miércoles, 11 de diciembre de 2013

Entramos de lleno a un sistema fascista

 El abrazo de la traición de los vellacos fanfarrones Penchyna y Lozano
¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Nos esperan días interminables
Guillermo Fabela Quiñones

Apuntes

Los senadores del binomio reaccionario PRI-PAN, junto a sus epígonos del Partido Verde, han consumado el más grande crimen contra el pueblo de México. Así queda demostrado, por si hiciera falta, que la nación ha entrado de lleno a un sistema fascista donde sólo la minoría que detenta el poder económico tiene facultades para encauzar el rumbo del Estado. En el Senado imperó la ley de los poderes fácticos, quienes no quieren perder más tiempo en conciliábulos con la oposición.

El cinismo de los senadores de la mancuerna derechista tiene correspondencia con el de la oligarquía. No tienen empacho en enseñar el cobre de que están hechos, al fin que ya no hay razón para cuidar una supuesta imagen democrática. De ahí que los reclamos y argumentos de los legisladores de la izquierda reboten contra una pared y se pierdan en el vacío. No hay ningún interés en guardar las apariencias: la derecha está en el poder y lo quiere ejercer a plenitud, corriendo los riesgos que haya que correr, al fin que se recorrió ya buena parte del camino que lleva a la instauración de un Estado policiaco.

Los senadores han actuado como si en la entrega de nuestros recursos energéticos les fuera la vida. En ello recuerdan el modo de actuar de los conservadores que fueron a Francia a entregar el país apenas en formación a Napoleón el pequeño. Lo patético es que hasta se sienten orgullosos de su traición, se burlan de sus opositores y muestran una soberbia que refleja su odio al pueblo, como así actuaban los hacendados porfiristas cuando el dictador estaba en el apogeo de su gestión.

No hay explicación lógica a tal comportamiento, pues deben saber en su fuero interno que están actuando mal, que incluso sus propios descendientes habrán de padecer las consecuencias de su gran traición a la patria, cuando el país tenga que importar la mayoría de sus satisfactores, energéticos principalmente, con recursos cada vez más exiguos y sin posibilidad concreta de subsanar esta carencia estructural, que nos pondrá a niveles de nación africana al borde de la extinción. Sin embargo, ni sudan ni se acongojan, sino hasta se alegran de que su entreguismo no tenga una oposición firme, porque el pueblo no está organizado ni mucho menos tiene armas para obligarlos a desistir de su traición.

De ahí la necesidad de que la izquierda verdadera, las organizaciones progresistas, cierren filas en torno al imperativo de organizar a la sociedad para dar una batalla pacífica pero firme contra las ambiciones de un grupo político que rompió el pacto federal para imponer uno sólo útil a la oligarquía, sin siquiera tomarse la molestia de escuchar los razonamientos de los representantes de las clases mayoritarias.

En este sentido
, es hora de hacer a un lado sectarismos y prejuicios. “Los Chuchos” saben que deben cambiar su estrategia para seguir siendo útiles al binomio derechista y reaccionario. Por eso se salieron del Pacto por México, y por eso ahora quieren hacer creer que volvieron al redil de la izquierda. Lo políticamente sensato es cerrarles las puertas, pero sería un error. En política es necesaria la ética, pero también una estrategia que permita sumar cuando es necesario hacerlo. Las bases del PRD saben muy bien quiénes son sus dirigentes, los siguen por conveniencia, no porque estén convencidos de su liderazgo. Es hora de que entiendan el imperativo de dejar a un lado los intereses espurios y luchen al lado de quienes son patriotas verdaderos, no rufianes de la política.

“Los Chuchos” están obligados a hundirse hasta el fondo el puñal de la autocrítica y aceptar que su papel dentro de las filas de la izquierda es secundario, no de liderazgo. Si quieren seguir actuando, es preciso que lo hagan sin interferir en las decisiones de los líderes con posiciones éticas y de liderazgo ganado a pulso. También pueden irse sin más trámite a servir a la oligarquía, como así lo hizo Rosario Robles, quien fue más congruente consigo misma. Lo inaceptable es que sigan obrando como “agentes dobles”. No hay que perder de vista que la verdadera lucha apenas va a comenzar, que nos esperan días interminables de asedio de la oligarquía para acabar su tarea depredadora y de liquidación de la democracia.

(guillermo.favela@hotmail.com)

No hay comentarios: