martes, 12 de marzo de 2013

Enjuciar a Fecal y su pandilla, excelente

¡¡Exijamos lo Imposible!!
Contralínea 
Oportunidad de oro para Peña: Calderón y panistas a tribunales
Álvaro Cepeda Neri * 

Cuando menos desde Díaz Ordaz hubo pruebas para, 1 año después del final de sus respectivos sexenios, presentar a los presidentes de la República ante los tribunales, como juicio político ante el Congreso de la Unión siendo la Cámara de Diputados el órgano acusador y el Senado el juez para dictar la sentencia y sanción. Luego, llevarlos a procesos penales: todos fueron homicidas que abusaron del poder presidencial. Sobre todo Salinas y Calderón. Pero el sistema priísta y el panista los dejaron escapar. Prevaleció la impunidad que tiene harta a la nación, en una de esas empuña las armas para deshacerse de los malos gobernantes (que Karl R Popper recomienda sea sin sangre); sólo que los malos gobernantes no se van por su propio pie. Hay que sacarlos, y el pueblo tiene, en el Artículo 39 y en el 136 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los derechos para quitarlos por la buena o por la mala.

Ahora Peña tiene una oportunidad de oro: acusar a Calderón con base en más de 100 mil homicidios, miles de desaparecidos, secuestrados y feminicidios. Otra prueba contundente es la cuenta pública de 2011 (y falta la de 2012), que exhibe las raterías del calderonismo. Es una corrupción que, presentada ante un tribunal, es para extraditarlo de su escondite en la universidad que se degradó a Har-Bar, para que responda de sus actos y omisiones, con sus derechos a salvo para defenderse. Sin duda su principal sanción sería encarcelarlo unos 50 años, además de pagar los daños económicos. Peña tiene al alcance de la mano sentar en el banquillo de los acusados a Calderón y a sus cómplices del Partido Acción Nacional, ya que entre todos dejaron hecho un desastre el gobierno, aumentaron la pobreza masiva, el desempleo brutal y la crisis económica con degradación de la política.
Calderón debe ser procesado. Sus abogados, ya sea Gerardo Laveaga, Fernando Gómez-Mont o los que contrate (incluso pagados por el peñismo), necesitan un milagro de Judas Tadeo, no para salvarlo del encierro, sino para que no le impongan 300 años. Sólo Santa Anna fue a juicio político. Lo exiliaron como sanción. Y ha llegado la hora de sentar un segundo precedente, procesando al cártel de funcionarios-delincuentes organizados que fueron Calderón y su pandilla. ¿Le temblará la mano a Peña? Entonces están los del Partido de la Revolución Democrática, López Obrador, los del Partido del Trabajo o los 50 mil ciudadanos para solicitar el juicio político, como petición autorizada por la Constitución. Restan 9 meses para enjuiciarlos. Y es que robaron, mataron, permitieron secuestros, desapariciones… Miles de mexicanos inocentes perdieron la vida calificados como “daños colaterales” por Calderón.
Una movilización nacional para exigirle a Peña y a los partidos en las legislaturas que presenten una denuncia ante el Congreso, fundada en hechos de corrupción, homicidios y en la cuenta pública de 2011, es más que suficiente para la extradición de Calderón y con su cártel de funcionarios organizados sentarlo en el banquillo de los acusados. Si Peña deja escapar esta oportunidad de oro, será cómplice y al final de su sexenio se le puede revertir. La alternativa es: Calderón o Peña, o la nación puede estallar para resolver la crisis política que vivimos.
*Periodista

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