martes, 24 de diciembre de 2013

La reforma está basada en puros engaños

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Cinco falacias de la reforma energética

La reforma, dice Manuel Bartlett, elimina la exclusividad del Estado en la explotación de los recursos energéticos, carece de propuestas definitorias y subordina la seguridad nacional, la economía y la política al interés de otras naciones

MEXICO, D.F., 23 de diciembre.- Manuel Bartlett Díaz, senador de la República por el Partido del Trabajo (PT), explica por qué, en su opinión, la reforma está basada en engaños que tendrán un agudo costo para el país.

“(Enrique Peña Nieto) asegura: no vamos a privatizar Pemex. Y no. No lo hacen. Lo que privatizan es la generación y distribución de energía eléctrica para el servicio público, la cual estaba reservada para el Estado. Tampoco privatizan la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Simplemente la reducen al nivel del resto de las empresas, bajo la denominación de empresas productivas del Estado, un término que apenas van a definir”, argumenta en entrevista con emeequis.

El Grupo Parlamentario del PT realizó un estudio de las iniciativas de reforma de los artículos 25, 27 y 28 que presentaron el gobierno federal y el PAN. Con base en él, Bartlett ofrece una visión contraria al optimismo de los spots gubernamentales que celebran la aprobación de la reforma y pintan un futuro de bonanza y prosperidad.

1.- Debilitamientodel Estado

En las iniciativas de reforma se argumenta que los cambios fortalecerán el papel del Estado como rector de la propiedad de sus tierras y aguas. El senador Manuel Bartlett, por su parte, hace una distinción entre las figuras de “rectoría del Estado” y “dominio directo”. El Estado, argumenta, no es rector, sino que posee el dominio directo, es decir, la facultad inalienable para explotar sus hidrocarburos y generar y abastecer la energía eléctrica. Es el dominio directo lo que se vulnera con los cambios a la ley.

“Es un cambio enorme. La reforma se limita a eliminar los artículos que determinaban la exclusividad del Estado en el manejo de su energía. La expropiación petrolera de Lázaro Cárdenas fue por la presión de los extranjeros que, en sus operaciones, se hicieron de enormes extensiones de tierra. Si ya los había sacado, no permitiría que volvieran a entrar, porque es claro que los objetivos e intereses de las petroleras extranjeras no son los mismos que los de México.

A través de un régimen de contratos y concesiones, la autoridad de Pemex y la Comisión Federal de Electricidad se eliminará, por lo que ambas empresas quedaran al nivel de sus competidoras extranjeras en el país.

“La reforma degrada a los dos pilares de la energía del país y las denomina como empresas productivas del Estado, algo que no está definido. Van a desmantelar ambas empresas, cuando sólo la CFE le da 91 por ciento de energía al país. Si no venden su infraestructura, si no la desmantelan, ¿dónde van a caber las otras? Y definen eso como fortalecimiento”.

“En el libre mercado nadie tiene el poder de controlar a las empresas”, elabora Bartlett. Afirman que no se pierde la propiedad de los hidrocarburos, que el Estado tiene la fuerza para controlar. Pero las empresas están protegidas por tratados internacionales.

La energía, al dejar de ser propiedad del Estado, se convierte en materia de libre comercio.

Ellas (empresas extranjeras) pueden hacer lo que quieran”.

2.- No hay garantías de que bajen las tarifas

Uno de los aspectos que el senador y su partido refutan es la competitividad de costos. No hay garantías”, expresa. Y en el documento de análisis se advierte que “las empresas globales operan con una lógica de maximización de las ganancias, mismas que serían aumentadas de manera significativa ante un mercado controlado por dichas empresas”. En este panorama, “las empresas extranjeras estarían en condiciones de imponer sus criterios y objetivos de utilidad, sobre las capacidades del Estado mexicano de imponer tributación fiscal y comportamientos competitivos, tal como ha ocurrido en todos los sectores en los que se realizaron las privatizaciones de empresas importantes para la economía nacional”.

Por ello, según indica el documento, no existen garantías para que las empresas privadas brinden mejores tarifas a sus clientes. “Por el contrario, las tasas de interés que fijan a su capital de riesgo elevan el costo por concepto de inversión”.

