sábado, 2 de noviembre de 2013

Nada de Jaloguin... puro Día de Muertos

¡¡Exijamos lo Imposible!! 

Por Esto!
La muerte en México 
Manú Dornbierer

Satiricosas

El país está cubierto en estos momentos de bellísimos altares de muertos. Es una tradición de respeto y recuerdo de los seres queridos que se les adelantaron al otro mundo. Es una fiesta florida de cariñosas visitas mutuas en la que los vivos dan a los muertos todo lo que les gustaba en este nivel de existencia. Y ¿por qué no? los muertos consuelan a los vivos. El humor mexicano, su quasi burla de la muerte, en días anteriores en las “calaveras” escritas, ya ha calentado el ambiente para el gran Día de Muertos, el 2 de noviembre. Para sentir que “no pasa nada”, que la muerte no es el fin, miles de calaveritas de azúcar han deleitado igual a los niños que los viejos al descubrir en ellas sus nombres escritos. En suma, es quizás la mayor fiesta de amor del país.

Una hermosa tradición que no le han podido quitar a los mexicanos otras que se ha entremetido, pues consuela de las pérdidas y celebra la creencia de una vida después de la muerte en la que todos se reencontrarán. Por más que las grandes tiendas y supermercados extranjeros se atiborren de mercancías que promueven a diabólicas brujas, no han podido desterrar en su beneficio mercantil la tradición encabezada por el humilde y oloroso Cempasúchil, que significa “veinte flores”. Pasando por Malinalco, cuenta la leyenda, los aztecas recogieron la flor más sencilla y amarilla con la que los habitantes de la región adornaban las tumbas y la transformaron en la que hoy conocemos, relata Jorge Alejandro Apanco. Lograron transformarla y le cambiaron el nombre porque “Esa nueva flor simboliza a la vida que nace de la muerte, pues la vida es sólo un lapso al término del cual hay un momento para morir y la muerte es un paso para vivir de una forma distinta.”

El México poético, sabio y místico recobra sentido el Día de los Muertos, pero el lunes próximo despertaremos… por desgracia, en otro.

MEXICO HOY

¿Qué clase de nación se ha hecho México para que un hombre pueda morir frente a un hospital por desatención médica, tirado a sus puertas durante cinco días, pidiendo atención para su deshidratación, para su milenaria desnutrición, para su invisible existencia, para su incapacidad total de hacer algo por mismo, sin que nadie le haga caso salvo los curiosos entre los cuales un reportero que recogió cuando menos sus últimas palabras?

José Sánchez Carrasco falleció el 21 de octubre de 2013 afuera del Hospital General de Guaymas, Sonora. No fue atendido por los médicos cuando lo solicitó. Aparece, siendo entrevistado por el reportero de un medio digital de la ciudad “acostado en el suelo, cubierto con una cobija, sin camiseta” y dijo: “El doctor no me atendió, ni siquiera habló conmigo; me dijeron quítate la ropa para que se te refresque”.

Jornalero agrícola de 38 años, nacido en el vecino estado de Chihuahua, en Guachochi, Chihuahua, y criado en Casas Grandes, dijo que estuvo trabajando en un campo de sandía “por el lado de la 12. Habló de una hermana Juana y de su mamá “muy acabadita”. No supo para quién trabajaba. Explicó que se había lastimado la columna y que había llegado al hospital en ambulancia. El reportero le preguntó cuánto tiempo llevaba sin comer, pero no le creyó cuando respondió que tres semanas. Ahí tenía comida que sin duda alguien le llevó. Quizás muriendo uno no debe tener ganas de comer. “Come José”, le sugirió, sin embargo, el reportero.

El director del Hospital General de Guaymas, Sonora, Alfredo Cervantes Alcaraz fue cesado “para garantizar la transparencia y objetividad en los procesos de investigación que realizan diversas dependencias como CEDH y la PGJE”. ¡Qué útil medida!

¿Quedará pronto olvidada esta muerte? Es un hecho criminal, pero hay tantos tan tremendos y tan cotidianos… Qué risa les da a algunos médicos modernos, es otra traición del mundo griego, el Juramento de Hipócrates.

