Homozapping
INE, el Proyecto Frustrado
(Segunda parte)
Jenaro Villamil
“INE, el proyecto frustrado”, consulta la primera aquí.
Eruviel y la Revuelta de los Gobernadores
El más explícito en su oposición a la
desaparición de los institutos estatales electorales ha sido el
mandatario mexiquense, Eruviel Avila, quien, además, envió una
iniciativa de reforma al Congreso local para que se mantengan en su
cargo los consejeros del Instituto Electoral del Estado de México
(IEEM), señalados por la oposición y por especialistas como afines al
gobernador.
Avila
afirmó el 30 de octubre que la creación del INE sería una “regresión
democrática” porque además de atentar contra la soberanía de los
estados, implicaría una oleada de decisiones centralistas y viola lo
estipulado en el artículo 40 constitucional.
“Los estados ya tenemos mayoría de edad,
en los estados hay capacidad para poder resolver cualquier tipo de
circunstancia político-electoral; yo soy de la idea de que quienes estén
a favor o en contra, lo expresen, porque sería una regresión al pacto
federal que no merece México”, afirmó Eruviel Avila.
El sucesor de Enrique Peña Nieto al
frente del gobierno mexiquense fue más allá en su cuestionamiento: “¿Qué
viene? ¿Desaparecer los tribunales superiores de justicia? ¿Desaparecer
los Congresos locales, tal vez, hasta los Ejecutivos locales? No lo
podemos permitir. Debemos cerrar filas los que integramos el pacto
federal, es decir, quienes integramos las entidades federativas y los
estados”.
El desplante de Eruviel Avila generó
todo tipo de especulaciones al interior de la clase política mexiquense.
Su crítica al INE ocurrió en medio de insistentes versiones sobre su
supuesta licencia para dejar el gobierno estatal, ante las presiones y
diferencias con el gobierno federal de Peña Nieto. Otros políticos
mexiquenses consideraron que se trata de un “pleito arreglado” con el
peñismo para abortar la propuesta del INE.
A la rebelión de Eruviel Avila le
siguieron expresiones en contra del jefe de Gobierno capitalino, Miguel
Angel Mancera, del gobernador de Jalisco, Aristóteles Sandoval, y de
otros mandatarios como el de Hidalgo, Francisco Olvera, y el de Quintana
Roo, Roberto Borge.
Incluso, ya se creó una “asociación” de
consejeros electorales locales, para defenderse ante la posibilidad de
que se desaparezcan estos organismos. El 29 de octubre pasado,
presidentes de 14 institutos estatales sostuvieron una reunión con la
Comisión de Puntos Constitucionales de la Cámara de Diputados. Ahí
negaron que fueran “controlados” por los gobernadores.
Un estudio elaborado por el suplemento Enfoque, del periódico Reforma, revela
que de los 32 institutos electorales estatales sólo dos no son afines
al gobernador (el de Baja California, controlado por el PRI; y el de
Tabasco, dominado por el PAN).
En contraste, la mayoría de los 30
organismos electorales estatales son afines a la línea del gobernador.
En la mayoría de los casos, gracias a que mantienen una mayoría cómoda
en los Congresos estatales, como es el caso del Estado de México, donde
Eruviel Avila y el PRI tienen el control de 39 de los 75 diputados
locales; o el Distrito Federal, donde el PRD tiene 34 de los 66 escaños
de la Asamblea Legislativa; o Hidalgo, donde el gobernador Olvera y el
PRI controlan 20 de los 30 escaños del Congreso.
El Caso del IEEM
Después del IFE, el instituto estatal
electoral más poderoso, con más recursos y más señalado por su falta de
imparcialidad es el Instituto Electoral del Estado de México, la entidad
más poblada del país.
Desde las elecciones a gobernador del
2011, se elaboró el “Dictamen ciudadano de vigilancia electoral del
Estado de México”, impulsado por el ex consejero estatal Bernardo
Barranco. En ese documento se puntualizó que uno de los principales
problemas fue la falta de “confianza”, de “diálogo y negociación” en el
seno del IEEM.
