martes, 19 de marzo de 2013

Más oposición a la privatización de Pemex

 'El chucho' salió huyendo acusado de vende patrias y lamehuevos del EsPurioII
¡¡Exijamos lo Imposible!!
Rechaza AMLO privatizar Pemex 
Lilia Arellano

Estado de los ESTADOS

Anuncia defensa de economía popular
Peña Nieto pregona Reforma energética


Panal: más sectores para trasnacionales
Fuerte oposición a más privatizaciones
Aumento a IVA para tapar hoyo fiscal


“De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos”.- Santiago Ruisñol 

Tras el anuncio del presidente Enrique Peña Nieto de que la iniciativa de reforma en materia energética será enviada al Congreso en el segundo semestre del año, el principal dirigente opositor, el dos veces ex candidato presidencial, Andrés Manuel López Obrador, advirtió desde la Plaza de Armas de Villahermosa, Tabasco, que los integrantes y simpatizantes del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) se movilizarán “con energía y decisión” para evitar la privatización del petróleo y el incremento al Impuesto al Valor Agregado (IVA) en alimentos y medicinas.

Al presidir un mitin en la capital tabasqueña, el presidente del Consejo Nacional de Morena reveló que “mañosamente” la administración de Peña Nieto esperará hasta que pasen las elecciones locales, a realizarse en julio próximo, para enviar al Congreso de la Unión sus “contrarreformas” energética y fiscal. López Obrador explicó a sus seguidores que la llamada reforma energética del presidente priísta no es más que entregarle a sus jefes, “esa mafia de saqueadores y delincuentes de cuello blanco”, la mayor parte de la renta petrolera que es de los mexicanos. Por eso, anunció que Morena efectuará una campaña informativa para explicar y revelar las intenciones presidenciales y llevará a cabo toda una estrategia de defensa del petróleo y de la economía popular para no permitir el aumento al IVA.

“Vamos a defender el petróleo y no va a ser fácil que se roben las ganancias de los mexicanos”, advirtió el líder opositor al señalar que se formarán comités de defensa popular y se diseñarán acciones de movilización. López Obrador también se refirió al proyecto de reforma fiscal de Peña Nieto y aseguró que únicamente pretende incrementar el IVA del 16 al 19 por ciento, así como gravar alimentos, medicinas y libros. Sostuvo que con dicha reforma, la gestión del mexiquense pretende “tapar el hoyo” presupuestal que se registrará con la entrega de la renta petrolera a la “mafia del poder y delincuentes de cuello blanco”.
Ante un abarrotado auditorio, López Obrador destacó que a pesar de la corrupción existente en Pemex, con la extracción del crudo aún queda una gran ganancia por cada barril diario: con los dos millones 600 mil barriles diarios a 105 dólares por barril, Pemex obtiene por la venta de esa producción, más de 270 millones de dólares diarios, y al año casi un billón 250 mil pesos. Esos recursos son lo que permiten que haya presupuesto público. “Esa es la gran tentación y por eso andan zopiloteando” sobre el petróleo, dijo el político tabasqueño, al advertir que si se entrega esa ganancia a particulares no quedará dinero para el desarrollo del país.

NEOLIBERALISMO INÚTIL

A pesar de que desde la década de los 80s se han implementado políticas públicas y reformas estructurales de carácter neoliberal y globalizador, su aplicación no se reflejó en bienestar para la población o el fortalecimiento del Estado mexicano, sino sólo en el enriquecimiento de una pequeña élite política financiera, mientras la población en general se sumió en la pobreza y en la miseria. El nuevo gobierno priísta encabezado por Enrique Peña Nieto sigue puntualmente las políticas diseñadas por el primer y más nefasto tecnócrata que haya gobernado México, Carlos Salinas de Gortari, e impulsa un amplio espectro de modificaciones constitucionales con el señuelo de detonar el desarrollo económico y crear millones de empleos. Inició con la reforma laboral, siguió con la educativa, tiene en el horno legislativo la reforma a Telecomunicaciones y, en un viaje turístico al Vaticano, anuncia la más polémica y, todo parece indicar, la más importante, la reforma energética que tiende a privatizar la riqueza petrolera del país, lo cual genera una gran oposición de los mexicanos, que este mismo lunes se manifestó en la Ciudad de México a través de marchas en contra de la eventual reforma petrolera.