Sin embargo conozco a un joven doctor y marino que honra su juramento y cuyo mail inicia con su primera frase “Juro por Apolo Médico”. Pero hoy la mayoría son cada vez más metalizados y hasta en las escuelas de medicina instan a sus jóvenes alumnos a cobrar, cobrar, cobrar…

Fue precisamente por ley de la prostituida medicina actual que murió el jornalero así, para vergüenza de este país. Exijamos más información. Sabemos cómo se las gastan las autoridades de Sonora que ni juzgaron ni castigaron a un solo verdadero responsable de la tragedia del 5 de junio de 2009. En la Guardería ABC murieron quemados vivos 49 infantes, porque la subrogación de la guardería del Seguro Social era negocio directo de la mujer de Felipe Calderón, la abogada Margarita Zavala y de una prima suya. En el México calderónico, “la muerte tuvo los permisos más siniestros” hubiera dicho el escritor Edmundo Valadés. No como el de su famoso cuento.

A propósito del genocida de Harvard, que hoy, dice Proceso, se inicia como comentarista de béisbol en vez de ser objeto de un proceso judicial por haber hecho de México el país que en Suramérica dieron acertadamente en llamar “El país cementerio”, fue lamentable escuchar en MVS, mezclada con la detestable y larguísima publicidad comercial que aplica a sus radioescuchas, a Leonel Godoy avalando la guerra gringa que desató sobre el país Felipe Calderón, el espurio e impune expresidente de México. Y no hablemos de la prepotencia con acento castizo de Luisa María Calderón, la hermana a la que le quiso regalar infructuosamente el hoy destrozado Michoacán, estado que trata sin embargo de reconstruirse y de recuperar el honor que le arrebató Fecal. Con gran gallardía y valor denuncia el Obispo de Apatzingán, Don Miguel Patiño Velázquez.

Pero volvamos al caso del jornalero…

1.- ¿Por qué la ambulancia que lo llevó al hospital de Guaymas se concretó a dejarlo tirado en las afueras en vez de depositarlo dentro del hospital en manos de personal médico?

2.- Si lo hizo y sí recibió el jornalero atención como dijo el despedido director del nosocomio. Entonces ¿quiénes y por qué sacaron de nuevo al jardín al moribundo que obviamente no tenía ni papeles ni dinero?

3.- ¿Por qué ninguna de las personas que por curiosidad o humanidad se acercaron al jornalero -incluyendo el reportero- y se enteraron de su inminente muerte, no tuvieron la presencia de ánimo ni el valor como ciudadanos de exigir al personal del hospital PUBLICO atención inmediata para él?
Prefirieron dejarlo morir abandonado.

OTROS MUERTOS Y RAMOS DE CEMPASUCHIL

GENERAL GUILLERMO MORENO, CONTRALOR DE LA SEDENA
Según anunció escuetamente la Sedena el 22 de octubre pasado murió porque “diversos padecimientos arruinaron su salud”. Dado que no soy tan escueta como la Sedena, diré que fue un muy apreciado jefe de la IX Zona Militar en Acapulco. Era un hombre culto, caballeroso, muy simpático y con gran sentido del humor. Asimismo su esposa es una señora guapa y fina a la que le envío un abrazo. ¿Sería mucho pedir más información?

¿EL DIPLOMATICO QUE TAMPOCO PUDO PAGAR?

El 9 de octubre de 2013 murió el embajador mexicano Antonio Dueñas Pulido que fungió como embajador Plenipotenciario de México ante los estados de Turquía (1989-1992), Irán (1992-1995) y el Reino de Tailandia (1995-2001). La Secretaría de Relaciones Exteriores, cual debe, lamenta en comunicado público su fallecimiento. Por otra parte, vi un artículo en La Jornada-UNAM que denunciaba que murió por no haber podido pagar un hospital privado en el que estaba. ¿Lo dejaron también morir por falta de dinero porque las pensiones de los embajadores son exiguas y no lo tuvo?

ROCIO MESINO MESINO MURIO ASESINADA

La incansable luchadora social de la Sierra del Sur (OCSS) murió como mueren tantos mexicanos que se oponen con valor al status quo y defienden a su pueblo... 500 personas asistieron a su despedida en la plaza de Atoyac, Guerrero, a los pies de la estatua del profesor y guerrillero Lucio Cabañas. Exijamos a las autoridades esclarecer ahora sí ese odioso asesinato a la brevedad posible. Y para ella, un gran ramo de cempasúchil.

http://satiricosas.es.tl 

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