miércoles, 6 de noviembre de 2013

EsPurioN espía y tiene orejas por doquier

¡¡Exijamos lo Imposible!! 
Por Esto!
Se queja Peña de espionaje y él espiaba a los legisladores
Alvaro Cepeda Neri

Conjeturas

El lunes 28 de octubre los templos católicos estuvieron abarrotados para venerar a San Judas Tadeo. Se dice que es el abogado de las causas difíciles y los mexicanos que sobreviven a las permanentes crisis actuales, le solicitan ayuda. Y el martes 29, el periódico Reforma con el periodismo de investigación de sus reporteros: Claudia Guerrero, Erika Hernández y Víctor Fuentes, informaron a los lectores del contrato suscrito, al parecer por el segundo de a bordo del Director General de Comunicación de Los Pinos o sea de la Presidencia de la República, David López, y que ostenta el cargo de director de Análisis Político, de nombre Rodolfo Villarreal Lizárraga. El gravísimo asunto es que se había contratado a la empresa Talla política, que dirige Jorge Jaime Díaz Basáñez, para espiar a los senadores y diputados de todos los partidos; enviando sus reportes, con grabaciones, filmaciones y fotos, a la Oficina de Peña Nieto.

Del 17 al 28 de octubre, si Pitágoras no se equivoca, fueron 12 días los que estuvieron espiando a los legisladores federales. Y no menos de 100 “orejas” que se mezclaron entre diputados y senadores, haciéndose pasar por gestores, cabilderos y hasta por “reporteros” del sitio web Talla política, en realidad obtenían información de primera mano entre panistas, perredistas, priístas, del PT, de Movimiento Ciudadano, con especial interés por éstos y no se diga por Ricardo Monreal de la bancada petista. Sin olvidar espiar un poco a los verdes.

Lo sorprendente del caso es que los senadores y diputados lo único que hicieron, en lugar de reaccionar airadamente y pedir una explicación, con un voto de censura a Peña, de reglamentar la presencia de los cabilderos, entre los que estaban los espías. El hecho era como para que los legisladores del Congreso General hubieran, por unanimidad de mayorías y minorías, haber llevado a cabo un acto de protesta parando las sesiones. Resulta que Peña se queja de que fue espiado por Obama, la CIA y el FBI, de una manera muy comedida y en cambio autorizó que espiaran a los legisladores, incluyendo a los del PRI que son leales a él y todo para saber qué pasaba tras bambalinas en las dos Cámaras del Poder Legislativo Federal.

Una cosa es que el espionaje se practique desde la más remota antigüedad (Jean-Pierre Alem: El espionaje y el contraespionaje; breviario del Fondo de Cultura Económica, con el número 332) y muy otra es que se realice tan a lo descarado y que los espías sean pillados “con las manos en la masa”. Si Peña ordenó este espionaje, o sin saberlo y haberlo autorizado, de todas maneras recibía las carpetas con todo lo espiado, en lo que sin duda algo tuvieron que ver sus empleados de Comunicación (David López y Rodolfo Villarreal Lizárraga), muestra y demuestra que entre los políticos cunde la deslealtad. Pero ya con el Pacto… por Peña, el servilismo de Los Chuchos y todos los controles de que presume, Peña no tenía motivo para espiar a los senadores y diputados que han estado trabajando incondicionalmente para él día y noche.

cepedaneri@prodigy.net.mx

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