En el apartado sobre “La actuación del árbitro electoral”, el dictamen ciudadano, cuya copia tiene Proceso, realizó el siguiente diagnóstico:
“Desde el arranque mismo del proceso
electoral, el 2 de enero, el PAN, el PRD y el PT denunciaron la
parcialidad de los consejeros. Particularmente cuestionaron el desempeño
de Juan Carlos Villarreal Martínez, Policarpo Montes de Oca, Jesús
Jardón Nava y José Martínez Vilchis, todos propuestos por el PRI o sus
aliados. A todos, pero sobre todo al primero, se les acusó de trabajar
abiertamente a favor del gobierno del estado. Todos eran hombres muy
cercanos al poder: el último empleo de Villarreal había sido asesor de
Luis Enrique Miranda Nava, secretario general de gobierno de Peña;
Montes de Oca fue vocal de organización de la junta local del IFE en el
estado, pero venía de la época de Chuayfett; Jardón había sido
secretario general de la Comisión Electoral del Estado de México
(1993-1994) cuando la instancia electoral era manejada por el gobierno; y
Martínez Vilchis había sido rector de la universidad local.
“El cuadro lo completan dos consejeros
propuestos por el PAN: Abel Aguilar, ex secretario de estudio y cuenta
del ministro Mariano Azuela Güitron, y Arturo Bolio Cerdán, ex
magistrado electoral local, pero con fuertes vínculos con el gobierno
del estado.
“Por último, el consejero presidente fue
propuesto por el PRD, Jesús Castillo Sandoval, un hombre que antes de
llegar al IEEM fue magistrado electoral a propuesta del PAN. A pesar del
cargo, en el proceso no fue un factor decisivo”, sintetizó la primera
parte del reporte.
En el caso del IEEM, advierte el
diagnóstico ciudadano, la supuesta pluralidad se convierte también en
unanimidad a favor de la línea gubernamental. Esta tendencia se acentuó
en las elecciones federales del 2012.
En otro diagnóstico elaborado por
Bernardo Barranco, sobre la designación de los consejeros electorales
distritales IEEM-IFE, el sociólogo advirtió que en el Estado de México
se ha ido construyendo a lo largo de estos últimos quince años, “un
peculiar ‘mercado’ de personas que se postulan indistintamente para
participar como consejeros, vocales, servidores y funcionarios
electorales de apoyo”, tanto en el instituto estatal como en el IFE.
“En cada proceso, local y federal,
muchos de los aspirantes son los mismos. En un proceso pueden actuar
como consejeros ciudadanos, en otros como vocales, en otros como
monitoristas, auxiliares o personal administrativo de apoyo. Pueden
participar en el IFE en un proceso y en otro en el IEEM o, como ha
ocurrido, en los dos institutos al mismo tiempo. No todos, pero gran
parte de estos funcionarios arrastran vicios, prácticas, actitudes e
inclinaciones políticas que pueden poner en riesgo los principios y
metas del instituto”, describió Barranco.
Ese “mercado” de personas se extiende
hacia una red de nepotismo, compadrazgos, relaciones filiales y de todo
tipo que han convertido el IEEM en una poderosa e inamovible institución
a favor del poder gubernamental.
Una investigación elaborada por María Teresa Montaño, cuya copia obtuvo Proceso, describe
cómo en el IEEM existe una red de primos, esposos, hermanos, suegras,
nueras, novios, sobrinos, tíos y compadres que trabajan en el instituto,
a las órdenes de los consejeros.
Por ejemplo, el presidente del IEEM
Jesús Castillo Sandoval tiene trabajando como secretaria particular a
Michelle Saavedra Melo, novia de su hijo Iván, prima de Alejandro
Saavedra Mondragón, quien se desempeña como “Subdirector adscrito a la
presidencia”. Claudia Jiménez Sandoval, quien trabaja en el área de
educación cívica de capacitación, es sobrina del presidente del IEEM.
Osvaldo Gómez Guerrero, coordinador de
administración y finanzas de la secretaría ejecutiva del IEEM, logró que
su hermano Francisco Gómez Guerrero, sea el representante del PRI ante
el instituto. Y con Osvaldo Gómez trabajan de asesores Alma Patricia
Bernal Oceguera y su esposo Mario Carlos Cantú Esparza.
Si no se creara, al menos varios de ellos ya tienen un trabajo seguro en este “mercado” de plazas laborales que se ha creado en el Estado de México y en la mayoría de las entidades sobre consejeros y funcionarios de “carrera” en el área electoral
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