Aunado a eso, la reforma considera intensificar la explotación de crudo de lutitas, a partir del argumento de que la producción de gas a partir de esta roca ha aumentado ocho veces en Estados Unidos durante los últimos 13 años. Sin embargo, el PT advierte que en los yacimientos de lutitas la producción es menor que la inversión. Basándose en cifras de la firma Ernst and Young, resaltan que en 2001 las inversiones aumentaron 20 por ciento, frente a una producción de 13 por ciento. “Se trata de una industria con rendimientos marginales decrecientes”, además de que la existencia de reservas de este crudo y de gas natural no están del todo probadas y conllevan, además del riesgo económico, un peligro ambiental.

3.- No hay incapacidad económica de Pemex

Que se requiere de la participación de empresas extranjeras para explotar aguas profundas y yacimientos de lutitas, debido a la incapacidad económica de Pemex, es otro de los argumentos que refuta el PT.
“Pemex es una de las 10 empresas con mejores dividendos”, indica, utilizando como ejemplo las presentaciones a inversionistas de la empresa.

De hecho, al visitar la página de Pemex, en el apartado de “Presentación para Inversionistas de Diciembre, la paraestatal destaca que sus ingresos son comparables a los de las cinco empresas con más ingresos en el Índice de Precios de Consumo, y sus ganancias antes de impuestos son 63 por ciento mayores al total de las ganancias de American Mobile, Banorte, Walmart, Femsa, Grupo Modelo o Televisa.

Además, se encuentra entre los cinco primeros productores y exportadores de crudo a nivel mundial, con ingresos de más de 100 mil millones de dólares por ventas. “Hay una manipulación en la afirmación de que Pemex no es sustentable. Una campaña mediática sobre esta falsa maravilla de que habrá mayores empleos y competitividad”.

4.- Otorgamiento de los hidrocarburos a las empresas extranjeras

Otro de los riesgos de la reforma recién aprobada será la pérdida de soberanía sobre el producto. Bartlett advierte que con las reformas impulsadas desde el gobierno del ex presidente Carlos Salinas a la Ley del Servicio Público de la Energía Eléctrica, y con ello la concesión de permisos para la generación de energía por parte de industrias extranjeras, inicia la desnacionalización de los recursos, al grado en que “40 por ciento de la energía es generada por industrias extranjeras”.

Por ello sostiene que la reforma energética no otorgaría beneficios concretos al país. Con la explotación de los hidrocarburos y del sistema eléctrico, las beneficiadas serán las empresas que reciban intereses de la renta petrolera y sustituyan a Pemex y a la CFE en los contratos.

Además, existe el riesgo de que el país se enfrente a demandas “económicas, políticas e incluso militares, para el acceso a los recursos e industrias estratégicas por parte de corporaciones y bancos”.

Poco margen de acción tendrá la Comisión de Hidrocarburos, el órgano que regula la explotación y extracción de hidrocarburos. “La comisión no tiene capacidad para tareas muy grandes”, acusa Bartlett.
Y esa entidad va a tener que regular a empresas oligopólicas, poderosas, que imponen su ley. Ante ellas, la comisión es un piojo”.

5.- Falta de claridad del régimen de concesiones, contratos y permisos.

La posición jurídica que adoptará PEMEX y la CFE frente a las empresas petroleras y eléctricas es algo que aún está por verse. Lo más probable, advierte el senador, es que se desenvuelvan como pares del resto de las empresas privadas. Indica que la ley no ofrece claridad en torno a los contratos, evade el tema de la inversión extranjera y da lugar a contratos de riesgo, al establecer que los pagos se harán en función de los recursos obtenidos.

“¿Y hablan de fortalecimiento?”, se sorprende Bartlett.

En el análisis que presentó su partido se indica que, salvo Noruega, las naciones que han intensificado la alianza por contratos y concesiones con empresas extranjeras no han recibido los beneficios esperados.

No es el único riesgo. El senador advierte que las reformas impulsadas por PRI y PAN no van acompañadas de una legislación secundaria que determine los alcances jurídicos de las reformas. Sin esta legislación, no hay precisión sobre las características de los contratos, sus términos y sus contenidos.

“Otorgan derechos sobre la propiedad”, enfatiza. “Será un saqueo de todo el país. Eso es traición a la patria”. (Emequis)

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