EEG sin salida
Lilia ArellanoEstado de los ESTADOS
Vuelve el Gran Tlatoani
Ante Peña Nieto, total sumisión
Empujan reformas estructurales
Polémica Asamblea de tricolores
México produce multimillonarios
“La tiranía totalitaria no se edifica sobre las virtudes de los totalitarios sino sobre las faltas de los demócratas”.- Albert Camus
Marzo 4, 2013.- Minutos antes del cierre del plazo legal, Alejandro Caballero Vertiz, juez sexto de Distrito de Procesos Penales, dictó el auto de formal prisión a Elba Esther Gordillo por los delitos de lavado de dinero y delincuencia organizada. El juez sostuvo que Gordillo pertenece a una organización delictiva en la que también están Isaías Gallardo Chávez, José Manuel Díaz Flores y Nora Guadalupe Ugarte, quienes se prestaron a una triangulación financiera para canalizar más de 2 mil millones de pesos en gastos personales de la ex líder del SNTE -quien también encabeza la lista de “las 50 mujeres más poderosas de México” de la revista Forbes- destinados a bienes inmuebles, compras en tiendas de lujo y tratamientos de cirugía estética.
El jefe de Gobierno del Distrito Federal, Miguel Ángel Mancera, reportó por la mañana del lunes que la salud de la maestra Elba Esther Gordillo sufrió altibajos este fin de semana, aunque ésta amaneció estable. El juez decidió la situación jurídica de la ex dirigente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), detenida el pasado martes y acusada de delincuencia organizada y operaciones financieras ilícitas con fondos procedentes de aportes gremiales. En punto de las 22:00 horas de este lunes, los abogados defensores de Elba Esther Gordillo, Arturo Germán Rangel y Rigoberto González, arribaron al Juzgado Sexto de Distrito, a fin de ser notificados de la situación legal de “la maestra”, a quien se le dictó auto de formal prisión ayer por la noche.
La aprehensión y todo el caso jurídico en torno a “la mujer más poderosa de México”, según Forbes, es considerada como la muestra fehaciente del creciente poder presidencial de Enrique Peña Nieto. De hecho, durante la 21 Asamblea Nacional del Partido Revolucionario Institucional (PRI), que concluyó este fin de semana, los 4 mil 200 delegados de todo el país subordinaron las estructuras territoriales partidistas y a sus liderazgos locales al poder presidencial encabezado por Peña Nieto, y manifestaron una total sumisión a sus designios, particularmente para empujar la aprobación de una reforma fiscal que grave alimentos y medicinas con el Impuesto al Valor Agregado (IVA), y una reforma energética que abra aún más Petróleos Mexicanos a la iniciativa privada, nacional y extranjera, eliminando los candados que para impedirlo se construyeron en los documentos básicos durante la XVIII Asamblea Nacional, realizada después de perder las elecciones presidenciales del 2000.
El paso dado por los priístas, presenciado en el Centro Banamex por alrededor de 20 mil militantes y simpatizantes de ese partido, encabezados por el actual Comité Ejecutivo Nacional que dirigen César Camacho e Ivonne Ortega, presidente y secretaria general, respectivamente, así como por los 18 de 19 gobernadores del PRI –sólo faltó el gobernador de Michoacán, Fausto Vallejo, por problemas de salud que en estas mismas líneas dimos a conocer a Usted con lo grave que esto representa para esa Entidad sumida en la violencia-; por los coordinadores tricolores en el Congreso, Manlio Fabio Beltrones y Emilio Gamboa, en las Cámaras de Diputados y Senadores, respectivamente; así como los lideres de los sectores y organizaciones del Revolucionario Institucional, habrá de tener repercusiones para la vida de la República y para el propio partido en las elecciones locales de este año y las próximas intermedias.
El faraónico acto político de los priísta para lo único que realmente sirvió fue para no dejar lugar a dudas de que el país entró nuevamente en la era de la dictadura de partido en manos de un solo hombre, el presidente de la República y primer priísta del país, Enrique Peña Nieto, quien se alzó como el eje articular de todas las decisiones del país, el Hueyi Tlatoani, con la sumisión completa del tricolor y sus fracciones parlamentarias en el Congreso de la Unión, las que se encuentran supeditadas por el Pacto por México y las de los dos principales partidos de oposición, el PAN en manos de Gustavo Madero, y el PRD en manos de Jesús Zambrano, quien ya olvidó su pasado de radical opositor de izquierda. La oposición ahora, totalmente fraccionada, sólo la representa Morena y Andrés Manuel López Obrador, que no representan ninguna amenaza al poder omnipresente de que fue investido este domingo Enrique Peña Nieto, tras la detención de la líder magisterial, Elba Esther Gordillo.
Para no dejar ningún margen de duda de quién es el jefe máximo del partido, el pleno de delegados incluyó al Presidente Enrique Peña Nieto como miembro del Consejo Político Nacional y de la Comisión Política Permanente del PRI, y manifestaron a grito abierto “apoyarlo en las grandes decisiones nacionales”, particularmente en su determinación personalizada de modernizar a Petróleos Mexicanos (Pemex) mediante la participación de la iniciativa privada en más sectores, que antes de este fin de semana prohibían los documentos básicos del partido, así como en su decisión de sacar adelante una reforma fiscal que de por terminada la prohibición –también estatutaria- de gravar los alimentos y medicinas con el Impuesto al Valor Agregado (IVA).
