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Cinco falacias de la reforma energética
La reforma, dice Manuel Bartlett, elimina la exclusividad del Estado en
la explotación de los recursos energéticos, carece de propuestas
definitorias y subordina la seguridad nacional, la economía y la
política al interés de otras naciones
MEXICO,
D.F., 23 de diciembre.- Manuel Bartlett Díaz, senador de la República
por el Partido del Trabajo (PT), explica por qué, en su opinión, la
reforma está basada en engaños que tendrán un agudo costo para el país.
“(Enrique Peña Nieto) asegura: no vamos a privatizar Pemex. Y no. No lo
hacen. Lo que privatizan es la generación y distribución de energía
eléctrica para el servicio público, la cual estaba reservada para el
Estado. Tampoco privatizan la Comisión Federal de Electricidad (CFE).
Simplemente la reducen al nivel del resto de las empresas, bajo la
denominación de empresas productivas del Estado, un término que apenas
van a definir”, argumenta en entrevista con emeequis.
El Grupo Parlamentario del PT realizó un estudio de las iniciativas de
reforma de los artículos 25, 27 y 28 que presentaron el gobierno federal
y el PAN. Con base en él, Bartlett ofrece una visión contraria al
optimismo de los spots gubernamentales que celebran la aprobación de la
reforma y pintan un futuro de bonanza y prosperidad.
1.- Debilitamientodel Estado
En las iniciativas de reforma se argumenta que los cambios fortalecerán
el papel del Estado como rector de la propiedad de sus tierras y aguas.
El senador Manuel Bartlett, por su parte, hace una distinción entre las
figuras de “rectoría del Estado” y “dominio directo”. El Estado,
argumenta, no es rector, sino que posee el dominio directo, es decir, la
facultad inalienable para explotar sus hidrocarburos y generar y
abastecer la energía eléctrica. Es el dominio directo lo que se vulnera
con los cambios a la ley.
“Es un cambio enorme. La reforma se limita a eliminar los artículos que
determinaban la exclusividad del Estado en el manejo de su energía. La
expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas fue por la presión de los
extranjeros que, en sus operaciones, se hicieron de enormes extensiones
de tierra. Si ya los había sacado, no permitiría que volvieran a entrar,
porque es claro que los objetivos e intereses de las petroleras
extranjeras no son los mismos que los de México”.
A través de un régimen de contratos y concesiones, la autoridad de Pemex
y la Comisión Federal de Electricidad se eliminará, por lo que ambas
empresas quedaran al nivel de sus competidoras extranjeras en el país.
“La reforma degrada a los dos pilares de la energía del país y las
denomina como empresas productivas del Estado, algo que no está
definido. Van a desmantelar ambas empresas, cuando sólo la CFE le da 91
por ciento de energía al país. Si no venden su infraestructura, si no la
desmantelan, ¿dónde van a caber las otras? Y definen eso como
fortalecimiento”.
“En el libre mercado nadie tiene el poder de controlar a las empresas”,
elabora Bartlett. “Afirman que no se pierde la propiedad de los
hidrocarburos, que el Estado tiene la fuerza para controlar. Pero las
empresas están protegidas por tratados internacionales.
La energía, al dejar de ser propiedad del Estado, se convierte en materia de libre comercio.
Ellas (empresas extranjeras) pueden hacer lo que quieran”.
2.- No hay garantías de que bajen las tarifas
Uno de los aspectos que el senador y su partido refutan es la
competitividad de costos. “No hay garantías”, expresa. Y en el documento
de análisis se advierte que “las empresas globales operan con una
lógica de maximización de las ganancias, mismas que serían aumentadas de
manera significativa ante un mercado controlado por dichas empresas”.
En este panorama, “las empresas extranjeras estarían en condiciones de
imponer sus criterios y objetivos de utilidad, sobre las capacidades del
Estado mexicano de imponer tributación fiscal y comportamientos
competitivos, tal como ha ocurrido en todos los sectores en los que se
realizaron las privatizaciones de empresas importantes para la economía
nacional”.
Por ello, según indica el documento, no existen garantías para que las
empresas privadas brinden mejores tarifas a sus clientes. “Por el
contrario, las tasas de interés que fijan a su capital de riesgo elevan
el costo por concepto de inversión”.
