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MORENA y el 2015: Sin AMLO no se sabe…
El Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), otra opción política en
la resquebrajada izquierda mexicana, está listo para convertirse en
partido en las primeras semanas de 2014 para, en 2015, participar en sus
primeras elecciones como instituto político.
Ayer
Martí Batres Guadarrama, presidente nacional de MORENA, hizo un balance
de las actividades que esa organización ha realizado para constituirse
como partido ante el Instituto Federal Electoral (IFE) y expuso que
tienen ya todos los requisitos listos. Es más, cumplirán “sobradamente”
con lo requerido por la autoridad.
Por ejemplo, dijo, han realizado más de las 20 asambleas que el IFE les
exige para constituirse como partido, además de que tienen contabilizada
la afiliación de más de medio millón de simpatizantes, lo doble de lo
que pide la norma.
Así que, a finales de enero próximo, MORENA presentará su solicitud
formal con miras a competir en las elecciones intermedias de 2015.
Ese año se realizarán comicios en 15 entidades del país: en Colima,
Nuevo León, Querétaro, San Luis Potosí y Sonora se elegirán nuevos
gobernadores; además, en Campeche, Coahuila, Estado de México,
Guanajuato, Distrito Federal, Jalisco, Morelos y Tabasco se renovarán
todos los legisladores locales y los ayuntamientos, y también se votará
por los nuevos diputados federales.
Por supuesto, MORENA tiene el objetivo de ganar puestos en la Cámara de
Diputados y en legislaturas locales, pero una de sus metas es
posicionarse en la capital del país, que ha sido el territorio donde su
líder moral, Andrés Manuel López Obrador, se ha movido como pez en el
agua desde 1996, cuando se convirtió en Presidente nacional del Partido
de la Revolución Democrática (PRD) y luego, en 2000, cuando ganó la
Jefatura del Gobierno del Distrito Federal (GDF), cargo en el que
consolidó su liderazgo dentro de la izquierda mexicana.
El 5 de julio de 2015, los habitantes de la Ciudad de México elegirán a
todos los miembros de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal
(ALDF) y también a los 16 titulares de las delegaciones políticos que la
componen.
Es sin duda, una gran oportunidad para que MORENA, con fuerte presencia
en el DF, pise fuerte si es que quiere convertirse en una alternativa
con mayor presencia y arrastre a la que actualmente tienen el PRD, el
Partido del Trabajo (PT) y Movimiento Ciudadano (MC).
Sin embargo, luego de que el 3 de diciembre pasado López Obrador fuera
operado por un infarto de miocardio, razón por la que estuvo ausente en
los cercos del Senado de la República y la Cámara de Diputados contra la
Reforma Energética, muchos se preguntan si la salud del dirigente le
permitirá afrontar los retos por venir y continuar con su siempre
atiborrada agenda de giras, todo terreno, por la República mexicana.
No es un secreto que los cercos sin AMLO no tuvieron gran impacto, como
lo reconoció su propio hijo, Andrés Manuel López Beltrán. Tampoco lo es
que Batres Guadarrama, segundo de a bordo en MORENA, no tiene el
arrastre popular que el tabasqueño ha ganado en los últimos 15 años.
Por esto días se han publicado notas contradictorias: unas que dicen que
López Obrador aún no supera un estado de salud delicado, mientras otras
afirman que el político ha vuelto a trabajar incluso desde su oficina.
Pero nada es un hecho y mientras su salud no se restablezca ciento por
ciento, la incertidumbre sobre los alcances que MORENA pueda tener en el
futuro siguen en pie.
Y es que se puede estar o no a favor de López Obrador, pero nadie puede
negar la importancia que el dirigente tiene no sólo en MORENA, sino en
toda la izquierda mexicana. No por nada es el hombre que más votos le ha
dado en la historia desde que en 2000 decidió lanzarse para ser el
titular del GDF y, luego, en 2006 y 2012 como candidato a la Presidencia
de la República.
Sin su presencia no sólo MORENA sufriría para posicionarse, el mismo
PRD, PT y MC –que deben a él muchas curules a nivel federal y estatal,
ayuntamientos y gubernaturas– perdería espacios pues, está visto, el
perredismo pasa por uno de sus momentos más bajos en cuanto a
credibilidad frente a los ciudadanos.
Sí, MORENA está lista desde el punto de vista legal para ser un partido
político, pero moralmente depende en todo de la fuerza y el arrastre
popular de AMLO, y sin él –como se evidenció en los cercos– es muy poco a
lo que puede aspirar
(SINEMBARGO.MX)
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