La “sana distancia” promulgada y llevada a la práctica por el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León fue echada al cesto de la basura por el creciente poder presidencial de Enrique Peña Nieto y la sumisión total de la dirigencia de César Camacho e Ivonne Ortega, aunque hayan señalado que el PRI no será sumiso ni condicional al gobierno federal, aunque en los hechos así haya quedado claro este domingo.
Durante la conclusión de esta asamblea significativo fue el hecho de que el impulsor de la aplicación del IVA en nuestro país en su calidad de coordinador del PRI en la Cámara de Diputados, Humberto Roque Villanueva, autor de la famosa “roqueseñal” contra todo el pueblo de México, ahora destacara como logro de este magno evento partidista la supresión de los candados impuestos por la 18 Asamblea Nacional, que condujo la yucateca Dulce María Sauri, para que priístas sin experiencia en cargos de elección popular puedan ser candidatos. Así el PRI podrá postular candidatos ciudadanos, con la excepción del cargo de Presidente de la República.
Fue también otro ex dirigente del PRI, José Antonio González Fernández, quien presentó los “logros” de la reforma al Programa de Acción, en los que destacó la desactivación de los candados para poder aprobar la Reforma Energética, tras suprimirse de los documentos básicos la prohibición de permitir la inversión privada en hidrocarburos y la aplicación del IVA en alimentos y medicinas. Con gran hipocresía, González Fernández dijo que la reforma hacendaria no se aplicará a costa de los grupos más necesitados, y no se centrará sólo en las tasas impositivas, sino en ampliar la base tributaria, suprimir los regímenes especiales y eliminar subsidios. Además, aseguró, la recaudación adicional por el cobro de impuestos se destinará al gasto social.
Los nuevos documentos básicos del PRI fueron aprobados en una sumisa Asamblea en apenas unos minutos, por unanimidad, a fin de acompañar las reformas estructurales que empuja Enrique Peña Nieto desde la residencia oficial de Los Pinos. No hubo discusión, nada de análisis, ni asomo de diálogo sobre los pros y contras que representan dichas reformas para la población, ni siquiera para los intereses electorales del PRI en las próximas elecciones locales. Sin ningún problema se logró que la frase: “el PRI defenderá la economía popular y aceptará el IVA en alimentos y medicinas” se borrara de los documentos básicos, dejándole la vía libre al gobierno de Enrique Peña Nieto para armar una reforma fiscal a su total gusto e interés, anteponiendo las intenciones presidenciales a las necesidades de la República.
También, con una facilidad pasmosa, los delegados avalaron –sin discusión y análisis de por medio- eliminar el candado que restringía la participación de la iniciativa privada en el sector energético, y le dieron mano libre al gobierno neoliberal de Enrique Peña Nieto para llevar a cabo la “modernización” de Pemex, sin que, dijeron pero no explicaron, el Estado pierda la rectoría sobre sus recursos energéticos.
Todos los cambios, al Programa de Acción, Estatutos, Declaración de Principios y Estrategias y Programas, fueron avalados antes de que arribará al Centro Banamex un triunfal Enrique Peña Nieto que se tomó más de media hora para saludar el regreso de las “fuerzas vivas” del tricolor, aunque haya sido en un templo del capitalismo estadounidense como lo es el Centro Banamex. El recorrido del esposo de “la Gaviota”, pudo ser observado a través de varias pantallas gigantes colocadas a los costados del enorme salón, en donde destacó la figura del embajador de Estados Unidos en México, John Wayne, fiel testigo del regreso del presidencialismo a México, junto a una veintena de embajadores de otros países.
Dirigentes obreros, campesinos y populares, mezclados con viejos líderes priístas, muchos ya con muletas o en sillas de ruedas, que concentraron un gran poder en los últimos sexenios del siglo pasado, pelearon codo con codo por acercarse al nuevo Tlatoani tricolor, que vestía traje negro y corbata de rayas rojo con blanco, que recorrió el local atestado de militantes priístas que llegaron acarreados en camiones o transportados en sus lujosos automóviles que atascaron el gigantesco estacionamiento del inmueble. Grandes trabajos pasaron los integrantes del Estado Mayor Presidencial para proteger a Peña Nieto de la “cargada” a su alrededor y de la nube de reporteros, camarógrafos, fotógrafos que lograron llegar hasta donde caminaba el mexiquense.
Al tomar la palabra en la clausura de la 21 Asamblea Nacional del PRI, el presidente Enrique Peña Nieto advirtió que en los próximos seis años, no existirán los intereses intocables, en clara alusión a la dirigente magisterial, Elba Esther Gordillo, y dijo que a partir de ese momento comienza una nueva era del tricolor en la Presidencia de la República. Peña Nieto advirtió para no dejar lugar a dudas, que “tomaré las decisiones que exige la transformación del país. El éxito del PRI depende del éxito de México”.
POSICIONAMIENTO DE LA OPOSICIÓN
sigue leyendo
No hay comentarios:
Publicar un comentario