Aunado a eso, la reforma considera intensificar la explotación de crudo
de lutitas, a partir del argumento de que la producción de gas a partir
de esta roca ha aumentado ocho veces en Estados Unidos durante los
últimos 13 años. Sin embargo, el PT advierte que en los yacimientos de
lutitas la producción es menor que la inversión. Basándose en cifras de
la firma Ernst and Young, resaltan que en 2001 las inversiones
aumentaron 20 por ciento, frente a una producción de 13 por ciento. “Se
trata de una industria con rendimientos marginales decrecientes”, además
de que la existencia de reservas de este crudo y de gas natural no
están del todo probadas y conllevan, además del riesgo económico, un
peligro ambiental.
3.- No hay incapacidad económica de Pemex
Que se requiere de la participación de empresas extranjeras para
explotar aguas profundas y yacimientos de lutitas, debido a la
incapacidad económica de Pemex, es otro de los argumentos que refuta el
PT.
“Pemex es una de las 10 empresas con mejores dividendos”, indica,
utilizando como ejemplo las presentaciones a inversionistas de la
empresa.
De hecho, al visitar la página de Pemex, en el apartado de “Presentación
para Inversionistas de Diciembre”, la paraestatal destaca que sus
ingresos son comparables a los de las cinco empresas con más ingresos en
el Índice de Precios de Consumo, y sus ganancias antes de impuestos son
63 por ciento mayores al total de las ganancias de American Mobile,
Banorte, Walmart, Femsa, Grupo Modelo o Televisa.
Además, se encuentra entre los cinco primeros productores y exportadores
de crudo a nivel mundial, con ingresos de más de 100 mil millones de
dólares por ventas. “Hay una manipulación en la afirmación de que Pemex
no es sustentable. Una campaña mediática sobre esta falsa maravilla de
que habrá mayores empleos y competitividad”.
4.- Otorgamiento de los hidrocarburos a las empresas extranjeras
Otro de los riesgos de la reforma recién aprobada será la pérdida de
soberanía sobre el producto. Bartlett advierte que con las reformas
impulsadas desde el gobierno del ex presidente Carlos Salinas a la Ley
del Servicio Público de la Energía Eléctrica, y con ello la concesión de
permisos para la generación de energía por parte de industrias
extranjeras, inicia la desnacionalización de los recursos, al grado en
que “40 por ciento de la energía es generada por industrias
extranjeras”.
Por ello sostiene que la reforma energética no otorgaría beneficios
concretos al país. Con la explotación de los hidrocarburos y del sistema
eléctrico, las beneficiadas serán las empresas que reciban intereses de
la renta petrolera y sustituyan a Pemex y a la CFE en los contratos.
Además, existe el riesgo de que el país se enfrente a demandas
“económicas, políticas e incluso militares, para el acceso a los
recursos e industrias estratégicas por parte de corporaciones y bancos”.
Poco margen de acción tendrá la Comisión de Hidrocarburos, el órgano que
regula la explotación y extracción de hidrocarburos. “La comisión no
tiene capacidad para tareas muy grandes”, acusa Bartlett.
“Y esa entidad va a tener que regular a empresas oligopólicas,
poderosas, que imponen su ley. Ante ellas, la comisión es un piojo”.
5.- Falta de claridad del régimen de concesiones, contratos y permisos.
La posición jurídica que adoptará PEMEX y la CFE frente a las empresas
petroleras y eléctricas es algo que aún está por verse. Lo más probable,
advierte el senador, es que se desenvuelvan como pares del resto de las
empresas privadas. Indica que la ley no ofrece claridad en torno a los
contratos, evade el tema de la inversión extranjera y da lugar a
contratos de riesgo, al establecer que los pagos se harán en función de
los recursos obtenidos.
“¿Y hablan de fortalecimiento?”, se sorprende Bartlett.
En el análisis que presentó su partido se indica que, salvo Noruega, las
naciones que han intensificado la alianza por contratos y concesiones
con empresas extranjeras no han recibido los beneficios esperados.
No es el único riesgo. El senador advierte que las reformas impulsadas
por PRI y PAN no van acompañadas de una legislación secundaria que
determine los alcances jurídicos de las reformas. Sin esta legislación,
no hay precisión sobre las características de los contratos, sus
términos y sus contenidos.
“Otorgan derechos sobre la propiedad”, enfatiza. “Será un saqueo de todo el país. Eso es traición a la patria”. (Emequis)
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