esfera geopolítica de las grandes trasnacionales estadounidenses. Entonces las leyes nacionales serán secundarias, debido a que las de la nación vecina estarían por encima del Estado “mexicano”. Los litigios no se resolverían en los juzgados mexicanos, sino en los de Washington y otras capitales, como Londres, Madrid y París, principalmente.

Las fuerzas armadas de México tendrían que definir su lealtad, que conforme a la correlación existente en la etapa prevista, sería favorable al interés extranjero predominante en ese momento. Los militares leales a México quedarían sin mando de tropas, arrinconados y agazapados para poder sobrevivir, en espera del momento en el que las clases mayoritarias, dirigidas por una izquierda verdaderamente progresista y patriótica, decidieran luchar por rescatar la soberanía nacional.

No hay duda, conforme a la realidad cotidiana, que este sexenio es el clímax de la contrarrevolución neoliberal que tanto daño ha hecho a los mexicanos. No tiene margen para seguir encabezando un sistema político entrampado en sus contradicciones internas. No podrá superarlas, ni con Los Chuchos como factor engañabobos, pues su utilidad es de muy corta duración en un contexto tan complejo como el que estamos viviendo. La extrema derecha, incrustada en el binomio PRI-PAN, no quiere más alianzas con aventureros cínicos y corruptos como los que encabezan Los Chuchos, a los que se quieren liderar Marcelo Ebrard y Manuel Camacho Solís.

Esa derecha, de firme contextura fascista, lo que quiere, de una vez por todas, es tener el poder sin recurrir a alianzas que le provocan asco. Quiere dar un golpe de Estado que le asegure una hegemonía duradera; no se desenmascara porque aún no tiene el control suficiente, no cuenta con la fuerza necesaria para dar ese paso, que sin duda sería bien visto por la Casa Blanca, si no ahora, más tarde, cuando el mundo entre de lleno en la nueva guerra fría que se está cocinando rápidamente. Para los intereses estadounidenses sería fundamental extender su territorio al patio trasero más próximo, que además cuenta con recursos estratégicos que le son vitales.

En este contexto, la izquierda verdadera tiene una oportunidad única para liderar a un pueblo que, una vez libre de sus cadenas televisivas, podrá convertirse en una fuerza avasallante que no sería nada fácil contener, como no lo fue cuando el imperio estadounidense quiso frenar la lucha liberadora del pueblo, asesinando a Francisco I. Madero y muchos de sus seguidores. El pueblo hizo causa común con quienes enarbolaron la defensa del maderismo, y sobre todo con quienes emprendieron una lucha muy clara contra el feudalismo, que durante décadas había esclavizado a las masas campesinas.

La derecha integrada en el binomio PRI-PAN está lista para actuar en el terreno que definan las propias circunstancias. Han sido muy obvias las advertencias de algunos de sus dirigentes sobre la necesidad de ir con todo, si así lo demandan los acontecimientos. Lo acaba de reafirmar Gustavo Madero, el sábado 20. Hizo suyas las declaraciones de Enrique Peña Nieto y otros destacados priístas, en el sentido de que hay que hacer a un lado tabúes y mitos nacionalistas “que tienen postrada a la industria petrolera”.

Lo que no dicen es que lo que realmente tiene postrada a la industria petrolera nacional es la pésima y corrupta administración implementada desde Los Pinos, el saqueo inmoral al que la han sometido, de manera sistemática desde hace tres décadas. Pero a Madero lo que le interesa es demostrar su entreguismo, “decir con valor las cosas y no rajarnos por miedo a las marchas”. Aun así, Los Chuchos siguen tan orondos y satisfechos, como leales sirvientes en el Pacto por México.

(guillermo.favela@hotmail.com)

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