Homozapping
Pemex: ‘Te usé, te gasté, te tiré”. Entrevista con Dulce María Sauri
(Primera Parte)
Jenero Villamil
Primera parte del texto original aparecido en la edición 1938 del semanario Proceso
La reforma constitucional en materia energética “es una apuesta muy alta” donde “ya no hay marcha atrás”. Si los supuestos resultados benéficos no se sienten en el bolsillo de los mexicanos vía gasolina y electricidad más baratas, “la frustración social podría revertir cualquier resultado positivo en la macroeconomía, si éste llegara a darse”, advierte Dulce María Sauri, ex dirigente nacional del PRI.
Legisladora de varias batallas
históricas –como la aprobación de la Ley Televisa en 2006-, ex
gobernadora interina de Yucatán y ex funcionaria de la Secretaría de
Programación y Presupuesto, Sauri Riancho es aún más contundente en la
valoración del riesgo adoptado:
“En lenguaje llano: si las cosas no
funcionan como se prevé, no habrá manera de revertir la situación. No
hay red de seguridad que atempere o suavice la caída”.
Entrevistada
desde Yucatán, donde actualmente radica y estudia un posgrado en
Historia, Sauri Riancho coincide en que esta reforma es la culminación
hacia otro modelo de Estado “no sólo más pequeño sino más débil frente a
los poderes fácticos que se imponen mediante la corrupción y el
amedrentamiento”.
Compara la bonanza petrolera de los años
80, cuando José López Portillo llamó a administrar la abundancia y se
generó una de las crisis económicas más agudas.
“Los sueños de riqueza petrolera han
solido ser breves. Fue corta la ilusión de la abundancia (no más de tres
años) durante el gobierno de José López Portillo. Sin embargo, los
recursos extraordinarios provenientes del petróleo caro de esos años se
destinaron a la creación de programas de combate a la pobreza, como el
Coplamar, o de solución al problema alimentario, como el SAM (Sistema
Alimentario Mexicano).
“La similitud entre 1980 y la reforma
energética de 2013 sólo se encuentra en el terreno de las expectativas
desbocadas del gobierno, que intenta convencer a la población de la
extraordinaria oportunidad que se abre ante ellos.
“La frase presidencial invitando a
‘administrar la abundancia’ todavía nos persigue como parte de un pasado
que no hay que olvidar. Espero que los slogans publicitarios de
ahora, como ‘bajará el precio de la luz y también del gas’, ‘se crearán
millones de empleos’ no tengan en el futuro el mismo triste destino en
la memoria colectiva y en la vida de millones de mexicanos”, advierte.
Dulce María Sauri también es irónica a
la hora de describir el maltrato a Pemex y a la CFE que pasan a ser
ahora “empresas productivas del Estado” y deberán competir con las
trasnacionales extranjeras como Exxon, Shell, Chevron y otras. Las
compara con un viejo pugilista, en metáfora boxística.
“Después de años de saqueo fiscal y
debilidad financiera, la empresa petrolera será como el flaco y añoso
boxeador que sube al cuadrilátero con el joven y vigoroso atleta cuya
única preocupación es ganar. No se necesita ser profetisa para adivinar
el resultado de esa lucha desigual. ‘Te usé, te gasté, te tiré’, sería
un buen epitafio anticipado para la otrora empresa orgullo nacional”,
resume.
EPN sale fortalecido
En la entrevista, realizada a través de
preguntas y respuestas por escrito, la ex dirigente nacional del PRI,
lejana ahora al círculo gobernante, hace un balance político de la
actuación de los distintos actores frente a la reforma energética.
Del gobierno federal señala que “en el
corto plazo, el gobierno mostró capacidad de articular una estrategia y
llevarla a cabo, logrando la mayoría necesaria en las cámaras de
Diputados y Senadores, así como una inusitada celeridad para su
aprobación en los estados.
“El presidente y su gobierno salen
fortalecidos, porque demostraron efectividad en el procedimiento.
