¡¡Exijamos lo Imposible!!
Estado de los ESTADOS
Por Lilia Arellano
Encrucijada
PAN palero; PRD colaboracionista
Ejército en Durango contra violencia
Caso EEG, apegado a la Ley: PGR
Aplican este sábado otro “gasolinazo”
“El Estado soy yo”.- Luis XIV de Francia.
El creciente poder presidencial que ha acumulado en las últimas semanas
Enrique Peña Nieto obliga, a las tres principales fuerzas políticas del
país, a replantear sus posiciones políticas y reflexionar sobre el papel
del Congreso de la Unión como garante del equilibrio de poderes, ante
la actitud sumisa de la Suprema Corte de Justicia frente al titular del
Ejecutivo Federal. Las negociaciones entre Felipe Calderón y el equipo
de transición, previas al cambio de gobierno, garantizaron la impunidad
de los calderonistas pero reubicaron al PAN como un partido palero; la
firma del Pacto por México hecha por Jesús Zambrano convirtió al PRD en
comparsa del poder presidencial y debilitó al instituto político de
izquierda que habrá de replantearse su papel como protagonista político
en su próxima asamblea nacional; el PRI deberá definir, sin dejar lugar a
dudas, si se convierte en el partido del presidente o se pone de lado
de los intereses de las mayorías, aunque esto lo lleve a oponerse a las
iniciativas surgidas de Los Pinos.
Este fin de semana será tiempo de definiciones para los partidos
políticos y, sus posicionamientos, habrán de determinar los resultados
de las próximas elecciones, pero también el rumbo político del país
durante este sexenio. Hasta el momento, el cambio de partido en la
Presidencia de la República sólo ha representado un cambio de manos de
la administración federal, toda vez que no hay modificaciones de fondo
en el proyecto político económico que sustentaron los gobiernos panistas
de Vicente Fox y Felipe Calderón. Es más, sólo hay un cambio de forma
en el estilo personal de gobernar entre la minúscula figura política que
conformó Felipe Calderón y que tuvo que ser respaldada por las fuerzas
armadas del país para mantenerse en el poder y la de Enrique Peña Nieto
que, inteligentemente, ha ido apostando por la construcción de un
régimen político centralista en torno a su figura, para restaurar la
“dictadura perfecta” que su partido mantuvo el siglo pasado a lo largo
de más de 70 años.
La reforma laboral y la reforma educativa son apenas dos pasos más en la
consolidación del régimen neoliberal que inició su construcción en el
gobierno de Miguel de la Madrid de la mano de Carlos Salinas de Gortari,
que empujó dicho proyecto y que siguió al pie de la letra la gestión de
Ernesto Zedillo Ponce de León. Los panistas Vicente Fox y Felipe
Calderón no hicieron más que transitar por ese camino, sin cuidar las
formas políticas y corrompiéndose de inmediato al tocar y administrar
las arcas de la Nación. La corrupción y el nepotismo se fundieron para
ahondar en el saqueo del patrimonio nacional, lo que llevó a los
electores mexicanos al hartazgo y empujó el cambio de gobierno, hasta
ahora tan sólo de colores en la Presidencia de la República. Mal hacen
los panistas en exigir ahora, que el combate a la impunidad sea una
política de Estado y no un acto de ajuste de cuentas porque este
posicionamiento, podría salirles muy caro tan sólo en la revisión de los
resultados de la docena trágica que representó para el país los
gobiernos de Fox y Calderón.
Mucho cuidado deben tener los panistas pero también los perredistas. La
firma del Pacto por México, realizado por Jesús Zambrano, debilitó al
Partido de la Revolución Democrática (PRD), que ya era sacudido por la
formación de MORENA como partido político, lo que le representa un
enorme éxodo de afiliados hacia el partido de Andrés Manuel López
Obrador, que era su principal capital político y el que les permitió
acceder a las posiciones legislativas en el Senado de la República y la
Cámara de Diputados, de las que ahora gozan los propios detractores del
tabasqueño. Al interior del Sol Azteca hay urgencia por adelantar el
Consejo Nacional para mediados de este año, inmediatamente después del
proceso electoral, para retirar de la dirigencia a Jesús Zambrano, cuyo
liderazgo no representa a un partido de izquierda y de oposición, sino
colaboracionista.
