Andrés Manuel López Beltrán, hijo del político tabasqueño, participó en
el cerco que integrantes de Morena efectuaron en el Senado Foto Carlos Ramos Mamahua
¡¡Exijamos lo Imposible!!
El corazón del dirigente no sufrió alteración mayor, revelan estudios clínicos
Favorable evolución de López Obrador; pasa de terapia intensiva a intermedia
Ángeles Cruz y Georgina Saldierna
El reporte entregado ayer por el director médico del nosocomio,
Octavio González Chon, señala que dan cuenta de la mejoría los
resultados de diversos estudios clínicos practicados al dirigente del
Movimiento Regeneración Nacional (Morena).
El informe difundido por el área de comunicación social de Morena menciona que López Obrador ya no presentaba síntomas de alteraciones en la circulación sanguínea, el funcionamiento de venas y arterias se encontraba estable y el corazón trabajaba de manera regular.
El político tabasqueño tampoco tenía dificultad respiratoria. Al momento de su ingreso al hospital, la madrugada del martes, su situación era anormal en ésos y otros indicadores clínicos.
Luego de la angioplastia con colocación de stent (prótesis endovascular) al que fue sometido el ex candidato a la Presidencia para restablecer la circulación sanguínea de la arteria descendente anterior, los médicos también le practicaron un electrocardiograma, que arrojó los resultados esperados.
Andrés Manuel López Obrador, ya fuera de peligro,
evoluciona favorablemente, sin ninguna complicación, del infarto agudo
al corazón que sufrió el pasado martes. Ayer salió de la unidad
coronaria (terapia intensiva) y fue trasladado a la de terapia
intermedia del hospital Médica Sur. Ahí continuará su recuperación hasta
ser dado de alta.
El informe difundido por el área de comunicación social de Morena menciona que López Obrador ya no presentaba síntomas de alteraciones en la circulación sanguínea, el funcionamiento de venas y arterias se encontraba estable y el corazón trabajaba de manera regular.
El político tabasqueño tampoco tenía dificultad respiratoria. Al momento de su ingreso al hospital, la madrugada del martes, su situación era anormal en ésos y otros indicadores clínicos.
Luego de la angioplastia con colocación de stent (prótesis endovascular) al que fue sometido el ex candidato a la Presidencia para restablecer la circulación sanguínea de la arteria descendente anterior, los médicos también le practicaron un electrocardiograma, que arrojó los resultados esperados.
Daño reversible
El daño y sufrimiento que tuvo el miocardio por la
obstrucción arterial (por placas de colesterol y coágulos) es reversible
con tratamiento médico. De las pruebas se concluye que el ex jefe de
Gobierno del Distrito Federal es hipertenso.
Los médicos también realizaron un ecocardiograma, estudio de
imagen (ultrasonido) que identificó un funcionamiento adecuado del
corazón, con expulsión de sangre por arriba de 60 por ciento en cada
latido. Lo normal, de acuerdo con un especialista consultado, es que
dicha expulsión sea superior a 50 por ciento.
El estudio también dio cuenta de que el corazón de López Obrador no sufrió alteración mayor. Eso se debe, explicó el médico entrevistado por La Jornada, a que la obstrucción de la arteria se eliminó en un tiempo corto.
Por otra parte, el médico Hermes Ilarraza, jefe del servicio de rehabilitación cardiaca del Instituto Nacional de Cardiología, aseguró que después de un infarto al corazón, el paciente puede llevar una vida plena, pero debe entrar en un proceso de
El especialista asistió a la presentación de la estrategia Nado por mi Corazón –de la Secretaría de Salud–, que forma parte del programa contra la obesidad.
Ahí comentó que, como parte de la rehabilitación, los pacientes también deben aprender a controlar sus emociones.
El estudio también dio cuenta de que el corazón de López Obrador no sufrió alteración mayor. Eso se debe, explicó el médico entrevistado por La Jornada, a que la obstrucción de la arteria se eliminó en un tiempo corto.
Por otra parte, el médico Hermes Ilarraza, jefe del servicio de rehabilitación cardiaca del Instituto Nacional de Cardiología, aseguró que después de un infarto al corazón, el paciente puede llevar una vida plena, pero debe entrar en un proceso de
renovación y entendimientosobre su nueva situación de salud, identificar sus factores de riesgo y cambiar en definitiva sus hábitos
para evitar llevar una vida miserable.
El especialista asistió a la presentación de la estrategia Nado por mi Corazón –de la Secretaría de Salud–, que forma parte del programa contra la obesidad.
Ahí comentó que, como parte de la rehabilitación, los pacientes también deben aprender a controlar sus emociones.
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