La neta, es que son ¡¡Traidores a la Patria!!

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
La implacable verdad 
Ricardo Andrade Jardí

No hay que ser ingenuos, el traidor a la patria, Manlio Flabio Beltrones, no tuvo un cambio radical en materia energética, en cuanto a su defensa “nacionalista” (y hoy sabemos patriotera) en materia de soberanía y recursos energéticos, como manifestaba en oposición a la reforma energética que proponía el genocida de Fecal. Lo que el traidor Beltrones hacía, en realidad, era ponerle precio a su entreguismo. Mucho más duchos que sus colegas panistas, ya en 2008, preparaban la compra de la presidencia aliados a la telebasura y la espera de esos 5 años, además sería en beneficio de la corriente nacionalsocialista (en que milita) del cartel político PRIAN. La ambición de esta corriente es mayor incluso que la de los juniors católicos conservadores de ese cartel, aglutinados en la corriente reaccionaria conocida como PAN. Y, el ejercicio, de ese traidor, fue apostarle a la desmemoria de una sociedad enajenada y educada por la peor televisión del planeta.

Y hasta ahora parece tener cierto éxito, excepto en una cosa, que es lo que más le arde al “político” Beltrones, porque además es una verdad incuestionable, el hecho de que millones los califiquemos y se los digamos con todas sus letras como traidores a la patria porque la verdad suele ser así de incómoda. Pero todos ellos, “las y los senadores y diputados” de esta legislatura, que votaron las modificaciones constitucionales que entregan los recursos naturales de México a los intereses del lucro privado, se han ganado ya su merecido lugar en la historia y no importa cuántos apapachos ($$$) reciban de la telecracia y cuántos aspavientos intenten derrochando millones de recursos públicos en propaganda mentirosa, como lo hacían, y el PRIAN lo aprendió al pie de la letra de los nazis, para convencernos de que esta privatización “sí es la buena”, “que ésta sí va traer beneficios a todos los mexicanos, además del verdadero progreso de México”.

Beltrones y su cartel político serán, cuando se les recuerde en el futuro, los grandes TRAIDORES A LA PATRIA de la moderna historia de México. Y eso es y será el costo de su entreguismo, las letras pequeñas de “sus millonarios” contratos, en esta lamentable acción que el pueblo de México pagará con creces, sobre todo con sangre y hambre.

Tan sólo enero de 2014, iniciará con un impuesto al combustible fósil (gasolina, gas, diesel) sumado a los acostumbrados gasolinazos que el niño idiota de Televisa presumía se terminarían con su imposición. A tan sólo unas horas de su promulgación, la contrarreforma no sólo no ofrece lo presumido por sus promotores, sino que ya anuncia el incremento de la gasolina y, por ende, de todo el mercado de consumo básico. Así de duro y de simple. Su mentira no pudo salvar ni las fiestas decembrinas, en las que la sociedad se escuda para no hacerse responsable de su complicidad pasiva en este triste capitulo de nuestra historia.

Los políticos mexicanos, aglutinados en el peligrosísimo grupo criminal que hoy se conoce como PRIAN, son una pandilla de delincuentes mentirosos, escudados en “su legalidad, en su impunidad y en su fuero” para vender lo que no les pertenece.

Y entre sus muy lamentables mentiras, se encuentra el hecho de que la contrarreforma entreguista avala la fractura hidráulica para extraer el gas shale (misma que está prohibida en la mayoría de los países que han entendido que no hay progreso posible donde se devasta ecosistema).

Esta mentira trae consigo un acto de aberración ambiental que provocará un genocidio, del que no sólo será responsable el analfabeta “funcional” Peña Nieto, sino todos y cada uno de las y los “legisladores” que han traicionado el espíritu republicano de México con sus contrarreformas neoliberales, así como cada uno de los que votaron por hambre o por (in)conciencia en 2012 por el regreso del PRI, tan criminal, corrupto y autoritario como siempre, pero con el plus de ser ya no un partido de corte “nacionalista y popular”, sino un partido de lacayos sirvientes al servicio de los grandes capitalistas globales. Es decir, un cartel político de TRAIDORES A LA PATRIA, aunque se sientan “muy ofendidos” cuando la verdad los revela como lo que son.