Para relevarlo está ya apuntado en primer lugar el ex jefe de Gobierno
del Distrito Federal, Marcelo Ebrard Casaubón, quien este jueves
participó en la inauguración del Encuentro Nacional de Gobiernos Locales
de Izquierda. El “Carnal Marcelo!” exhortó a sus correligionarios a
“construir el polo progresista que debe representar el contrapeso a la
restauración priísta que estamos viendo por doquier”. En un corto
mensaje, Ebrard destacó que “es nuestra obligación política respaldar a
nuestra sociedad que espera una representación progresista en la vida
social, política y pública del país”.
Al constatar que al interior del PRD ya le están moviendo el tapete a
pesar de que su tiempo estatutario aún no se agota, Jesús Zambrano
pretende recomponer el rumbo aceptado con su firma al Pacto por México,
aún contra los principios del perredismo, y ahora advierte que su
partido rechazará la Estrategia Nacional de Energía 2013-2027, que fue
entregada en el Senado de la República. El dirigente nacional del Sol
Azteca explicó que el documento no se puede aprobar porque contiene
propuestas que van contra los postulados del PRD, como es una posible
alza a las tarifas eléctricas y la participación de la iniciativa
privada en el sector de los hidrocarburos y la electricidad. También
subrayó que el documento plantea un “inevitable” ajuste a las tarifas
energéticas, propone la revisión de los subsidios a los combustibles,
promueve la participación del sector privado en el sector de los
hidrocarburos y electricidad y busca rediseñar los actuales órganos
reguladores.
Zambrano insistió en que el PRD rechaza el plan energético de Enrique
Peña Nieto, en los términos en los que fue presentado, toda vez que
están en contra de abrir ciertas áreas de la industria petrolera
nacional a la inversión privada. El ex guerrillero, también se atrevió a
pedir a los delegados del PRI que, en el marco de su asamblea nacional,
reflexionen y se expresen contra tendencias privatizadoras del
petróleo, así como del Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y
medicinas.
Ante las circunstancias que vive el país, Jesús Zambrano pidió a los
gobiernos de izquierda “no cometer errores”. Dijo que “México vive
momentos cruciales, por eso los gobiernos de izquierda no nos podemos
permitir errores. La izquierda tiene que hacer buenos gobiernos porque
esa es nuestra carta de representación”. De hecho, este sábado, la
Comisión Política del PRD habrá de reunirse para analizar el tema del
Pacto por México y las alianzas electorales con el PAN y otros partidos.
Otros temas que habrán de abordarse son la campaña de afiliación que se
realiza en el partido del Sol Azteca y la fecha idónea para llevar a
cabo el próximo consejo nacional de ese instituto político.
De hecho, en cuanto a las alianzas políticas, los consejos estatales ya
aprobaron coaligarse con Acción Nacional en 8 estados: Baja California,
Veracruz, Oaxaca, Zacatecas, Coahuila, Puebla, Durango y Chihuahua,
aunque varios de los convenios de coalición no se han firmado.
PAN Y LA IMPUNIDAD
Al interior del PAN hay satisfacción porque el nuevo gobierno federal
que encabeza Enrique Peña Nieto ha mantenido el mismo programa político
de Felipe Calderón y no ha hecho ningún viraje hacia la izquierda, no
obstante las promesas de campaña del ex gobernador mexiquense. Entre la
cúpula panista, que encabeza Gustavo Madero, hay complacencia porque los
acuerdos para garantizar la impunidad de la clase política de Acción
Nacional se han respetado hasta el momento, no obstante los resultados
presentados por la Auditoria Superior de la Federación que constatan el
enorme saqueo de las arcas de la federación en el gobierno del petiso
michoacano.
Tras el encarcelamiento de la dirigente del magisterio nacional, Elba
Esther Gordillo, el líder del PAN, Gustavo Madero, demanda ahora que el
combate a la impunidad sea una política de Estado y no un acto de ajuste
de cuentas, posición que de darse, se le puede revertir al revisar no
sólo los resultados presentados por la administración de Felipe
Calderón, sino también de los gobiernos estatales emanados de sus filas.
Durante el encuentro nacional de diputados locales panistas, Madero
declaró que es indispensable que se investigue y sancione a otros
actores que han incurrido en excesos a costa de recursos públicos y
cuotas de trabajadores.
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