sábado, 21 de diciembre de 2013

Jefe Diego quiere seguir chupando la ubre

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Contralínea
La oportuna (de oportunismo) propuesta del Jefe Diego
 

En el noticiero de José Cárdenas, el siempre oportunista Fernández de Cevallos, alias el Jefe Diego, panista-salinista-zedillista, queriendo ganar terreno electoral, para a sus 73 años hacerle al Berlusconi queretano y ser senador por 18 añoses decir, vitalicio–, estuvo justificando y medio explicando su propuesta (aunque se la hicieron sus cuates jurisconsultos de la Universidad Nacional Autónoma de México), para la reforma (contrarreforma) de Peña-Partido Revolucionario Institucional-Partido Verde Ecologista de México y los desertores del Partido de la Revolución Democrática (PRD), que se han ido por la libre desmarcándose del PRD-Cárdenas y del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) de López Obrador (a quien los peñistas daban y quieren muerto, aunque digan lo contrario, mientras los del Partido Acción Nacional hasta le rezan a San Judas para que se muera, al menos, políticamente). Fernández de Cevallos, dueño de haciendas, hacedor de carreteras por donde vive o vivía en Jalisco su entonces prometida, para como matrimonio ir y venir, quiere conciliar a los tres partidos principales, aunque el PAN ya se deslindó de él, según nos informan Angélica Mercado y Omar Brito en su nota de Milenio del 4 de diciembre pasado.

Diego, con su engolada y dizque contundente voz, quiere que se agregue al Artículo 28 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos que el petróleo “es y seguirá siendo propiedad de la nación” y que en las leyes reglamentarias se permita que la voracidad de los negociantes privados, sobre todo estadunidenses y uno que otro más, entre a explotar pozos-yacimientos, comercialice la extracción y con esa privatización se consume la Contraexpropiación petrolera. En esto coincide con los peñistas y los verdes, que ya sin el PRD y debilitado el movimiento lópezobradorista, parece que tienen el campo libre para privatizar Petróleos Mexicanos (Pemex). Y no obstante la democracia del pueblo que se opone en las calles, es un riesgo que correrán el peñismo y sus aliados. El Jefe Diego quiere figurar como el intermediario con su propuesta salomónica, muy a su estilo oportunista para sacar raja, pues no da paso sin huarache. Y ha salido de su marginación con el proyecto que senadores panistas antidiego (Cordero y Roberto Gil) ya calificaron de “a título personal”.

Y la han desechado porque es la misma gata, sólo que revolcada. Es más de lo mismo del PAN-PRI-PVEM, ya que en el fondo, y en la superficie, se trata de privatizar la explotación y comercialización del petróleo hasta sus últimas consecuencias. Entregarlo sobre todo a nuestros vecinos del Norte, para que estos tengan suficiente abasto y rellenen sus pozos vacíos, ya que peligra el oro negro del Oriente Medio, del que se surten, pues las guerras que han ocasionado cientos de miles de homicidios hacen muy inestable su comercialización. Y a Peña le han ofrecido apoyo político, militar y policiaco si accede a cumplir la promesa que les hizo en secreto: privatizar Pemex y entregarles al menos el 80 por ciento de la renta petrolera. Es lo mismo de siempre, desde que España nos ofrecía cuentas de vidrio de colores a cambio de nuestras minas de oro y plata; ahora los gobernantes las reciben gustosos a cambio de la contrarreforma energética. ¿Resistirá la nación?

*Periodista

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