El gran poder que ha acumulado en 117 días, han llevado al político mexiquense a tomar decisiones y adelantar acciones sin el respeto mínimo de las formas políticas. Así, por su programada salida a Roma, el domingo adelantó la conmemoración del 75 aniversario de la expropiación petrolera en Salamanca, Guanajuato, donde anunció una reforma energética que “mantenga la soberanía nacional sobre los hidrocarburos”, apoye la economía familiar y catapulte la industria nacional. Pero olvidó decir y precisar cómo se logrará eso. El titular del Ejecutivo, también sostuvo que “Pemex debe transformarse y debe modernizarse. Pemex es y seguirá siendo patrimonio de todos los mexicanos”. Horas más tarde, durante el vuelo hacia Italia, donde participará en las ceremonias de inicio del pontificado del Papa Francisco, adelantó que la iniciativa de reforma en materia energética será enviada en el segundo semestre del año, de acuerdo a los tiempos establecidos en el “Pacto por México” y una vez aprobada la nueva ley de Telecomunicaciones.

Mientras que en la Ciudad de México, integrantes del Sindicato Mexicano de Electricistas, del Sindicato Nacional de Trabajadores del Colegio de Bachilleres, de la Organización Nacional Poder Popular, del Movimiento #YoSoy132 y de otras organizaciones ciudadanas, reclamaban que “Pemex en manos privadas, no habrá derrama económica para el pueblo”, por lo que rechazaban una reforma energética, Peña Nieto señalaba a periodistas, que lo acompañaban en su avión presidencial, que la producción de petróleo en México ha caído de tres millones quinientos mil barriles al día, a menos de dos millones quinientos mil, es decir, el mismo “petate del muerto”, por lo que declaraba que “tenemos que encontrar la manera de hacer de Pemex una empresa mucho más eficiente”, lo que lleva a deducir que aún no sabe cómo hacerlo, a pesar de que ya presentó un documento con la estrategia energética para los próximo 15 años, en la que advirtió que la revisión del actual marco normativo del sector energético ocasionará el aumento de los precios de los energéticos y abrirá la puerta a más sectores del petróleo a la iniciativa privada.

PARTIDOS DOMESTICADOS

Peña Nieto tiene la certeza de que sus planes legislativos serán apoyados por todos los partidos en el Congreso de la Unión. Y no le falta razón pues el propio presidente de su partido, el PRI, César Camacho Quiroz, aseguró que será en el llamado “Pacto por México”, donde “todos los partidos” impulsarán la reforma energética que beneficie al país. Camacho dijo que una de las metas será aumentar la productividad de la empresa, y convertirla en motor de crecimiento, inversión y desarrollo del país. Subrayó que el petróleo debe ser siempre de los mexicanos y que se utilice para beneficiar a todos, es decir, el mismo señuelo de siempre.

Sin embargo, quien dio verdadera luz sobre las intenciones reformistas del peñanietismo en materia petrolera fue el Partido Nueva Alianza (Panal), quien señaló que los actuales son tiempos propicios para perfeccionar estructuralmente a Pemex, con la participación de la iniciativa privada. El partido de doña Elba Esther Gordillo, actualmente tras las rejas, se pronunció por “abrir a la inversión privada y a la competencia toda la cadena de valor en hidrocarburos”, reservándose a la paraestatal las áreas donde actualmente tienen lugar las actividades de exploración y explotación; “licitar bloques en el resto del territorio” donde Pemex competiría solo o en alianza con otras empresas. También transformar a Pemex “en una sociedad anónima con acciones en bolsa que puedan atraer inversionistas privados” y por “liberar a la empresa del control del Estado para que tenga mayor libertad de establecer alianzas, mutuamente provechosas, con empresas nacionales y multinacionales”. Consideró que Pemex debe quedar bajo un nuevo régimen fiscal, que permita su rentabilidad, eliminar pérdidas después de impuestos o derechos y ofrecer dividendos a sus accionistas. También, eliminar subsidios regresivos e injustificados a la gasolina, el diesel y el gas LP; y destinar recursos liberados a sectores clave para el desarrollo y el mejoramiento de la calidad de vida. ¿Así o más privatizado?
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