Homozapping
Gas shale, el gran mito
Jenaro Villamil
Ni tan limpio ni tan abundante y menos rentable, la supuesta riqueza de gas shale o de gas de esquisto en México, promovida como uno de los negocios más promisorios de la reforma energética, puede convertirse en otro gran mito, según informes de organizaciones ambientalistas, de empresarios y funcionarios involucrados en el sector.
“Muy pocos
productores de lutitas ganan con el gas, así que no se crean que es el
gran negocio”, admitió José de Jesús Valdés, director general de Alpek,
filial del Grupo ALFA, empresa que mantiene una sociedad con consorcios
norteamericanos al sur de Texas para explotar el gas shale.
Durante el Foro Monterrey Summit 2013,
Valdés afirmó que extraer un barril de crudo en México tiene un costo de
10 dólares, mientras que el )
A su vez, Aroa de la Fuente, experta en
sector energético de la organización FUNDAR, coincidió que tampoco
existe un “alto margen de ganancia” para explotar este tipo de gas. La
técnica para extraer de las rocas este gas es por inyección hidráulica
(mejor conocida como fracking). Esta técnica reclama volúmenes enormes de agua.
Tan sólo para la inyección de las rocas
que se encuentran en entidades como Coahuila, Nuevo León o Chihuahua, se
requiere una cantidad de agua equivalente al consumo de 7 millones de
personas, argumentó Aroa de la Fuente en un informe.
FUNDAR, junto con otras organizaciones
como el Grupo de Estudios Ambientales, Equipo Pueblo, LaVida, Comda,
Sendas, entre otras, crearon la Alianza Mexicana contra el Fracking para
argumentar que la tecnología utilizada en la explotación del shale gas
es contaminante, ya que “invariablemente se contamina mantos freáticos y
aguas superficiales” y tiene efectos adversos en el calentamiento
global.
El informe titulado “Principales
Problemas Identificados con la Explotación de Gas de Esquisto por
Fractura Hidráulica en México (Fracking)” elaborado en vísperas
de la discusión de la reforma energética, advierte que estas técnicas
“desvían valiosos recursos que podrían ser destinados a implementar una
urgente transición hacia fuentes de energía renovables y sostenibles,
así como a introducir modelos económicos más eficientes, que reduzcan
sustancialmente la tasa de extracción-consumo-desecho de materiales en
el mundo, sin perjudicar –sino todo lo contrario, mejorando- las
condiciones de vida de la población, en condiciones de equidad”.
La alianza ambientalista documenta en el informe, cuya copia tiene Proceso, que
en Estados Unidos existen más de mil casos documentados de
contaminación de agua cerca de pozos de fractura hidráulica, acelera la
escacez de agua ya que se requieren de 9 a 29 millones de litros para la
fractura de un solo pozo, y se utilizan químicos que en un 25 por
ciento pueden causar cáncer y mutaciones, 37 por ciento afectan al
sistema endocrino y más del 50 por ciento causan daños en el sistema
nervioso central.
En el mundo, varios países han prohibido ya el uso del fracking para la extracción del gas shale. Son
los casos de Francia, Bulgaria, Rumania, Alemania, el cantón de
Friburgo en Suiza, o Italia, donde dos proyectos de explotación de gas
de esquisto fueron paralizados, uno mediante la protesta social y otro
por decisión gubernamental. En Sudáfrica el gobierno estableció una
moratoria en septiembre de 2012 para la explotación de este gas en
Karoo. En Irlanda del Norte, el parlamento votó a favor de decretar una
moratoria de dos años sobre el fracking. En Canadá, uno de los
países más ricos en este tipo de gas, la provincia de Quebec prohibió
desde 2011 la explotación mediante esta técnica.
Desde un año y medio atrás, el consejero profesional de Pemex, Héctor Moreira Rodríguez, comentó a Proceso la necesidad de debatir y regular mejor los posibles proyectos que se han echado a andar en torno al gas shale.
“Algunos funcionarios pretenden que toda la explotación del gas shale se
haga a través de una empresa distinta a las subsidiarias que tiene
Pemex para permitir toda la inversión privada”, advirtió Moreira
Rodríguez a este reportero.
Este mismo consejero de la paraestatal
admitió ante la agencia informativa Reuters que el 19 de diciembre Pemex
deberá analizar su participación accionaria en la argentina Yacimientos
Petrolíferos Fiscales (YPF), a través de la española Repsol, y sobre
todo en la explotación del yacimiento de Vaca Muerta, que tendría 661
mil millones de barriles de petróleo y 1, 181 billones de pies cúbicos
de gas natural.
En Argentina el fracking fue
prohibido en la comunidad de Conco Salto, en la Patagonia. Sin embargo,
la actividad se sigue desarrollando en el país. Argentina está
considerada como la segunda nación con reservas técnicamente
recuperables de gas shale.
En España, las comunidades autónomas de
Cantabria y La Rioja, en 2012 y en 2013, prohibieron la fractura
hidráulica en su territorio. Ferteventura se ha opuesto a la decisión
del gobierno central de Madrid de explotar gas de esquisto en el mar.
En Gran Bretaña existe oposición a la
explotación del gas de esquisto. El consejo municipal de Keynsham Town
votó en contra, a pesar de que el gobierno municipal sigue firme en su
apuesta por esta actividad.
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