Cuidaron los detalles, tal como se demuestra en los 21 artículos
transitorios, donde se especifican y acotan las leyes reglamentarias
para aplicar la reforma. En lo político, nada se dejó al azar o a la
improvisación”.
-¿Hubo un proceso de deliberación al
interior del PRI sobre el cambio de enfoque del partido frente a los
artículos 27 y 28 constitucionales?
-Desde la campaña electoral se
delinearon los cambios que habrían de venir si Enrique Peña Nieto ganaba
la presidencia. En la XXI Asamblea del PRI (marzo 2013) una clara
mayoría de delegados dotó de suficiente flexibilidad a sus documentos
básicos para dar cobijo a una reforma energética de este tipo, así como
para imponer el IVA a alimentos y medicinas. Sucedió lo primero, mucho
más lejos de la vida cotidiana de la población que lo segundo, que
hubiese tenido en el corto plazo un costo alto para el PRI y su
gobierno.
-¿Tiene futuro el Pacto por México después de esta reforma?
-El Pacto dio sus frutos y se agotó.
Dejó de ser útil al gobierno, no así a las dirigencias del PRD y del
PAN, que gracias a éste lograron sortear los más espinosos problemas
internos que cuestionaban incluso su permanencia al frente de sus
organizaciones políticas.
“La reforma fiscal fue el pretexto de la
separación, una vez que se hubo superado el distanciamiento motivado
por razones electorales en la primera mitad del año. Se dice, tal vez
con razón, que el PRD del Pacto avaló la reforma fiscal, en tanto que el
PAN hizo lo propio con la energética. Ningún viejo lobo de mar en la
política podía ignorar esa posible secuencia y, sobre todo, sus
consecuencias”.
-¿Qué efectos electorales y políticos vislumbra tras esta reforma para las elecciones federales del 2015?
-Si bajan los precios de la energía
eléctrica para consumo doméstico, así sea artificialmente, incrementando
los subsidios a la CFE antes de que se transforme en ‘empresa
productiva del Estado’ limitada sólo a la transmisión y distribución de
energía eléctrica, el PRI puede tener un buen resultado en la elección
de 2015, más aún si comienzan a manifestarse –y publicitarse con
amplitud los avances económicos previstos por el gobierno de Peña Nieto.
“Si, por el contrario, la expectativa
creada sobre el descenso de los precios de los combustibles no se
cumple, si la novedad de encontrar gasolineras de Exxon, Shell y otras
operando en México no es suficiente para convencer a las clases medias
de la bondad del cambio, el panorama electoral para el PRI podría
complicarse.
“El PAN se encuentra a la expectativa de
los tropiezos que pudiera tener el gobierno priista. Ha retornado a su
ámbito natural, donde se mueve como pez en el agua: la oposición. En
cuanto a las izquierdas, la reforma energética muy probablemente les
demande una revisión a fondo de sus estrategias. Llegar divididos a la
elección de 2015 será garantía de su irrelevancia en la nueva
legislatura que habrá de constituirse ese año”.
Lectora y oradora destacada, Sauri Riancho no pierde la posibilidad de pensar en consecuencias si “hubieran” pasado otras cosas.
“La historia contrafactual da licencia
para imaginar. Me la tomo. ¿Qué hubiera pasado si Andrés Manuel López
Obrador no hubiera sufrido un infarto en plena movilización contra la
reforma? ¿Qué hubiera pasado si el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas se
hubiera puesto en huelga de hambre frente a Palacio Nacional para buscar
impedir lo que finalmente sucedió? ¿Qué hubiera acontecido si el PRD se
hubiese negado a avalar la reforma fiscal, además de perder el fondo
destinado a su gobierno en el Distrito Federal.
“La imaginación puede ser infinita, pero
también da para preguntarse qué hubiera pasado si el gobierno hubiese
prestado mayor atención a lo que sucede en Brasil, donde ya vienen de
regreso del lugar al que nosotros todavía pretendemos llegar”.
Continúa mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario